Microrrelatos: sueños perdidos©.

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Tres meses, solo eso ha pasado desde la última vez que hablamos y quiero decirte que pensé sentir tu ausencia, pensé que te iba a extrañar, que iba a querer volver a verte y vaya sorpresa me lleve cuando no fue así, cuando al pasar los días tu recuerdo cada vez era menos presente, menos necesario. Incluso, podía pasar todo el día sin pensar en ti, nada comparado a los primeros días donde empezamos a hablar y a los días tu recuerdo no me abandonaba.

Pero bueno, cada vez me doy cuenta que las personas son etapas, que las personas llegan a nuestras vidas para mostrarnos algo, enseñarnos algo... Tú, bueno, ¿qué te puedo decir?

Al principio estuve necia y a todo el mundo le decía que no me habías enseñado nada y que mi tiempo a lado tuyo fue una pérdida de tiempo.

Sin embargo, vaya sorpresa cuando me di cuenta que si me enseñaste algo, bueno, más o menos. Pues, más que enseñanza fue un recordatorio. Me recordaste varias cosas:

1. Me recordaste porque no cualquier hombre conoce a mis padres, porque no cualquier persona entra a mi casa.

2. Me recordaste por qué no soy fan de querer relaciones formales.

3. Me recordaste que no soy un objeto a esconder, que merezco ser presumida, que merezco ser primera opción.

Y ahora qué hago este analices, te puedo agradecer algo y es que si me dejaste una enseñanza importante: Ninguna mujer, ninguna merecer ser la amante, ni que le ponga el cacho. Ninguna.

Es feo el saber que una persona no te respeta y te esconde, te miente durante meses y te hace sentir la peor opción del mundo, cuando ninguna persona merece ser opción. Me di cuenta que no hay nada qué te defienda, y que no eres hombre de querer en mi vida. Eres todo aquello que he rechazado toda mi vida, y contigo me equivoque, y mucho. Me arrepintiendo bastante de haberte rogado de maneras tan vergonzosas, de haber dado mi tiempo de esa manera cunado no lo merecías.

Pero ahora, después de este tiempo me siento bien nuevamente conmigo misma, con mi soledad, y estoy feliz por eso, porque mientras que tu estas lamentándote de no tenerme, yo estoy avanzando y con mis ideales más claros que nunca.