La Luna del lobo

Capítulo 1

Narra Dante

Estaba en mi oficina tocándome los huevos (no literalmente), mientras esperaba que el puto reloj pasará más rápido y así irme a casa, odiaba tener que trabajar allí, era un puto castigo, solo 5 minutos y el castigo acabaría

De repente entró quien menos deseaba que entrará, mi padre

-Hijo tienes que leerte estos documentos para mañana, es un contrato importante- dijo él colocando un montón de hojas en mi escritorio

-Tengo la tarde ocupada- dije con mala cara

-La empresa es más importante que tus salidas con esos dos amigos tuyos- dijo él

-Pues que la empresa se lea los papeles- dije molesto

-Por favor pon de tu parte- dijo mientras me fulminaba con la mirada

-Lee tu, estoy harto de leer contratos, apenas tengo tiempo para dormir- dije

-No te me pongas chulo, te pasas horas leyendo sobre la mierda de la anatomía, podrás leer contratos- dijo enfadado

-La anatomía es más interesante que la mierda del papeleo- dije levantándome de la silla

-Tienes que cumplir con tus obligaciones de jefe, deja de leer gilipolleces y lee los contratos- dijo cabreado, solemos discutir mucho

-Estoy hasta los huevos de ti y de tus putas empresas, lo dejo, no pienso ser jefe de ninguna otra puta empresa más- dije harto

Salí del edificio y fui a la cabaña de Bryan, él había hecho una fiesta porque le apetecía, era muy fiestero y liante, nos convenció a mi y a Jack de ir

-Aquí está mi gran amigo Dan!!!!- dijo Bryan al verme entrar, rápidamente me abrazo teniendo un vaso en la mano, ya me llegaba el olor a alcohol

-Como cojones conoces tanta gente?- le pregunté yo viendo su cabaña a petar

-Ni yo lo sé- dijo él

-Y Jack?- pregunté buscando con la mirada

-Aún no ha llegado o no lo he visto- dijo

Me aleje de él y fui a beber algo, estuve bebiendo, bailando y haciendo gilipolleces

A la mañana siguiente me desperté con un dolor de cabeza descomunal, estaba en el sofá de Bryan y vi a Jack en el suelo, estaba durmiendo la mona

Me levanté del sofá y me fui a mi puta casa pues sabía que tendría que recoger si me quedaba, al entrar me desplome en el sofá y me quedé en silencio durante 10 minutos, me daba vueltas la cabeza y no recordaba nada

De repente sonó el timbre y tuve que ir a abrir, era mi madre

-Cómo está mi grandullón?- dijo ella con una sonrisa, sabía que me pediría algo

-Que quieres mamà?- le pregunté sobando mi frente por el resacón

-Ver a mi hijo- dijo ella- Estàs muy delgado desde que te fuiste de casa- añadió entrando

-Estoy bien mamà- dije yo

-Dante Reyes Gómez!!!!!- gritó mi madre al entrar al salón

-Mamà por favor no chilles- dije cansado

-Esta todo desordenado, yo no he criado un vagabundo- dijo ella molesta y empezando a recoger

-No hace falta que recojas- le dije yo

-Así es normal que no conozcas a una chica, pensarán que eres un guarro- dijo

-Tendré que aceptar mi destino y estar solo toda mi vida- dije despreocupado