Dame una Razón (camren)

Capítulo 3

Cuatro semanas después, Lauren Jauregui no podría haber estado más feliz con su decisión de trabajar en Calloway House. A excepción de las impartidas por Camila Cabello, se las había arreglado para controlar todas las clases y se sintió debidamente impresionada por la paciencia, la inteligencia y la fortaleza de su personal.

Al ver que Susan Grant salía a fumar, Lauren agarró su abrigo y la siguió hasta la salida trasera del edificio.

"¿Día duro?" preguntó Lauren mientras se sentaba junto a Susan en el escalón.

Riendo suavemente, Susan dijo: "Tengo una mujer que no puede comprender la suma sentada junto a otra que puede hacer cálculos mientras duerme. Dime tú".

Lauren sabía muy bien que, si bien todas las residentes de Calloway habían pasado un tiempo en prisión, ahí es donde terminaban sus similitudes. Un crisol de orígenes étnicos, ingresos, educación, religiones y aptitudes mentales, le presentaban al personal docente una mezcla heterogénea de desafíos.

"Suena difícil", dijo Lauren.

"¿Crees?"

"¿Qué puedo hacer?"

"Oh, Lauren, no hay nada que puedas hacer. No hay suficientes horas en el día para tener clases para cada nivel, al menos no hasta que John pueda conseguir suficientes fondos para contratar a algunos maestros más. Hasta entonces, solo tenemos que hacer lo que podamos".

"Y asegurarnos de que no te quedes sin cigarros", dijo Lauren, viendo como Susan encendía su segundo.

"Sí, eso también", dijo Susan con una sonrisa. "¿Así que, que de ti? ¿Cómo estas?"

"Bueno, el papeleo fue un poco abrumador al principio, pero estoy aprendiendo".

"Escuché que John te presentó a Camila", dijo Susan, tomando otra calada de su cigarro.

"Sí, el mes pasado".

"¿Que piensas de ella?"

Ladeando la cabeza, Lauren preguntó: "¿Me estás preguntando sobre sus habilidades de enseñanza o sobre ella?"

"Si le preguntas a alguna de esas mujeres adentro cuál es su maestro favorito, Camila ganaría sin duda alguna. Todos sabemos eso. Estoy hablando de la mujer, no de la maestra".

Pensando por un momento, Lauren se encogió de hombros. "Honestamente, no sé qué decir. Cuando nos conocimos, no dijo ni una palabra, y luego traté de estrecharle la mano-"

"¿No te dijo John que ella no-"

"Se olvido".

"Ay".

"Sí", dijo Lauren con un suspiro.

"Sabes, cada vez que la veo, parece tan perdida, tan herida. Es casi doloroso-"

"Espera", dijo Lauren. "Llevo aquí más de cinco semanas y la única vez que la he visto fue cuando estaba en su salón de clases".

Sosteniendo su paquete de cigarros, Susan dijo: "De vez en cuando me la encuentro por aquí".

"¿Ella habla contigo?"

"No", dijo Susan, sacudiendo la cabeza. "Pensándolo bien, ha habido algunos saludos en los últimos dos años, pero nada más que eso. Sinceramente, Lauren, creo que le tiene terror a todo y a todos. Está absoluta y positivamente aterrorizada".

"Bastardos", dijo Lauren en voz baja.

"Tienes razón".

"¿Sabes sobre... sobre lo que le pasó a ella?"