Vincenzo || Omegaverse || BL

Capítulo 12

【Al día siguiente - GEUMBA PLAZA, FIRMA DE ABOGADOS JIPURAGI】

Ya casi era medio día, y el señor Hong se impacientaba con cada minuto que pasaba.

— Tal vez, fue a visitar a algún amigo o esté haciendo turismo - dijo el señor Nam en un intento de calmar al alfa.

— Nunca haría algo así sin avisar - murmuró mientras caminaba de un lado a otro - pensé que solo estaría cansado por la fiesta, pero qué esté indispuesto hasta esta hora ya me es extraño.

— Puede que su resaca sea fuerte, ayer no paraba de beber junto con el embajador, no se preocupe.

El mayor dejó de caminar por un momento mientras pensaba esa posibilidad, hasta que negó y siguió caminando.

— No, no creo que sea eso, en todo caso el sonido de su teléfono lo despertaría o le llamaría la atención, desde la mañana no contesta su teléfono, ya le marqué varias veces y nada.

— ¿Quizá está con la señorita Hong?

El alfa se sentó en su silla mientras suspiraba y considero la opción.

— No perdemos nada con intentar llamar.

Agarro su celular y busco el contacto de su hija, después de tres tonos está contesto.

— ¿Ahora si me llamas? ¿Pensé que ya no era tu hija?

— No es el momento Cha Young - escucho como su hija suspiro con cansancio al otro lado de la línea.

— ¿Qué paso?

— ¿Está Vincenzo contigo?

— ¿Ahora lo llamas por su nombre?, aunque solo pasaron algunos días, sí que ustedes dos son cercanos.

— Solo responde.

La contraria no respondió por varios segundos.

— No, no lo vi desde anoche. Ahora, si me disculpas, yo también tengo a una persona que buscar.

— ¿Qué quieres decir?

— El tonto de mi asistente no aparece, y tenemos mucho trabajo que hacer. Adiós - se cortó la llamada.

— Supongo que tampoco está con ella - dijo el señor Nam.

El alfa no le tomo atención al beta. Estaba más concentrado en sus pensamientos.

El asistente de Cha Young tampoco se encontraba. Eso no le interesaría en otras circunstancias, sin embargo, existía un detalle que lo inquietaba.

Ese hombre era el destinado del joven italiano.

— Por Buda, que no sea lo que estoy pensando - murmuro antes de tomar su abrigo e irse corriendo, ignorando las llamadas de su asistente.

Apenas llego al departamento en donde se encontró Vincenzo, no puedo evitar captar el olor erótico que emana esta, el olor característico de una pareja que acabaron de pasar su celo juntos.

Empezó a tocar la puerta con fuerza, después de varios minutos por fin esta se abrió.

— Señor Cassano que pa...

Se cortó a sí mismo al ver quién fue la persona que abrió la puerta.

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Su mente pasaba de la conciencia a la inconsciencia.

Después de luchar al fin logro despertar totalmente, observando que se encontraba en su habitación.