Capitulo 1...El encuentro

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Yo cómo cualquier día me alistaba para ir al instituto; realice mi rutina común y corriente, mi mamá como de costumbre ya me tenía mi desayuno listo ( mi madre es una mujer soltera de decencia latina soltera), baje a desayunar junto con mi madre ya que ella también estaba lista para irse a trabajar, mi madre siempre me realiza las mismas preguntas:


- Mamá: ¿Cómo te está llendo en el instituto corazón?.- 

TN: Bien mamá (Mentira).

Mamá: ¿Cuándo vas a traer a tus amigos ? En verdad quiero conocerlos.

TN: Pronto mamá. (Mentira).


Con eso culminamos la conversación ya que mis respuestas son cortas y tajantes; la verdad es que no tengo amigos y no me va muy bien en el instituto, porque me hacen bullying al ser una mestiza de madre latino américa y papá japonés, me ven como un bicho raro. Además suelo llamar mucho la atención ya que mi contextura no es ser delgada y alta; sino al contrario soy bajita y tengo cuerpo con curvas muy definidas, mucha voluptuosidad y piernas grandes.


Despues de haberme perdido en mis pensamientos me di cuenta que se me estaba haciendo tarde así que termine rápidamente mi desayuno, le di un beso a mi mamá en la frente y salí rápidamente. De la casa al colegio caminando son 15 min. En camino hacia a el instituto pude escuchar en un callejón como alguien tosia fuertemente, pensé:

- Debe de ser un vagabundo.

Pero de repente escuché un estruendo viniendo de allí, tenía mucha curiosidad y un poco de preocupación ya que no sabía si la persona estaba bien.


Me asome rápidamente al callejón y pude ver a un joven muchacho de aproximadamente unos 24 años, se veía muy mal, tenía moretones en la cara, le sangraba la nariz, tenía los nudillos de las manos llenos de sangre y un poco abiertos. Aparentemente estaba desmayado, mi conciencia me decía que no podía dejarlo en ese callejón, además apesar de tener su rostro golpeado podía ver qué era muy atractivo.


Después de pensar detenidamente si ayudarlo o no, decidí acercarme y limpiarle la sangre de su nariz con mi pañuelo; posteriormente ubique su brazo alrededor de mis hombros para poder levantarlo, era más pesado que yo así que se me dificultó trasladarlo hasta mi casa. Cuando finalmente llegamos a casa lo tendí en el sofá de la sala, busque el botiquín de primeros auxilios y limpie las heridas de su cara y manos.


Me sentía un poco preocupada por no haber ido a clases pero bueno al fin y al cabo nadie del instituto lo va a notar y le puedo decir a mi mamá que me sentí muy mal a mitad de camino. Pero recordé que ese sería el menor de mis problemas ya que había un muchacho tendido en la sala lleno de curaciones.

MI DELINCUENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora