13 (Kate)

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Me acosté en el asiento de manera que mis piernas quedaron colgadas y mi cabeza apoyada en el posa-brazos del otro asiento.
Me puse la capucha de la sudadera ya que empezaba a hacerse de noche y a hacer frío y me empezaba a dar frío en las orejas.
Me quedé mirando como jugaban el partido.
Poco a poco el cielo iba oscureciendo y empezaba a hacer más frío por lo que me encogí en el sitio.
Agarre mi móvil del bolsillo para entrar a Instagram y me entretuve un poco hasta que los párpados me empezaron a pesar y sin darme cuenta me quedé dormida con el móvil desbloqueado.

Cuando me desperté ya casi había oscurecido por completo y en el campo solo quedaban unos cuantos jugadores ya duchados.
Busque a Ale pero supuse que estaría aseandose por lo que me levanté frotandome los ojos, comencé a buscar mi móvil por el suelo pero no lo encontré por lo que mire al frente haber si lo había cogido alguien y vi a Gavi en una esquina solo mirando la pantalla de un móvil con otro en la mano.
Busque a Pedri con la mirada y cuando lo encontré fui hacia el.
—¿Has visto mi móvil?— Le pregunté cuando llegue hasta el.
—Ehhh, no— Me respondió el removiendose en el sitio claramente nervioso.
—¿Lo tiene Gavi?
—No le digas que he sido yo, pero si.
Mire a Gavi y corrí hacia el trotando sin que se diera cuenta.
Cuando llegue hasta el le arranque el móvil que tenía encendido en las manos y al ver la funda transparente con unos dibujos supe que era el mío.
—¿Eres gilipollas?— Le pregunté dándole un empujón.
—Estaba tirado en el suelo, yo solo te lo puse a salvo.
Suspire de cansancio y me di la vuelta guardandome el móvil en el bolsillo trasero del pantalón y me dirigí a donde estaban mis bolsas para cogerlas y esperar a Ale en el campo.
Cogí las bolsas y alguien me pasó las manos por los hombros por lo que gire la cabeza y vi a Gavi a mi lado.
—Quiero llevarme bien contigo, si vas a ser la novia de Ale quiero llevarme bien contigo— Me dijo mientras yo suspiraba de agotamiento ante lo que dijo.
—Que no soy su nooovia.
—Aún.
Volví a suspirar y aparte su brazo de mis hombros para empezar a caminar hacía la entrada de los vestuarios.
Gavi volvió a pasarme el brazo por los hombros.
—¿Sellamos la paz?— Me dijo tendiendome la mano que tenía libre.
Le miré de arriba a bajo un segundo y luego le estreche la mano con la mía dando un tirón hacia arriba y abajo.
—Sueltame— Le ordene.
El quito el brazo de mis hombros y me sonrió.
—Hasta luegooo— Me dijo yéndose en dirección a Pedri.
Negué con la cabeza suspirando y me quedé esperando a que Ale saliera.
5 minutos más tarde porfin salió acompañado de Busquets y Jordi.
Vi como se despedía de ellos y venía corriendo hacia mi.
—¿Nos vamos?— Me pregunto.
—¿No te despides?
—Si los veo mañana.
—Pero despídete de Gavi por lo menos.
Ale suspiro y me agarró de la mano llevándome con el hasta llegar hasta donde estaban Gavi y Pedri.
—Adios chicos, mañana nos vemos— Dijo Ale.
—Adios a los dos— Dijo Pedri.
—Hasta mañana— Dijo Gavi.
—Adioos— Dije yo.
Ale se dio la vuelta y me soltó la mano para ir hasta el aparcamiento de atrás para coger su coche.
—¿Te lo has pasado bien?— Me pregunto.
—Si, ¿Podré volver?
—Claro, le caes genial al entrenador y al equipo.
Le sonreí y antes de que le pudiera responder una docena de periodistas nos arrollaron impidiendonos seguir con nuestro camino y nos empezaron a saltar preguntas sobre si éramos pareja y sobre quién era yo.
Ale se quitó la chaqueta rápido y dando empujones para poder seguir el camino hacia el coche me puso la chaqueta en la cabeza tapándome la cara para protegerme de las fotos que lanzaban los periodistas.
Cuando conseguimos llegar al coche me ayudó a entrar dando empujones a los periodistas y luego se metió el dentro.
Tocó dos veces la bocina para dar a entender de que íbamos a arrancar y que se apartaran.
Salió del aparcamiento a toda prisa y yo me quite la chaqueta de la cabeza rápido.
—¿Estas bien?— Me pregunto.
—Perfectamente.
—Lo siento, no quería meterte en ese lío.
—Eso me da vidilla ojalá que pase más veces, no me tienes porqué defender.
—Lo se, pero, fue por los nervios del momento.
—Tranquilo te entiendo.
Antes de que me pudiera responder alguien dio unos golpes en el cristal de mi ventana ya que estábamos en un semáforo y yo bajé la ventanilla dándole al botón de la puerta.
—¿Eres Alessandro Matri?— Pregunto una chica joven.
—Claro— Respondió el.
—Lo siento por las molestias pero puedes tomarte una foto y firmarme la camiseta.
—Claro— Dijo Ale sonriendo.
Yo cogí la camiseta del club de la chica y un rotulador sonriendo y se la pasé a Ale para que la firmara y cuando lo hizo se la devolví a la chica.
Ella ya tenía el móvil en la mano con la cámara abierta por lo que se dio la vuelta y como iba a salir también en la foto sonreí con el brazo de Ale por mis hombros y la chica saco la foto.
Ella se me quedó mirando unos segundos y despues pestañeo varias veces.
—¿¡Tu eres su novia verdad!?— Me pregunto ella.
—No, ehhh...solo somos amigos...
—Dios, hay muchísimos vídeos vuestros de hoy y de hace días por internet vuestros y todo el mundo dice que sois pareja, firmame la camiseta tu también porfavor— Dijo tendiendome la camiseta.
Yo se la firme sonriendo y la chica se fue después de despedirse por lo que seguimos nuestro camino hacia la casa de Ale.

Lo que el campo se llevó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora