Un sábado a las tres de la mañana, cuatro chicos se encontraban en el salón de pociones, algo muy raro ya que ninguno de esos chicos eran muy amantes de esa materia.
Pero ellos tenían sus propios motivos, ya que a Sirius se le ocurrió una nueva "broma" para hacerle a quejicus una bastante rara, su plan y en el cual solo él y otros dos merodeadores estubieron de acuerdo, era hacer una poción de amor, dársela a quejicus para que se enamorara de James.
¿Pero para querían que ese sucio grasiento se enamorara de James? Lo mismo se preguntaron ellos ante la idea de su amigo, pero luego de que canuto explicará todo al menos tres de cuatro merodeadores estaban dispuestos a hacerlo.
La idea era simple, le darían la poción a Snape para que el se enamorara de James, con esto James tendría el camino libre con Lily, y además de causar una pelea entre Snape y la pelirroja por el supuesto amor del miope, los cuatro merodeadores podrían burlarse de quejicus por estos supuestos sentimientos.
Y aunque Remus no estubiera de acuerdo con la broma, ahí estaba ayudando a regañadientes a prepara la poción. Parecía ir todo bien, la poción estaba del color adecuado y siguieron las instrucciones al pie de la letra, o eso creían.
La poción explotó, y como Remus decidió no ayudar, por más de que estubieran suplicando por horas, los otros tres optaron por comprar la poción y dejar en paz al pobre de Lupin quien ya sufría mucho con esto de la próxima luna llena.