Capítulo 2

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Sus pasos fueron lentos, siguiendo la multitud hacia la zona a la que se suponía que debía ir, sintiendo una mirada, él volteó su rostro, mirando a través de la venda, vio a una chica de cabello azul que lo observaba con curiosidad, sus colas parecieron reaccionar a las emociones de la persona delante suyo, parecían contentas, pero fue algo que decidió dejar de lado, solo siguió avanzando, reaccionando por instinto, él envió una de sus colas evitando que un chico se cayera, al mismo tiempo que una chica de cabello marrón también lo hacía.

Dando un pequeño empujón, volvió a ponerlo de pie, no espero agradecimientos, no espero preguntas, solo siguió avanzando, dejando que los dos chicos hablaran o bueno, al menos que la chica lo hiciera mientras el otro se ponía nervioso, se preguntó si conseguiría una novia, llego a considerarlo problemático y eso que él no era de pensar así, sacudiendo un poco la cabeza, decidió dejar ese tipo de pensamientos para los Nara de su mundo, mejor dicho, del mundo del que venía, pues no era suyo y tampoco era más en el que vivía.

Él no supo si debía responder o quedarse callado y sentir lastima por el hombre que estaba explicando lo que debían hacer, tampoco decidió hacer preguntas, solo prestar atención en caso de haber de encontrar un vacío en las normas que pudiera aprovechar, aunque, ahora que lo pensaba bien, simplemente podía no obtener puntos y ya, entonces, cuando alguien que considero demasiado recto hablo, solo soltó un silencioso suspiro y apoyo su cabeza sobre su mano, esperando a que dieran inicio al examen.

-Es desagradable pedirle a una institución que se disculpe por algo sobre lo que todavía no han hablado – él soltó al enojarse después de que el sujeto con gafas decidiera molestar a un chico que estaba murmurando.

No le importaron las risas, tampoco le importo haber dejado en mala posición a alguien, le molesto que se burlaran de una persona que no hacía daño a nadie, eso solo le recordó el tiempo que paso en la academia ninja, donde él era el hazmerreír solo por no ser igual a los demás, solo porque no tenía a nadie que le ayudará y porque hacía el ridículo cada vez que pasaba al frente, en otras palabras, estaba cansado de esas injusticias, aburrido de las personas que criticaban a otras solo porque no se apegaban a un modelo que creían.

"Un verdadero héroe es alguien que se sobrepone a los infortunios de la vida", esa frase quedo resonando en su cabeza, la considero tonta, pensó en el hecho de sobreponerse a los infortunios como algo que todos hacían de diferentes maneras, unos lo evadían, otros simplemente huían, otros lo golpeaban, ninguna era incorrecta, ninguna tampoco era correcta, todo dependía de la circunstancia y el hecho de que cada persona afrontará una situación, según esa frase, lo hacía un héroe, eso lo llevo a pensar que era en realidad un héroe.

Se pregunto como una escuela podía tener un lugar similar a una ciudad dentro de sus establecimientos para llevar a cabo un examen como el que tenía que realizar, sus oídos captaron las máquinas que se encendían, tal y como pensó eran menos que el número de participantes, pensó en obtener una puntuación mínima, apenas para ingresar o para que lo rechazaron junto a la mayoría, si era sincero, prefería la segunda, soltó otro suspiro al escuchar una nueva discusión y justo del mismo sujeto de antes.

-Bien, bien – él dijo levantando en el aire al chico con gafas – no sé qué piensas de las personas, pero si ver a alguien nervioso acercarse a alguien con quien se llevó bien esta mañana te parece interferir, entonces deberías evaluar tu significado como persona.

Estaba sonriendo, se estaba haciendo el tonto y, aun así, eso basto para que la atención se desprendiera de aquel niño de cabello verde, una vez más, lo ayudaba porque estaba siendo egoísta, no era por altruismo como otros pensarían, solo estaba cansado de que otros rebajaran a unos, dejando en el suelo al señor rectitud, él camino en otra dirección, bostezando y sentándose con su espalda apoyada en un muro, lo habían hecho madrugar solo para una conferencia en la que quiso dormirse, eso le recordó las aburridas clases de Iruka, algo ante lo que se rio, pues recordó la bromas que le gasto al chunnin.

Una vida tranquilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora