El Vizconde no pudo evitar esconder su miedo y cometio el error de mirar al Marqués esperando una solución.
-Mientras esperamos al mago Imperial, que entren los testigos.
Como si hubieran esperado tales palabras, la puerta de la sala de conferencias se abrió y tres personas comenzaron a entrar.
"¿No las había arrestado Derrick a esas dos?"
Una silla con ruedas fue arrastrada al suelo, causando disturbios en el tranquilo pasillo.
Había un hombre sentado sobre él como si estuviese acostado y una mujer con cara arrogante y cabello azul empujaba de él.
La Condesa Dorothea la siguio con una mirada afligida.
La maldad fluyó de la vista de la mujer de cabello azul, que se reía de mí con ojos ardientes.
"¿Quién es la mujer malvada aqui?"
-¿Quién es la mujer malvada aquí?
Como si Derrick hubiese escuchado lo que pensaba lo había dicho en voz alta por mí.
-¿Joven Duque?
-Mis disculpas Juez. Creo que el Vizconde se acaba de burlar de su generosidad.
‐¿Quién? ¿Yo? ¡Cómo te atreves!
-¡Silencio! Abra Joven Duque.
-Sus testigos no son nada honestas incluso el testimonio que den seran puras mentiras. Mis caballeros arrestaron a ambas damas ayer por faltarle el respeto e intentar envenenar a la Princesa de la familia Eckart.
‐ ¡Calumnias!
- Incluso se tuvo que llegar a un acuerdo con el Marqués para liberar a ambas señoritas. -Busco en el bolsillo de su saco un contrato y lo mostró al Juez. - Se supone que dicho acuerdo quedaria entre ambas familias, pero al ver que quieren abusar de ello es mejor presidir.
"Oh, ahora entiendo porque se veía tan confiada Lady Kelline, creyó que el Derrick no diría nada acerca del acuerdo."
Grave error.
-Je... Je... Je... Diosa
El hombre que se encontraba en silla de ruedas babeo, y extendió sus brazos hacia mi.
Lady Kelline palideció y se aferró a su prometido.
La señora Dorothea se asustó y dio un paso atrás.
Finalmente, la pertubación se calmó solo después de que el criado ató la boca y las manos del Baron Tullet con un trapo.
-Hmm... El testimonio de Lady Kelline. Escúchemosla. -Ordenó el Juez al mismo tiempo que mando a buscar el contrato que tenía Derrick en su poder.
-En la fiesta de té la Princesa Eckart nos apuntó con una ballesta y reveló que tenía la magia de volver idiotas a las personas si eran golpeadas.
La cabello azul me miró como si hubiera estado esperando este momento para abrir la boca, apesar que ahora la confianza del Juez en su testimonio habia sido cortada.
-Habían esposas y señoritas de varias familias, incluida la anfintriona, la Señora Dorothea ¿Verdad, Señora?
-Sí, si... Paso eso...
La señora Dorothea respondió timidamente y me miró con sensatez.
Se sacudió y cerró sus ojos cuando nuestras miradas se encontraron.
Me reí de ellas.
"Afortunadamente mis amenazas siguen siendo efectivas"
Era una respuesta positiva.
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La regresión de Derrick Eckart
FanfictionEl joven duque se encontraba congelado ante lo que estaba presenciando en ese momento, aquel enorme Monstruo globo que fue sacado por una de las mujeres de otro país en medio del banquete se encontraba frente a Penelope, él estaba lejos de ella. El...