Capítulo 8

5.5K 393 23
                                    

Narra Luna

Estaba limpiando tranquilamente esperando a Dante, él tendría que volver a las 3 pero ya eran las 6 y no aparecía, estaba preocupada pero él me dijo que no saliera pues era peligroso para mí

Narra Dante

-Os odio panda de cabrones, os dije que hoy no vinièrais a tocar los huevos cuando saliera del trabajo- dije muy enfadado

-Igualmente hemos conseguido convencerte- dijo Bryan

Él y Jack tenían la mala costumbre de recògerme cuando salía del trabajo para ir a beber y siempre conseguían que aceptarà

Me lo pasaba bien pero algo me decía que tenía que hacer algo lo cual no recordaba

-Te puedes creer que hoy al ir a cazar no pude pillar a un conejo, esté era muy ràpido- dijo Bryan super ebrio

Eso me hizo recordar a Luna, le dije que estaría a la hora de comer y eran las 8

Me levanté ràpidamente del sofá de Bryan y por poco me caigo, estaba bastante mal

-Donde vas? Las cervezas están en la mesilla, no hace falta que vayas a buscarlas- dijo Jack

-Tengo que ir a casa!- dije agitado

-Quédate un rato más, es muy temprano- dijo Bryan- Toma anda- añadió acercàndome el porro

-Me voy- dije

-Va tío la última caladita- dijo Jack con una sonrisa muy boba, se notaba que iba fatal pues no solía sonreír

Yo no discutí más y fui corriendo como pude a casa, aún no sabía ni cómo había logrado llegar, saqué las llaves y estuve intentando abrir la puerta por media hora, no pudé

Piqué la puerta recordando que Luna estaba en casa

-Oye Luna soy yo, abre!!!!- dije picando

-Lo siento, el dueño de la casa me dijo que no abriera la casa a nadie- dijo ella al otro lado de la puerta

-Soy yo, Dante!!!!- dije un tanto molesto

-Por favor pare de picar, vàyase.....- dijo tartamudeando, noté que estaba asustada pues se podían oír sollozos

-Te prometo que soy Dante- dije para convencerla

-No te creo, Dante tiene llaves y sabe abrir la puerta- dijo con la voz entrecortada

-Abreme por favor conejita, hace frío- dije rogàndole

-No, no eres Dante, me harás daño si abro, solo me quieres engañar- dijo ella asustada

-Tu eres una conejita blanca muy linda con ojos azul verdoso, eres buena y dulce, positiva y amable, sé quién eres, soy Dante- le dije yo, iba muy borracho y mareado

-No te creo, solo me has visto, por eso me describes, no me conoces- dijo ella

-Sé que te gustan los bebés, querías 4 no?- dije con una sonrisa para mi mismo, por alguna razón recordaba lo que me decía, le prestaba atención sin quererlo- Te gustaría tener una niña por lo menos y..... llamarla Elizabeth, es un nombre muy bonito, al igual que Luna- añadí endulzado, pensar en ella me hacía sonreír

Vi la puerta abrirse, pude entrar y sentarme en el sofá me dolía mucho la cabeza

Ella se acercó y me arropo con una sonrisa, vi como me dio un beso en la mejilla el cual era cálido

-Hueles muy fuerte, no me gusta- dijo ella

-Lo siento- le dije yo

-No pasa nada, con una ducha se arregla- dijo sonriendome

-Siento ser tan gilipollas, abuse de ti y encima me cuidas, soy un verdadero cabrón- dije odiándome a mí mismo

-No pasa nada, gràcias a eso nos conocimos, no te alegras?- dijo ella con una sonrisa, eso me hizo sentir peor, ella era tan buena

-Sé sincera por favor, te dolió mucho lo que hice? Lo pasaste muy mal verdad? Te he jodido la vida- dije al límite de la ràbia, sentía ràbia de lo que hice

-Me gustó- dijo sonrojada, eso me dejó en shock

-Te gustó?- pregunté atónito

-Se sintió bien, nunca me sentí igual, me gusta cuando me besas y tienes un olor muy fuerte pero llamativo, me gustas mucho- dijo roja y con la mirada baja

Aún no podía creerlo, a ella le gustó que la violase?

-Y Andy?- le pregunté yo

-Andy?- dijo ella confusa

-No quieres a Andy?- le pregunté

-Bueno si, pero no como a tí, no tiene nada que ver- dijo ella muy confundida

Había ganado a Andy, la conejita era solo mía

-Eres solo mía....- susurré antes de caer rendido en un profundo sueño

Narra Luna

Le dí un beso en la frente cuando se durmió, me extrañó que preguntará por mi mejor amiga pero no le di vueltas

Después de que se durmiera apague las luces de casa y me acosté en el sofà para dormir con él

Noté como me pusó en su pecho el cual era amplio y cómodo, me dormí abrazada a él en el sofá

Narra Dante

Me desperté con la conejita dormida en mi pecho, me dolía la cabeza un montón pero tenía que ir a trabajar

La dejé dormida en el sofá sin despertarla pero antes de ir a prepararme sentí un olor muy dulce el cual me hizo sentir......¿tranquilo?, ese aroma me hacía sentir menos tenso

No presté más atención a eso y fui al trabajo

Al llegar hice las cosas que tenía que hacer, leer documentos, firmarlos, hablar con gente "importante", etc.....

En pocas palabras un auténtico aburrimiento y lo peor de todo era que me sentía tenso y molesto, sentía ganas de pegar a cualquiera lo cual era extraño pues no solía ser agresivo

Sentía una gran molestia pero pensé que era porque no me gustaba el trabajo

Narra Luna

Me desperté y lo primero que hice fue ir a vomitar, me sentía mal y débil

Eran las 11 y Dante estaba en el trabajo, fui a hacer la comida para cuando volviera pues él estaría cansado

Narra Dante

Lo conseguí, eran las 3 y podía largarme del castigo de estar en esa empresa

Salí y fui directamente a casa, por suerte mis amigos no vinieron a buscarme para beber, estarían de resaca

Estaba muy nervioso pues quería llegar a casa lo antes posible lo cual era extraño

Al entrar en casa vino una conejita muy linda a abrazarme, mi preciosa Luna, cuando me abrazó me sentí menos tenso, era como si su presencia me tranquilizará, pensé que sería solo el estrés del trabajo

-La comida está en la mesa- dijo con una sonrisa

Los dos nos sentamos a comer, como siempre su comida estaba increíble

Después de comer ella lavó los platos, yo quería ayudarla pero no me dejaba, me senté en el sofá esperando que acabase pues quería abrazarla por alguna razón

Cuando la vi saliendo de la cocina fui hacía ella y la cogí en brazos llevándola a mi habitación en la planta de arriba

La acosté en la cama y la abracé poniendo mi cabeza en su estómago, me sentí muy tranquilo y aliviado al hacerlo

-Dante estás bien?- me preguntó ella al ver como frotaba mi mejilla en su vientre

Me sentía en una nube, esa conejita tenía un aroma tan dulce, era más dulce de lo normal

-Si, me siento genial- dije endulzado

La Luna del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora