Vincenzo || Omegaverse || BL

Capítulo 8

Despertarse después de tener un sueño donde recordaba brevemente cada uno de los asesinatos que cometió, ya era algo a lo que Vincenzo estaba acostumbrado.

Después de ir a atormentar un poco al cocinero farsante, se dirigió a encontrarse con el señor Hong.

— Señor.

— ¿Sí?

— Discúlpeme, pero tenemos que salir ya.

El mayor observó con confusión al omega.

— ¿A dónde?

Vincenzo sonrió.

— Ya lo descubrirá, vamos.

El mayor suspiro y asintió, agarro su chaqueta y su maleta, y junto al menor salieron de la oficina.

— No soy de las personas que aprecian mucho las sorpresas - dijo con seriedad mientras caminaba al lado del omega.

— Creo que esta sorpresa será de su agrado, solo confié en...

El señor Hong miro con preocupación al omega que había dejado de hablar y caminar abruptamente.

— ¿Sucede algo?

Vincenzo apenas podía concentrarse en la voz del mayor, su cuerpo empezaba a sentirse un poco caliente y su mente solo se concentraba en el leve olor que poco a poco se hacía más intenso.

Era el mismo olor de las otras veces, pero ahora era más fuerte, más... real.

El mayor noto que el olor del omega se hacía más fuerte, y justo antes de que pudiera hacer o decir algo, un joven alfa apareció por el pasillo.

— Yo... - Vincenzo noto la nueva presencia, sin embargo, no la miro - por favor, deme... deme un segundo - dijo e inmediatamente se fue corriendo.

El nuevo alfa solo observó con la mirada al omega que escapaba.

— ¿Puedo ayudarlo? - El señor Hong se acercó al desconocido y lo miro con seriedad.

El menor respiro profundamente y puso una falsa mirada de tranquilidad.

— Yo, lo buscaba a usted.

Hong frunció el ceño por el tono y mirada falsa de tranquilidad.

— ¿Qué necesita?

— Soy asistente de su hija, y ella me envió a preguntarle si encontró la cartera que buscaba el día de ayer.

— No hay ninguna cartera, y si eso es todo, le pediría que se retirara, ninguna persona relacionada con Babel es bienvenida aquí, a menos que sea por asuntos legales.

El menor dio una última mirada a donde el omega se había escapado, volvió a mirar al mayor, se inclinó como despedida y se fue.

El mayor respiro profundamente y tratando de seguir el olor del omega, fue a buscarlo.

■■■■■■■■■■■■■■■

Han Seok no podía esperar más para conocer a su omega, por lo que antes de ir al trabajo se dirigió a la plaza que pronto sería demolida.

Ya lo tenía todo planeado, iría, le preguntaría a uno de los inquilinos donde podría encontrar al omega, lo encontraría, se presentaría, y si toda esa mierda que le enseñaron sobre el momento de encontrar a tu destinado era cierto, se acostaría con el omega.

Lo primero que sintió fue ese delicioso aroma, que poco a poco se intensificaba como si estuviera llamándolo.

Al cruzar el pasillo se encontró con el padre de Cha Young y con el omega más hermoso que había visto en su vida.