Vincenzo || Omegaverse || BL

Capítulo 5

  — Hola, quisiera un lavado en seco - dijo con una sonrisa ingresando al establecimiento.

El hombre mayor suspiro y observo el traje que el contrario le entrego.

— Es un traje raro, que no se ve en Corea, la tela también es diferente - explico el menor.

— Es una marca clásica.

Vincenzo soltó una pequeña risa.

— No, no lo entiende - empezó a explicar - Boralro lo hizo a la medida para mí en Italia y...

El mayor lo interrumpió con confusión.

— ¿Qué? ¿Barro?, ya dejé de mentir, todos dicen que sus trajes son caros.

— Hablo en serio, este traje es de una colección limitada.

— Quien haría un traje de edición limitada así de feo, se ve que es barato.

El menor dio un profundo respiro para calmarse y no golpear al alfa mayor, ya que su padre fue quien le pidió a Boraldo que le hiciera ese y otros trajes más como regalo de cumpleaños, por lo que tenían un gran significado para él.

— Unidad 606, lo quiero para mañana.

— Entonces debió venir ayer, no estará listo para mañana - dijo con indiferencia.

Vincenzo no sabía cómo reaccionar, miro cualquier lugar que no fuera al hombre mayor, pero cuando fijo su vista al frente se sobresaltó, ya que todos los inquilinos y algunas personas que no había visto lo observaban fijamente.

El omega intentó ignorar las miradas y salió del establecimiento con el objetivo de volver a su habitación, pero el carraspeo de una de las personas desconocidas llamo su atención.

El hombre mayor se puso en frente de él.

— Escuche que llego con el dueño del edificio.

Por su olor puede decir que es un alfa, pero el tono de su voz era tranquilizante y su olor le generaba confianza, de alguna forma le recordaba a su padre.

— Sí - fue lo único que respondió sin mirar al mayor a los ojos.

— Es un placer, soy director y abogado del bufete Jipuraji, y el presidente del comité contra la construcción, doctor Hong Yoo Chan, a su servicio - se presentó con una sonrisa mientras le ofrecía su tarjeta de presentación al menor.

— Oh sí, es un placer señor, abogado Vincenzo Cassano, a su servicio - se presentó mientras ambos se daban un apretón de manos.

— ¿Se apellida Vin?

— ¿Es chino?

— ¿Cómo dijo?

Todos los inquilinos empezaron a preguntarse entre sí.

Vincenzo soltó una leve risa y miro a los inquilinos.

— Bueno, mi nombre es extranjero, Vincenzo Cassano.

— Era Casanova.

— Ahh...

El omega solo se limitó a suspirar con resignación, hasta ahora nadie lograba pronunciar su nombre.

— Usted no debe tener licencia para ejercer aquí - el abogado Hong intervino.

— No, yo soy de Italia.

— ¡Oh! - una mujer exclamo mientras le daba un golpe a un hombre con ropa de cocinero - el señor Beak también estuvo en Italia.

— Sí, es cierto, el estudio para ser chef en Milán - agrego el dueño de la sala de baile.