Hola, traigo el final de esta historia, disculpen la tardanza y la gran extensión de este último capítulo; había muchas cosas que agregar y no quise limitarme.
Advertencia: Contenido sexual explícito.
Planeo hacer una segunda parte de esta historia, con más capítulos y publicada de forma separada porque todavía hay hartas cosas que contar de este universo. Agradecimientos especiales a Metamorphcat por ser beta de este capítulo y por sus consejos. ^^
Gracias por leer.
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Al día siguiente, se dedicó a buscar ataúdes por internet. Los había lujosos, otros económicos, y hasta una tienda extranjera que se dedicaba a crearlos para tipos raros que quisieran tener uno dentro de sus propias casas (sí, en realidad Sherlock no tenía derecho a juzgarlos, se recordó, pero sus razones estaban mejor fundamentadas). Al final, lanzó la laptop contra el sofá. No tenía tanto dinero para seguir el ejemplo de esos frikis, pero en cualquier caso él mismo podría construir uno si se lo proponía.
Mientras pasaba los siguientes días resolviendo casos aburridos, consiguió que Liam visitase de nuevo el 221B. Honestamente, se sentía orgulloso y no cabía en sí de dicha por haberlo logrado, pero no pudo hacer que se quedase a pernoctar. Se habían vuelto más íntimos, sin embargo.
De manera paulatina su relación se transformaba en algo bastante diferente a la amistad, si bien, ninguno de los dos se aventuraba a decir algo al respecto y tampoco parecía importante hacerlo. En tanto pudieran disfrutar juntos de sus noches, el resto era secundario.
―Dices que no entras por las ventanas, pero bien que puedes escabullirte hasta aquí sin alertar a nadie ―apuntó Sherlock con una sonrisa al acariciarle la mejilla con el índice. Eran pasadas las doce, y tras preguntarle a Liam por teléfono si le apetecía salir, él se había presentado en su casa, más concretamente en su habitación.
Sentado en la cama a su lado, el vampiro ladeó el rostro para hundirse en el suave toque. Estaba solo en camisa, y mientras Sherlock veía sus pestañas doradas brillar debajo de la lámpara colgante de su cuarto, se desvivía por besárselas una a una.
―Si lo hiciera es posible que fuese captado por alguna cámara, Sherly, y tal vez alguien recurra a tus servicios para resolver el misterio. ¿Eso te gustaría? ―Inquirió, sin enderezar su postura.
―Me encantaría ―dijo, inclinando la frente para posarla contra la suya―. Atraparte sería más divertido que cualquiera de esos estúpidos casos.
―Entonces, atrápeme si puede, señor Holmes ―sonrió mostrándole los colmillos, lo cual fue demasiado para Sherlock.
Cerniéndose sobre él, lo derribó a besos encima del colchón. Liam soltó una risa entre sus labios y le abrazó por el cuello, divertido con provocarle hasta que olvidara cómo hablar de forma coherente. Su uñas poseían cierto filo particular que solo era evidente cuando le delineaba la nuca con ellas en instantes como aquel. Le temblaron las piernas y pensó que cederían.
De pronto, sintió que el cuerpo de Liam se tensaba; sus labios se congelaron también y Sherlock supo que era tiempo de parar. Se retiró, jadeante, para observarlo con preocupación.
―¿No te alimentaste antes de venir? ―le preguntó, observando su rostro pálido cuya mandíbula estaba ahora apretada. Al levantarse él, retrocedió sobre la colcha procurando mantener cierta distancia.
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Tú y yo estaremos bien
أدب الهواةEn lugar de la muerte, fue un enamoramiento inevitable lo que les atrapó. Fragmentos de la vida en común de Sherlock Holmes y William James Moriarty. Serie de drabbles y one-shots. Spoilers del manga. Rating sujeto a cambios. #Sherliamweek2021 Yu...