Capítulo 327: Guerra Simultánea en Seúl, Suwon y Busan (14)

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Usó una habilidad que le permitía disparar al azar sin recargar balas durante un cierto período de tiempo. Era como si el cuerpo del almirante Baker se convirtiera en una batería de ametralladoras.

¡Heeeek! ¡Keeeeeeek!

Cubiertos con las balas que el almirante disparó en sucesión, los ghouls no pudieron acercarse a él.

Los cuerpos fragmentados de los ghouls rebotaron en todas direcciones y el panel de instrumentos de la sala de control se hizo añicos.

"¡Asquerosos bastardos!"

El almirante Baker, cuyo rostro siempre permaneció inexpresivo, finalmente comenzó a mostrar emociones.

El estaba enojado.

"¡Fuera de mi lugar ahora mismo!"

Ghouls apuntaron al almirante usando su característica movilidad anómala, pero no les permitió acercarse a él. Él mismo parecía una torre humana.

¡Traqueteo!

En ese momento el almirante cometió el error de pasar por alto a un diminuto no-muerto que se le acercó en secreto, con la cabeza gacha.

Era un esqueleto de duende.

"¿Qué diablos es esto?"

El goblin yacía boca abajo, a cinco o seis pasos del almirante, empuñando una espada larga.

¡Estallido!

El almirante Baker se apresuró a mover el rifle detrás de su espalda para dispararle al duende, pero hábilmente arrojó su cuerpo para escapar de la bala.

"¡Maldición!"

El pequeño monstruo de repente se acercó al almirante. Inclinó el cañón para apuntar a la cabeza del ghoul. No podía apuntar al ghoul con precisión porque no podía poner el rifle en su hombro derecho. Entonces, el almirante se apresuró a retroceder y sacó un "cañón de mano" de su cintura y apretó el gatillo.

¡Estallido!

Golpeó al ghoul, pero la bala le destrozó solo unas pocas costillas.

¡Crepitar!

El ghoul se detuvo por un momento, luego se acercó a él de inmediato.

"¡Sal de aquí!"

El almirante Baker tiró un cañón de mano que necesitaba ser cargado, luego sacó un cuchillo de autodefensa. Pensó en ampliar la distancia con el pequeño monstruo para apuntarle con precisión, y luego le disparó.

"¿Qué?"

Pero justo antes de chocar con el almirante, el esqueleto goblin abandonó la espada y sacó un 'cañón de mano'.

El almirante Baker miró fijamente el cañón. ¡El cañón de mano apuntaba a su cabeza!

"¿Oh?"

Ahora estaba a la defensiva por el monstruo astuto.

¡Estallido!

La escopeta le voló la cabeza al almirante Baker. Con la cabeza hecha pedazos, el almirante se desplomó del asiento donde se había sentado en alto hasta hace un rato.

“...”

La sala de control quedó en silencio en un instante. Todos los tripulantes del buque insignia, incluido el almirante, fueron aniquilados. Y alguien caminó por la cubierta, rompiendo el silencio.

SOLO YO SOY UN NIGROMANTE [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora