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Esa mañana moonbin salió temprano rumbo a la empresa, hoy llegaba un nuevo posible socio, por lo cual, estaría hasta pasada las 11pm en el edificio.
Mientras tanto su guardia mano derecha jinwoo lo mantenía informado a cerca del chico. Dongmin por su parte actuó normal, en la mañana había salido de su habitación para después ir al gimnasio de la mansión a hacer ejercicio para después mirar películas toda la tarde, por lo que moonbin estuvo satisfecho con que el chico haya salido de la habitación, aunque su consciencia no quería dejarlo tranquilo aquel día, muy dentro de él sabía que esas palabras que le había dicho a dongmin no eran sinceras, una parte de él tenia la necesidad de hablar con él, pero que le diría? El mafioso sabía que no podía desarrollar ninguna clase de sentimientos pero desde que conoció al chico toda su capacidad de mantenerse estable se iba al carajo, tampoco tenía a nadie con quien hablarlo, que se supone que significaban esas emociones fuertes que le inundaban cada vez que veía a ese chico bromear con él, gemir por el, enojarse con él y por último si conocía ese sentimiento enfermizo llamado celos, el que últimamente vivía dentro de él cada vez que alguien intentaba tocar o llamar la atención de dongmin.

Moonbin dio un un golpe en la mesa de su escritorio frustrado, se hecho hacia atrás en la gran silla de su oficina, se masajeo la cabeza, sinceramente no sabía que hacer, tal vez lo mejor era dejar las cosas tal como siguen.

Horas después

El reloj en la pared de la habitación marcaban las 23:00hr, Dongmin estaba listo, se había vestido completamente de negro, la ropa era totalmente de cuero. A esta hora dentro de la mansión hacían cambio rotativo de guardias, por lo cual tenía 10 minutos para escapar sin que los guardias sepan su destino. Miro por ultima vez su celular para después guardarlo y bajar las escaleras sigiloso, al llegar a la entrada de la mansión se dio cuenta como el guardia dejaba el lugar,así que actuó rápido y salto una de las rejas con éxito, sonrió orgulloso de él mismo.

-Que empiece el plan, veamos que harás moonbin..- dijo en un susurro dongmin.

30 minutos mas tarde y dongmin había llegado al lugar donde cometería su azaña, nunca pensó venir a este lugar pero era necesario para lograr su cometido <<enojar a ese mafioso>>.

En la entrada pudo divisar el letrero, Kiss decía en grande, que poca originalidad pensó. Exactamente se encontraba en una especie de disco, pero no era una clásica, si no una donde habían hombres y mujeres bailando en poca ropa, y algunos hasta se ofrecían a los clientes, él sabia lo seductor que era y sacaría provecho, sabia que en cualquier momento moonbin sabría sobre su paradero así que tenía que tomar riendas rápido.
Entro al lugar y fue recibido por el  olor a alcohol.

<<Es hora de comenzar>> se animo el chico.

Marcaban las 00:00 a.m y moonbin estacionaba su auto en la cochera para luego entrar en la mansión, todo estaba silencioso.

La realidad  es que había salido a las 9pm de la empresa, pero hubieran problemas con algunos tema de la mafia y tuvo que ir en busca de una persona, persona que quiso jugar sucio con su mercancía, esta demás decir que aquel sujeto termino muerto por su propia mano, eso explica por que moonbin iba con la punta de su pantalón con una tinta de sangre, al subir a su habitación llego directo a ducharse y a cambiarse para ir a ver al chico, necesitaba poseerlo.

Después de ducharse se puso una camisa negra junto a un pantalón oscuro, para luego salir de su habitación rumbo a la habitación del chico que se encontraba al final del pasillo. El guardia que se encontraba en el pasillo agacho la cabeza en forma de saludo formal a su líder. Moonbin no toco la puerta, solo entro sin avisar, todo estaba oscuro, solo entraba el destello de la luna llena a iluminar el cuarto del chico, pudo divisar en la cama un bulto, por lo cual se dirigió ahí, al abrir las sabanas de la cama se dio cuenta que eran unas simples cobijas. Apretó con fuerza las cobijas haciéndole resaltar sus venas.

MI MAFIOSO ᴮⁱⁿʷᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora