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- Quita esa cara de amargado.  - Moviendo sus lentes oscuros en sus ojos Satoru le indico a su acompañante mientras caminaban. Casi parecía riéndose de él, caminando por los pasillos de la escuela.

Toji apresuró su andar para ignorar a Gojo, torcieron los ojos en disgusto. Notando como su presencia no tardó en hacerse tema de chismorreo cuando se dio cuenta de unos adolescentes (asumió que alumnos) en palabras susurradas conversaban de él.

- Ya eres popular. Recuerda, si una alumna te va una carta, la rechazas. - No supo cuando pero Gojo se volvió a parar frente a él. Alzando a un dedo como si lo estuviera reprimiendo.

- ¿Que tanta cara de desgraciado me ves? No estoy interesado en niñas. - Ofendido se cruzó de brazos. Y Gojo no saltar para esquivarlo le hubiera golpeado por lo próximo que dijo.

- ¿Tu cara no siempre es así?

- "¿Y tengo que vivir ahora con este niñato?" - En otras circunstancias gritaría. Se contuvo no más, limitándose a seguir a Satoru por su caminó hacia lo que asumió era una oficina.

Lo primero que le llamó la atención fue notar a un viejo con una apariencia de momia recién salida del sarcófago, sentado en posición de loto. Aunque tranquilo parecía tener poder dentro, eso lo alcanzó a notar.

- Un gusto conocerte. Toji Zennit. - Hablo. En primer momento no quiso contestar, engrosando la miraba hacia el viejo frente él.

- Este viejito es Gakuganji, el director de esta escuela de brujería y tu nuevo jefe. - Tan rápido como Gojo puso sus manos sobre los hombros del anciano para presentarlo, de un movimiento muy rápido para lo que su cuerpo viejo podía permitir, Gakuganji golpeó a Gojo con el bastón, aprovechando que no estaba activada su técnica de restricción por su infantil acto.  - Como verás Toji, este hombre y yo no tenemos la mejor relación. - Parándose se llevó la mano a la cabeza, tomando un puesto junto al pelinegro.

- No lo hago por gusto.

- Mucho rencor en tantos huesos ¿Eh? No lo culpo.

- Sabes lo que te conviene, eso lo sé. - Sonada despectivo, el viejo no lo quería ocultar tanto.

- Ya déjense de comentarios de desprecio y dígame qué tengo que hacer.

- ¡De eso me encargo yo! - Detrás de ellos una fuerte voz Femenina se hizo presente. Parándose frente a la pared como si fuera una diva llena de glamour. - Un gusto verlos. Desde que se me informó que ibas a venir estuve ansiosa por conocerte, sabrás mi emoción apenas los ví llegar. ¿Qué tipo de mujeres te gustan grandulón? - Segura y sin perder el estilo se acercó a los 3 hombres, guiñándole el ojo a Toji una vez estuvo frente a él.

- ¿Se me está insinuando? — Llevó su mirada a Satoru, cuestionando y notoriamente confundido por tanta confianza hacía él.

- A no, ella es Yuki, una hechicera de grado especial. Es muy poderosa pero extravagante. - Gojo le explicó. Detrás de ellos Gakuganji estaba experimentando una fuerte migraña.

- Depende de las mujeres que te gusten se que tipo de hombre eres. Con todo lo que escuche no me voy a creer que seas un hombre de gustos aburridos. Sin energía maldita y asesino de hechiceros, eso no sé ve todos los días. — Señaló, cruzándose de brazos Toji asintió, entendiendo, a medias , las intenciones de Yuki. — Este albino de aquí si fue un caso que me sorprendió.

- ¿Enserio? - Con burla miro a Gojo que sonrojado parecía querer ocultar su vergüenza bajo sus lentes.  - Ah... Primera vez que escucho algo así... Eres atrevida, me agradas. Dime qué dijo él y olvidaré que no me gusta hablar de mi pasado, te respondo todo.

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