Capítulo 3

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Una vez en la zona de la fiesta de té pude mirar a los lejos a Penelope que iba llegando junto a la Condesa Dotothea.

Me quede un rato observando a lo lejos y escuchando todo sin moverme de mi lugar.

-¡Pft!

Podía escuchar el estallido de rídiculas risas hacia Penelope.

Tks.

Pude mirar a lo lejos como empezaban a preparar un escenario con un oso peluche como objetivo.

Antes de que Penelope pudiese levantarse de su asiento con su ballesta en manos la detuve tocando su hombro y me paré a su lado

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Antes de que Penelope pudiese levantarse de su asiento con su ballesta en manos la detuve tocando su hombro y me paré a su lado.

-¿Desde cuando un miembro de la familia Eckart sirve para el entretenimiento de los demás?

Todas las presentes quedaron conmocionadas con mi repentina aparición.

Las miré a todas con ojos fulminantes.

Las otras aristócratas que reconocieron tardíamente la situación abrieron los ojos.

-Jo-Joven... Duque... Eckart...

-¿Joven Duque Eckart? -Corté fríamente las palabras de la mujer. -¿Desde cuando el nombre de Eckart comenzó a subir y a bajar de la boca de una mujer descarada?

-¿Joven Duque? -Susurró Penelope sorprendida y parpadeó un par de veces sin poder creer que me encontraba ahí.

Me giré hacia la mesa de té y busque la taza que le habían servido.

-No estaba enterado que tan mal estaba financieramente Condesa Dorothea. -Le hablé dirigiendo mi mirada de la taza de té hacia ella.

-E-Eso... -Titubeo y miró de reojo a la señorita Kellen.

El rostro de la señorita Kellen palideció desde el momento en que llegue.

-Penelope, ¿Llegaste a tomar de está taza?

-No.

Me respondió al instante un tanto confundida al parecer no era consciente de su contenido.

-Bien.

Le hice señas a los caballeros que traje conmigo.

-Llevense esto como evidencia y arresten a todas las presentes.

Muchas damas se desplomaron al suelo sin poder creer lo que estaba sucediendo.

-¡Joven Duque!

Hice oídos sordos ante las súplicas desesperadas de todas ellas.

-Penelope, ¿No ibas a cazar? Ve yo me encargo del resto.

-Si... -Miró por encima de mi cabeza.

Se levantó de su asiento para marcharse, pero se detuvo un momento y volteo en mi dirección.

La regresión de Derrick EckartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora