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Kate y su padre se encontraban en las gradas del estadio Camp Nou dónde estaba jugando el Barcelona contra el Atlético de Madrid. Al parecer Luis Enrique había convocado a un nuevo jugador, Kate lo había buscado con la mirada varias veces pero siempre que su mirada se encontraba con la pelota se distraía mirando como los jugadores se la pasaban entre ellos.
En un momento dado Kate alzó la vista de la pelota para poder bien quién la tenía en posesión y vio al nuevo jugador, espero a que le diera la espalda para poder ver cómo se llamaba.
Tenía el número 26 y tenía el nombre de Matri.
Kate se fijó en su rostro, el pelo se le pegaba a la cara por el sudor, le costó un poco ver el color de sus ojos pero porfin consiguió distinguir un color miel en ellos, no podía fijarse más ya que aunque estaba en la primera fila de la grada, el jugador estaba al otro lado del campo intentando regatearle a un jugador del equipo contrario.
—Mira papá, ¿Has visto al nuevo jugador?
—Si, de hecho hace rato, pensaba que tú lo habías visto ya.
—Acabo de verlo, es bastante bueno.
—Parece muy jóven, de tu edad de hecho.
Kate asintió con la cabeza finalizando esa conversación y volviendo la cabeza al campo.

Al terminar el partido (3-2 ganando el Barcelona) Kate y su padre se levantaron para salir del estadio, eran de los últimos en salir ya que su padre se había encontrado un amigo y se habían quedado hablando un buen rato mientras todo el mundo se levantaba de sus asientos para salir.
Cuando estaban llegando a la puerta vieron como la gente se empezaba a pegar a las paredes mientras sacaba los móviles mientras un guardia ordenaba apartarse ya que iban a salir los jugadores.
Kate no se molestó en sacar el móvil para grabarles al contrario que su padre ya que no encontraba sentido a eso de grabar y subir a internet.
Mientras esperaba mirando al suelo para poder pasar noto que uno de ellos le rozaba el brazo por lo que levantó la mirada y se encontró con la de Matri que le sonrió mientras Gavi a su lado de hablaba de algo que no pudo distinguir por todos los ruidos que había, ese choque de miradas duro dos segundos ya que había un guardia detrás del equipo evitando que se pararan más de lo que deberían.
Cuando porfin acabaron de pasar Kate y su padre salieron del estadio diriguendose al coche.

Lo que el campo se llevó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora