Capítulo 7

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— Regreso con más de sus trucos.

Vincenzo trató de ignorar las palabras del mayor, no tenía intención de convencer a nadie, solo quería prepararse para la guerra.

— ¿Me hace un favor? - el mayor lo observo incitándolo a continuar - los documentos que tiene sobre Babel, entréguemelos.

— ¿Para qué?, ah, estudiará a su enemigo para derrotarlo.

El omega asintió con su sonrisa habitual.

— Dios, ¿en serio va a seguir con sus trucos?

El menor se resistió a suspirar y solo asintió.

— Sí, con mis trucos como usted lo llama, asombraré a los inquilinos y a usted - no tenía la intención de que su voz saliera en un tono que los coreanos describirían como extremadamente grosero, pero su paciencia se estaba agotando y solo deseaba que el mayor no siguiera interponiéndose en su camino.

— Ahora vallase.

El mayor le dio la espalda a Vincenzo, esperando que el omega se fuera.

— Quien ayuda a los perdedores en la guerra, no es enemigo, sino...

— Aliado - el señor Nam que solo se limitó a observar la interacción de los contrarios, no pudo evitar terminar la frase - ¿correcto?

— ¡TÚ!

El señor Hong sintió la necesidad de golpear a su asistente, sin embargo, solo se limitó a mirarlo molesto y amenazarlo con un golpe.

El mayor golpeo una torre de papeles y se giró para ver nuevamente al omega.

— Ese aliado...

El alfa miró al omega a los ojos, y una idea empezó a cruzar en su mente. Sin saber qué decisión tomar, se recostó en su escritorio.

Vincenzo por fin liberó el suspiro que contenía y sé hacerlo al mayor.

— Señor, para confirmarlo, solamente necesita creer - el alfa observó al omega a los ojos - si quiere ganar, en vez de dudar, confié en mí.

Hong observó atentamente al menor, podía sentir su confianza y decisión.

— Ju Sung...

— ¿Sí?

— Trae los documentos de Babel y entrégaselos.

— Si señor.

El menor sonrió.

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Pasaron las horas, Vincenzo leía todo sobre Babel, anotando y subrayando lo que creía importante.

— Señor Nam, ¿puedo ver los documentos de la demanda, por favor?

— ¿Por qué? - el beta no podía estar más confundido por la petición.

— Tengo curiosidad - dijo de forma inocente.

— Bueno - el asistente miro al señor Hong quien estaba "durmiendo" en su silla detrás del escritorio - necesito su permiso para hacer eso.

— Hazlo - dijo el alfa sin abrir los ojos - dáselos todos de una vez.

— Ah, sí señor.

Vincenzo observó con curiosidad al alfa, riéndose internamente de como parecía la situación.

El mayor sentado detrás de su escritorio, y él investigando en frente del escritorio. Cualquiera podría bromear que la escena parecía ser de un padre supervisando a su hijo que estudiaba o hacía su tarea.

Vincenzo || Omegaverse || BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora