Perdón.
Una palabra tan difícil de decir en algunas ocasiones. Una palabra que en algunas ocasiones necesitamos como si fuera lo único que nos podría mantener vivos.
Pero cuesta aún más cuando debemos decirnos esa palabra a nosotros mismos. Es de más valor y mucho más necesario cuando carecemos de ese perdón. Y es que, a veces, no notamos que debemos pedirnos perdón, que nos hace falta ese momento para continuar, para dejar ir, para ser feliz.
Es por eso que hoy decido pedirme perdón.
Perdón por confiar en personas que no lo merecían.
Perdón por faltarme el respeto una y mil veces.
Perdón por no agradecer todo lo que soy.
Perdón por permitir que mis momentos de triste se prolongaran de manera excesiva.
Perdón por todo, absolutamente todo lo malo que he permitido y que yo misma he hecho.
Uf, que difícil es decirlo. Pero continúo.
Hoy decido perdonarme.
Me perdono por ser una persona confiada, por faltarme el respeto una y mil veces, por no permitirme ser feliz. Me perdono por absolutamente todo lo malo que ha pasado en mi vida y por aquello que he permitido que pasara.
Me perdono porque todo es un proceso y porque sé que estoy buscando ese cambio que solo yo me puedo dar.
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Microrrelatos: sueños perdidos©.
RandomCOMPLETO. El libro consta de varios micrrorelatos de todo tipo, donde algunos tienen su final como otros buscan que el propio lector busque el final que más quieran para ese relato, se encontraran todo tipo de género en estos relatos, como también v...
