donghyuck está en su cama, completamente aburrido y exhausto después de haber pasado una mala noche. sabía que no debía haber probado aquel resto de pollo que encontró en el fondo de la nevera, pero en esos momentos tenía mucha hambre y le daba pereza prepararse otra cosa, por lo que no lo pensó mucho y se lo zampó entero.
no hace falta decir que fue una idea terrible, pues la carne hacía varios días que estaba allí y ya se había puesto mala. por ese motivo el castaño se ha pasado la noche vomitando y con un malestar general horrible que lo ha obligado a quedarse en su casa y faltar al instituto. recibe una llamada de jisung a mitad de la mañana, cuando coincide con uno de los periodos de descanso.
―hola, dong ―saluda el ojimiel cuando responde. ―¿cómo estás?
―mejor, ya no voy tanto al baño, pero me siento como si me hubiera atropellado un camión y hubiera dado marcha atrás para rematar la faena ―se queja, ganándose una risita por parte de su amigo.
―tengo algo que quizás pueda ayudarte a mejorar ―le contesta instantes antes de que las voces de los gemelos lee lleguen a sus oídos.
―gatito, ¿cómo te encuentras? ―pregunta mark a la vez que su hermano dice:
―te echo de menos, pequeño.
una amplia sonrisa se dibuja de inmediato en el cansado rostro del ojimiel, solo ellos son capaces de alegrarle en un momento como aquel. charlan tranquilamente durante el resto del descanso, animándole entre los tres ya que jisung ha puesto el altavoz. solo se despiden cuando ya se ha escuchado el timbre que les indica que deben volver a clase.
―iré a cuidarte mientras markie está en el entrenamiento, ¿bien, amor? ―promete jeno instantes antes de colgar.
las palabras del rizado provocan un revoloteo en su pecho y ya está deseando que llegue la hora para volver a verlo. su estómago se contrae al pensar en él, desde que este le hizo el amor aquella vez cuando mark se resfrió, ha comenzado a verle de otra manera.
se pone mucho más nervioso que de costumbre cuando está cerca suyo, cuando le abraza por la cintura para mantenerle pegado a él, cuando le arrastra sobre su regazo en mitad de la cafetería y cuando le llama con motes cariñosos como "amor", "cielo" o "cariño". sus manos tiemblan cada vez que le besa delicadamente, cuando le dedica esa sonrisa radiante enmarcada en sus profundos y hermosos hoyuelos y cuando le acaricia con demasiado cuidado.
no tiene ninguna duda de lo que siente por él, ha empezado a enamorarse perdida e irremediablemente. por una parte desea que sea correspondido, pero por otra no puede evitar sentirse culpable por mark, pues no quiere que crea que lo está traicionando o que le va a dejar de lado. esta hecho un completo lío de emociones y sentimientos y necesita hablar urgentemente con jisung sobre ello.
la oportunidad se presenta esa misma tarde, cuando su mejor amigo se presenta por sorpresa en su casa justo después de la hora de la comida. donghyuck le abraza con fuerza y lo invita a subir a su habitación, descubriendo en el camino que ha hecho pellas de las últimas horas de clase parar ir a verle.
―gigi, necesito tu consejo ―le dice, mordisqueando la uña de su pulgar como cada vez que está nervioso.
―díselo ―le responde enseguida con una sonrisa, adivinando por dónde van los tiros.
―¿el qué? ¿a quién? ―inquiere desconcertado el castaño.
―que le quieres ―dice, confundiéndolo todavía más. ―a jeno, dile lo que sientes.
―¿qué? ¿pero cómo...? ―el ojimiel abre la boca anonadado.
―vamos, dong, soy tu mejor amigo ―le recuerda, divertido al ver su mueca. ―¿acaso crees que no me había dado cuenta?
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showed me
Fanficlos gemelos jeno y mark lee tienen a todo el instituto, incluido el profesorado, a sus pies. donghyuck no es la excepción.