Capítulo 2

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Narra Luna

Me desperté con más energía de lo normal, hoy será un gran día me dije a mi misma, me vestí y fui a pasear tranquilamente

Narra Dante

-Va tomate otra- dijo Bryan insistiendo

-Ya me he tomado dos, es la una del mediodía y aún no he cazado nada para comer- dije yo

-Está bien pero pasa esta noche que haré fiesta- dijo, yo acepté, no me sorprendía, Bryan siempre estaba de fiesta

Iba paseando buscando algo que cazar para comer y vi un conejo blanco a lo lejos el cual estaba de espaldas, me acerqué poco a poco y un olor a vainilla me iba calmando, era un olor muy dulce

Me di cuenta que era una hembra por el olor, està se giró y al verme frente a ella a centímetros se quedó estática, yo me quedé igual, no era capaz de matarla

Vi como se desmayo, rápidamente reaccioné, empecé a lamer su mejilla para que despertará, está no reaccionaba así que la cogí en brazos transformándome en humano y la lleve a mi cabaña

La dejé sobre la cama de mi habitación (segunda planta), no podía matarla, por alguna razón había algo que me detenía, ella respiraba

Narra Luna

Me desperté sintiendo caricias en mi lomo, vi a un lobo convertido en humano acariciándome, esté era gigante, rápidamente me transforme en humana para rogarle que no me comiera

Narra Dante

Vi la chica más linda del mundo, era pequeña con una piel blanca y lisa como la porcelana, mejillas rosadas, ojos azul verdoso, pelo suave y lacio de un blanco puro, era increíble

-Por favor no me coma.....- dijo ella asustada tapándose el rostro con las manos

-Cómo te llamas?- le pregunté mientras tocaba ese lindo cabello blanco

Narra Luna

Me sorprendió que preguntará mi nombre

-Luna- dije asustada, el lobo estaba jugando con mi pelo y se le veía contento por alguna razón

-Bonito nombre- dijo sonriéndome

-Y usted?- pregunté tartamudeando

-Dante, Dante Reyes- dijo

Narra Dante

Me sentía tenso pero sobretodo caliente, tenía calor y...... algo más, algo que nunca había sentido

-Cuéntame sobre ti- le dije endulzado..... esa conejita me estaba endulzando?!!

-Tengo 14 años- dijo ella con miedo

-Pues estás bastante desarrollada- dije yo viendo su figura

-Los conejos nos desarrollamos antes que los lobos pues nos comen a temprana edad- dijo ella

-Me alegra saberlo- dije, estaba pensando en cosas que quería hacer con esa conejita y no eran para nada inocentes, además no podría dejarla embarazada así que no habría riesgo

-Me va a comer?.....- me preguntó miedosa, la verdad es que no podría comerme a esa conejita, algo me detenía, sólo sería capaz de comérmela a besos

Me di cuenta de que estaba enfermo por pensar en acostarme con ella, ella era una coneja, ella era mi comida 

No pensaba comérmela pero no podía dejar que se fuera como si nada, ademas que quiero que se quede, estaba tocando sus orejitas, estas estaban caídas por el miedo, a mi me gustaban por alguna razón, era divertido subirlà y ver como caía

-Señor Reyes....- murmuró ella viendo que no dejaba de jugar con sus orejitas

Me molestó que me llamase así, Señor Reyes era mi padre

-Me llamo Dante- le aclaré

-Perdone- dijo ella con la mirada baja- Me comerá?....- añadió en pregunta

-Depende de lo bien que te portes- dije tocando ese pelo lacio

Narra Luna

Vi como el lobo se posicionó entre mis piernas lentamente lo cual me pareció extraño ¿que quiere de mí?

Me impresionaba lo grande que era, en mi familia solíamos ser bajitos

Notaba el calor del lobo pues estè estaba a centímetros de mi y se le veía agitado, la verdad es que me parecía lindo y bueno pues no me había comido

Narra Dante

Intentaba frenarme pero mi cuerpo me pedía que besará a esa conejita y no lo dejará solo en un beso

Me sentía muy tenso y agitado, para que engañarnos, quiero tirarme a esa conejita

Sin pensarlo mucho empecé a tocar sus pechos, eran blanditos incluso bajo la ropa

-Qué haces?.....- preguntó ella roja por cómo la tocaba

-Deja que las toque un poquito más- dije ansioso, era una sensación increíble

-Esto no está bien, tú eres un lobo y los lobos sois fieles a vuestras parejas, ojalá los conejos fueran fieles- dijo ella decaída al final

-Los conejos no sois fieles?- le pregunté confundido

-No, los machos solo están para "pasarlo bien" y después se van- dijo ella- A mi me gustaría encontrar a alguien fiel con quien tener una familia- añadió

-Joder, debe ser un putadon ser un conejo, no solo vivís menos sino que encima sois infieles- dije yo

-Ya....pero yo sé que podré conseguir todo lo que quiera igualmente- dijo animàndose a sí misma, se notaba que era muy positiva y eso la hacía más linda

-Tu quieres tener hijos?- pregunté extrañado

-Si, debe ser muy bonito tener una criaturita que te ame y te diga "mama", a ti no te gustaría?- preguntó ella

Bueno, la verdad es que la idea no me parecía tan mala y más si ella era la que lo tenía, ella podría darme bebés lindos, rápidamente me di cuenta de las gilipolleces que estaba pensando, yo no quería ser padre e igualmente no podría tenerlo con ella pues somos especies diferentes

-No, no me gustaría- respondí yo

-A mi me gustaría tener 4, sé que son pocos pero me gusta esa cantidad, además me gustaría tener una niña y llamarla Elizabeth, es un nombre muy bonito- dijo ella con una sonrisa, no se le veía asustada

-Y porque no los tienes? Acaso eres estéril?- le pregunté, por alguna razón me preocupaba que ella fuera estéril

-No, solo que no quiero tenerlos con un macho que solo quiera "pasarlo bien"- dijo

La verdad es que yo estaba pensando en lo bien que me lo pasaría si me la tirasè, era chiquitita y podría utilizarla como un juguetito

-Entonces me comerá?- me preguntó en tono bajo

-Puede- dije colocándome entre sus piernas

Ella se quedó callada tapándose la cara asustada por lo que le dije, yo aproveché y volví a tocar sus pechos colando mis manos por debajo de su camiseta, eran tan suaves

Noté que ella intentaba apartar mis manos de sus pechos con las suyas pero yo no dejaba de tocarlos, ella estaba muy roja

Ella respiraba de forma entrecortada y yo empecé a besar su cuello, me gustaría marcarlo pero sabía que eso no estaría bien pues ella era una coneja

Narra Luna

El lobo me estaba tocando y besando el cuello, yo estaba muy tensa, no sabía que hacer, me intenté ir pero él me sostenía las muñecas arriba de mi cabeza con una mano suya, era muy fuerte

-Por favor no me haga nada- dije asustada

-Tu vida por un polvo, no te parece justo?- dijo

-Si....- dije temblorosa

Vi como me miraba fijamente mientras se desabrochaba el cinturón de rodillas



La Luna del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora