Capítulo 7

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Narra Dante

Pude encontrar un poco de chocolate en un estante, se lo dí a Luna pues ella no había desayunado

-Tengo que irme, puedes hacer lo que quieras mientras no rompas ni hagas nada malo pero por favor no salgas, es peligroso- le dije a Luna

-Okey, vendrás para comer?- me preguntó

-Si- le dije yo

Me vestí y me fui, llegué a mi destino, la casa de mis padres

Me abrieron con una sonrisa, mi madre me abrazo y mi padre solo me miró

-Que haces aqui?- dijo mi padre con desprecio, me la sudaba su desprecio, supongo que me había acostumbrado

-Vengo a hacerme cargo de las empresas- dije yo, por dentro quería morirme pero necesitaba el dinero para comida y demás

Mi madre me sonrió dulcemente y mi padre cambió su rostro de uno molesto a uno neutro lo cual mostraba agrado en mi decisión

-Por fin has dejado de lado esas gilipolleces de ser cirujano- dijo él

Conseguí que me admitiera lo cual no sería difícil pues era su único hijo y por ende su único heredero

Me dio 1.000 euros para pasar la semana que quedaba de mes, mañana comenzaría otra vez a trabajar lo cual odiaba, mi horario era de 7AM a 3PM, 8 horas en ese infierno

Pase comprando comida, no compre conejo pues me parecía de mal gusto teniendo una conejita en casa, supongo que dejaría de comer conejo y solo comería pescado y aves para tener proteína

Al llegar a casa me recibió mi hermosa conejita con un abrazo, ella colocó la compra en la nevera mientras yo descansaba en el sofá, me sentía cansado de solo pensar en volver a trabajar con mi padre

La conejita me dió un beso en la mejilla haciendo que saliera de mi trance

-La comida está en la mesa....- susurró en mi oído

Yo me levanté del sofá y me senté a comer, olía bien, ella me sirvió un plato de un tipo de crema naranja, al probarlo supe que era crema de zanahorias, estaba buena

-Te gusta?- me preguntó ella

-Si- le dije yo con sinceridad, no solo era hermosa sino que cocinaba de maravilla

Los dos acabamos de comer (yo antes que ella), quise ayudarla a lavar los platos pero no me dejó así que me concentré en leer documentos para mañana

Oí como picaron a la puerta, Luna iba a ir

-Ni se te ocurra, ya sabes que la puerta solo la abro yo- dije sosteniendo su muñeca, no quería que le abriera a un lobo el cual le pudiera hacer daño

Ella agachó la cabeza ante mi petición era muy sumisa

Fui a la puerta y abrí, eran Bryan y Jack, estos ràpidamente entraron en mi casa como si nada, vi que traían dos packs de cervezas, ya sabía cuál era el plan

-Tio tu casa es muy pequeña, tendrías que cambiar- dijo Bryan

-Porque tienes una coneja en tu salón?- preguntó Jack extrañado

-Hola me llamo Luna- dijo ella con una sonrisa amable hacía mis amigos, ella era muy educada

-Oh encantado, yo soy Bryan y el Jack- dijo- No sabía que los conejos se dejaban comer como si nada, es un tipo de venta de carne muy fresca?- me preguntó confundido

-Bueno, sobre eso..... ella es mi amiga......- dije un tanto nervioso por la reacción de mis amigos

-La coneja es tu amiga?- preguntó Jack sorprendido

-Si, somos grandes amigos!!!!!- dijo ella muy sonriente y abrazándome, vi las caras estupefactas de mis amigos

-Tio sabes que te apoyo en todo pero esto no es un poco raro? No puedes hacerte amigo de la comida, eso es muy extraño- dijo Bryan

-Estoy de acuerdo con Bryan- dijo Jack- Es cómo hacerte amigo de un pez- añadió

-Prometo que soy mucho más divertida que un pez- dijo Luna con una gran sonrisa

-Divertida alomejor pero buena está- dijo Bryan

Jack rodó los ojos

Yo me molesté por su comentario y él lo notó

-Te gusta la coneja?!- me preguntó Bryan exaltado, me di cuenta que se había notado mucho mi molestia cuando dijo eso

Vi que Luna se había ido al baño

-Ahora lo entiendo, por eso no se te ve tenso, te la has tirado!!!!- dijo Jack, él era médico y sabía de estas cosas

-Joder entendedme, hasta la he anudado, eso significa que ella es mi predestinada- aclaré

-Vaya pues es verdad, no me puedo creer que tu alma gemela sea una coneja- dijo Bryan

-Bueno, parece buena persona, os deseo suerte- dijo Jack

-No somos novios- les aclaré

-Pero es tu luna, tiene que ser si o si tu hembra- dijo Bryan

-Hay un problema el cual se llama "Andy" y es un conejo, estoy jodido, no puedo hacer nada contra eso- dije decaído

En ese momento salió Luna del baño con mala cara y sosteniendo su vientre con una mano, se notaba que algo iba mal

-Estás bien?- le pregunté preocupado acercándome a ella

-Me duele el vientre y he vomitado, me siento mal- dijo ella, se podía ver que se sentía realmente mal

-Te recomiendo darle caldo de repollo- dijo Jack

La cargué hasta la cama de la segunda planta y la acosté en la cama para que descansará, después de 10 minutos acariciando su cabecita ella se durmió, bajé y me encontré a mis amigos con una cerveza en la mano cada uno

Agarré una y empecé a beber con ellos

-Así que has abusado de una coneja- dijo Bryan en burla

-Me sentía muy mal ese día- dije en excusa, no era que me arrepintiera de conocerla sino que me daba pena admitir que abuse de ella, me sentía avergonzado de mí mismo

A las 8 los dos se fueron, Luna se había despertado a las 6, ella tenía la cena lista

Cenamos y fuimos a dormir, me sentía bien abrazando a la conejita mientras dormía, sentía su olor dulce, hoy olía realmente dulce lo cual era genial para mi olfato

-Conejita, mañana me iré a las 7 de la mañana y no volveré hasta las 3 para comer, por favor no salgas- le dije yo

-Está bien- dijo ella- Buenas noches- añadió dulcemente

-Buenas noches- le dije

Cuando me desperté eran las 6AM, tenía tiempo para prepararme, me di cuenta que Luna no estaba a mi lado en la cama, bajé y vi la mesa llena de comida, ella estaba en una silla, me estaría esperando

-Siéntate, el desayuno ya está listo- dijo con una sonrisa

Yo me senté y empecé a comerme unas tortitas que tenía en mi plato, estaban de rechupete, ella cocinaba genial

-Te gustan?- me preguntó

-Si, están genial- dije

Ella sonrió, al acabar de desayunar todo ese manjar fui a ducharme, al salir fui al armario

No encontraba mi traje, eso me alarmó

Bajé al salón ràpidamente, vi que el traje estaba encima del sofá, estaba planchado y olía genial, era obra de esa conejita

-Luna no hace falta que hagas nada- le dije mientras me ponía el traje

-Quiero ayudarte- dijo ella con una sonrisa, era tan dulce

-Te lo agradezco- dije

-De nada, que vaya bien en el trabajo- dijo

La Luna del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora