7 (Kate)

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—Adios papá, luego te cuento cómo ha ido el partido— Me despedí de mi padre ya que aunque en principio venía conmigo esta mañana se había despertado con fiebre.
—No te molestes, lo veré en la televisión.
Asentí con la cabeza dando por terminada la conversación.
Salí por la puerta de casa y me dirigí a la parada del autobús ya que aún no había tenido tiempo de sacarme el carnet de conducir.

Cuando llegué al estadio solo quedaban 10 minutos para que empezará el partido por lo que trote a paso rápido hasta la entrada.
Busque mi asiento entre la primera fila (la mejor de todo el estadio que me había conseguido Ale) y cuando lo encontré me senté y vi calentar al equipo aunque solo me podía fijar en mi amigo.
Unos 2 minutos después Ale giro la vista hacía las gradas en mi dirección buscándome y cuando me encontró me saludo con la mano y luego hizo el ademán de lanzarme un beso con la mano (como siempre hacíamos que nos veíamos de lejos), yo hice ademán de cogerlo y de metermelo en el corazón mientras el me sonreía.
El se dio la vuelta para seguir calentando y vi como Gavi le daba un empujón con el hombro y luego le susurraba algo mirándome.
Ale se dio la vuelta un segundo y me volvió a mirar durante un segundo para luego volver a darse la vuelta y seguir calentando.
5 minutos después los jugadores se colocaron en sus posiciones y los dos porteros tiraron una moneda para ver quién comenzaba a sacar.
La moneda callo en cara por lo que el Barcelona comenzaba sacando.

Ale estaba muy cerca de la portería y le pasaron la pelota, me levanté del asiento gritando conteniendo la respiración y a lo que pareció que pasó a cámara lenta, Ale consiguió marcar el primer gol, vi como lo celebraba mirando hacia mí y levantando el puño guiñandome un ojo y yo lo imite.
Cuando todos llegaron a él se arremolinaron alrededor saltando y celebrándolo.

El partido continuó hasta el descanso de 15 minutos, saque mi móvil de el bolsillo trasero y entre a Instagram para entretenerme los 15 minutos de descanso. Por sorpresa, la primera imagen de recomendaciones que me apareció fue de la cuenta de fútbol "433"
En la foto estábamos Ale y yo mirandonos celebrando el gol con el mismo gesto, abajo de la foto aparecía un texto diciendo "¿Alessandro Matri y su pareja?".
Apreté el móvil bastante fuerte a la vez que apretaba la mandibula, masculle un "mierda" bajito y me levanté de mi asiento bastante enfurecida y me agarre a la barandilla que impedía el paso al campo.
—¡Ale!— Grite con todas mis fuerzas ignorando las miradas de la gente que tenía a los lados, tuve que gritar varias veces su nombre para captar su atención y cuando porfin lo hizo levanté el móvil en su dirección, el achico los ojos para intentar ver mejor pero al ver que no podía troto un poco más cerca para ver el móvil mejor, cuando consiguió verlo abrió los ojos como platos y se puso las manos en la nuca mirando las cámaras que sobresalían sobre las barreras.
Me hizo una seña para que saliera del campo hasta la salida y eso hice, me levanté de mi asiento y corrí hacia la salida del campo, cuando llegue Ale ya estaba allí por lo que le tendi el móvil para que pudiera ver mejor lo que ponía.
—Jo-der— Dijo el.
—¿Que coño vamos a hacer ahora?
—Me pondré en contacto con ellos y les diré que borren esa noticia, porque... Solo es esa, ¿No?
Le quite el móvil y entre a Google para reiniciar las noticias recomendadas sobre deporte que me aparecían, cuando se terminaron de reiniciar en todas las noticias aparecía mi cara y la de Ale.
—No, me da que no— Le dije enseñándole la pantalla del móvil.
—Voy a ir a hablar con los fotógrafos.
—¿Voy contigo? Total, seguramente ya habrá visto todo el mundo las noticias, si me estaba mirando todo el mundo muy raro antes de acabar la primera parte.
Se me quedó mirando unos segundos con las manos en las caderas supuse que pensando pero al final asintió y comenzó a caminar para adentrarse en el campo mientras yo lo seguía para ir al otro extremo donde estaban todas las cámaras.
Cuando llegamos hasta ellos Ale empezó a hablar con todos los que controlaban las cámaras y mandaban las fotos a las sucursales, a veces me señalaba o me miraba, a veces les gritaba diciéndoles que yo no había dado mi consentimiento para que me sacarán fotos y que podía demandar a la compañía, cuando notaba que se enfadaba de más le agarraba del brazo y le susurraba que se tranquilizara que no podía cabrearse más.
Todos le decían lo mismo, que esas imágenes no se podían retirar porque nunca habían borrado nada aún con quejas y este no iba a ser un caso distinto.
Cuando habíamos hablado con todos el descanso estaba apunto de terminar, mire a Ale frustrado y apoyo la cara en mi hombro y yo le di unos toquecitos en la cabeza.
—Es igual, ¿Vale? No pasa nada, va a estar todo bien, la vida sigue, no se va a acabar el mundo, ¿No?— Le dije mientras caminabamos por la mitad del campo con muchísimas miradas centradas en nosotros.
—Ya pero me da rabia, por ti.
—A mi me la suda.
—¿Segura?
—Segurisima.
Ale me sonrió y cuando estábamos a unos cuantos metros de los banquillos donde estaba el resto del equipo.
—Me vuelvo a mi asiento, luego te espero fuera— Le digo.
—No, espera, quédate aquí.
—¿En el banquillo? ¿Con tu entrenador y los jugadores y los demás?
—¿No quieres?
—No, claro que sí, si, si quiero.
Ale me sonrió y me agarró de la mano para llevarme a los banquillos.
Hablo con su entrenador y los jugadores que estaban en el banquillo un momento y luego me dijo donde sentarme cosa que hice.
—No te vayas, eh— Me dijo.
—Ya, ya, tranquilo.

Unos 2 minutos después empezó la segunda parte del partido y yo estaba muy quieta en mi asiento mirando un poco de reojo a los jugadores.
Cuando había empezado segunda parte del partido mandaron a Gavi al banquillo por lo que lo mire de reojo porque según me había contado Ale era su mejor amigo de toda la vida ya que se conocen desde los 11 años.
Note como el me miraba de reojo también.
—A si que que tú eres la novia de Ale— Me dijo.
—No, solo somos amigos.
—¿Solo? ¿Esque quieres ser algo más con el?
—¡No!— Me salió ese grito por sorpresa.
—¿Entonces no te gusta?
—No he dicho eso.
—Entonces si que te gusta.
Me quede callada ya que no quiera decir nada de lo que me pusiera arrepentir ya que solo éramos amigos.
—Se nota que si— Insistió el.
Me estaba empezando a poner muy nerviosa por lo que cerré los ojos fuerte y jugué con mis dedos.
—Invitarme a la boda, eh— Seguía insistiendo.
Notaba que me iba a desmayar de los nervios por lo que me levanté y rodeé los banquillos para saltar la barrera de las gradas y dirigirme a la salida corriendo.

Lo que el campo se llevó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora