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- Te encontré - digo cuando veo a Ryder tomándolo del brazo.

- ¿Te estás divirtiendo? - pregunta posicionándose frente de mi.

- La verdad, si - me encojo de hombros mientras bebo de mi vaso.

- Eso es bueno, ven acá - dice y me abraza - Félix cumpleaños, niña.

- Gracias, Ryder- digo cuando me suelta.

- Solo por hoy, haré todo lo que me digas - dice riendo, aquí es donde me doy cuenta que ya está más feliz que yo.

- Bien, bueno, toda la fiesta está perfecta, no conozco a nadie pero me agrada el ambiente, solo hay algo que me tiene inquieta - digo mordiendo mi labio.

- Dígame en que puedo ayudarle - dice mi caminamos a una de las periqueras que rento sentándome en una mientras él se queda prado frente a mi.

- Bueno pues, creo que no sabías esto pero, no me llevo muy bien que digamos con esta chica, Gwen, es algo como el agua y el aceite, no logramos llevarnos bien y bueno, no es agradable que se presente en mi fiesta de cumpleaños - digo tratando de soñar calmada dejando la molestia de lado.

- Pero no te ha hecho nada, ¿cierto? - pregunta recargándose en la mesa.

- Pues me saludo, no de la manera que me hubiera gustado, fue un poco hipócrita y bueno, nadie quiere que la incomoden en su fiesta.

- Pero si no te ha hecho nada, ¿por qué quieres que se vaya? - pregunta bebiendo.

- Porque es incomodo, Ryder, no la quiero aquí si eso quieres que te diga, quiero que se vaya de aquí - digo comenzando a fastidiarme.

- Pero aún no te hace nada, cuando lo haga dímelo y se va - dice a lo que yo ruedo los ojos.

- ¿Y por qué esperar?

- Porque no voy a decirle que se vaya por tus chiflasones.

- Ryder, por favor, solo te pido eso - digo haciendo mi cabeza hacia atrás fastidiada de esta estupida discusión.

- Y yo te pido que seas agradecida.

- Pero solo te estoy pidiendo que se vaya, no que se termine la fiesta, todo está asombroso y te agradezco por eso, pero a ella no la quiero aquí - digo firme.

- Pues ella no se ira- dice decidido.

- Ryder, ya - me quejo cuál niña pequeña.

- Ya te dije, deja de ser chiflada, disfruta y ya, ella se va a quedar y es mi última palabra - dice serio comenzando a levantar la voz.

- Bueno, entonces si no se va ella me iré yo - digo levantándome.

- ¿Pasándola bien tórtolos?

Lo que me faltaba.

- Ella se queda - dice Ryder tomándola por la cintura acercándola a el.

- Asombroso - digo comenzando a caminar lejos de la escena caminando a mi habitación sacando la llave de mi brassier para abrir la puerta, sin pensarlo dos veces tomo mi pequeña mochila roja y guardo un pantalón de pijama y una blusa a juego, mi cargador, mi celular y unos audífonos, mi cartera y cierro la mochila lista para irme a donde sea.

Una niñera para el Playboy (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora