Como habíamos venido a Montpellier, la ciudad en la cual mi tía estaba viviendo, ya habían terminado las vacaciones porque hace 3 meses, cuando vinimos de la ciudad de Nueva York, ya habían terminado las clases y ahora comenzaron de vuelta. Para ser honesta me asustaba la idea de volver a ir a un nuevo colegio, no me asustaba el nuevo lugar, sino que pase por lo mismo con mis anteriores compañeros. Cómo yo ya había comentado que no era muy sociable ni menos amigable, voy a tratar de que no suceda lo mismo que pasó en Nueva York, que estuve mis 13 años dentro de un colegio, sin poder tener alguna amistad o sin poder hablar con alguien.
Mamá me dijo que en esta ciudad se conocían prácticamente todos, y habían sabido que éramos los nuevos habitantes. También mi tía me trata de dar esperanzas, ya que ella es muy creyente en dios.
Mi opinión no cambió, sigo pensando en que esta ciudad sea como la típica de Netflix. El uniforme de mi colegio es una camisa blanca, una pollera, zapatillas a gusto y un suéter de lana, esa era la vestimenta para las mujeres. La ropa que llevaban los hombres tenía que ser una chomba gris con unos pantalones oscuros, zapatillas a elección y el mismo suéter.
Cuándo por fin me terminé de cambiar, mamá beso mi frente dejando un poco de mancha de su labial color cereza.
—No hagas eso—dije bromeando mientras me limpiaba la mancha.
—Te deseo mucha suerte.
Y ahí fue cuando pude ir al colegio, ir a un lugar bastante bonito era raro porque estaba acostumbrada a los colores más oscuros y este colegio es todo lo contrario.
(...)
Cuando pase al lugar estaban todos muy formales y se podía notar qué era gente con una muy buena economía, aunque siempre están las chicas que demuestra la economía, qué tienen gracias a sus padres, me saca de quicio porque son muy bobas por así decirlo.
El colegio se dividió por grupos en los cuales estaban, el grupo de música, el equipo de rugby, el equipo de atletismo, los populares y las populares, los nerds, los raritos, los psicólogos, los empresarios, etcétera.
Cuando entré pude encontrarme con una chica que se chocó conmigo por andar distraída, en realidad ambas estábamos distraídas.
—Disculpa—dijo la chica con una voz súper dulce.
—Ay, no, no te disculpes, fue un accidente mío. Estaba distraída por andar viendo los pasillos —dije algo nerviosa, ya que era la primera vez que hablaba así con alguien del colegio.
—No, ¿Eres Maybe Pierce por esas casualidades?— dijo con una ceja hacia arriba. Acomodo su camisa por debajo de la pollera.
—Ese es mi nombre— dije con rareza.
— Ah, sí, eres la nueva—dijo con un toque de alegría—Yo me llamo Evangeline Hyde.
—Hola, Evangeline—dije con una pequeña sonrisa, pero esto duró poco porque sentí cómo tomó de mi brazo.
—Vamos, te voy a presentar al colegio.
Estuvimos juntas unos 20 minutos hasta que tocará la campana para formar y poder ir a formar, me di cuenta de que estábamos en la misma aula, ya que le pregunté dónde quedaba sexto y dijo que íbamos al mismo aula juntas.
Cuando terminamos la primera clase, que lastimosamente fue literatura, yo adoro leer, pero los libros que yo amo leer y los mitos no es algo que se defina como que ame.
Fuimos hacia el receso que gracias a dios dura 20 minutos. Y estábamos en los pasillos, en la parte de los casilleros guardando mi mochila, pude notar que uno de los jugadores de rugby se me había acercado por detrás de mi espalda.
— ¿Eres la chica nueva verdad?—dijo detrás de mí oreja lo cual me asusté bastante y gire con el corazón a mil, pude notar que era un chico bastante bonito— mi nombre es Andrew, un gusto.
— ¿Ya todos saben que soy la nueva?—dije— sí, soy Maybe.
Cuándo pude girar a ver el rostro de Evangeline pude notar que su rostro decía algo de tristeza.
— Obviamente que todos saben que eres la nueva, esto es una ciudad muy pequeña y normalmente no viene gente nueva — comentó por último él.
— ¿Sucede algo?— puede preguntarle a Evangeline.
—No — indica con un poco de amargura—él es como el príncipe azul de un cuento de hadas y yo sería la que tiene que hablar con una hada madrina para que le den un vestido que solamente dura hasta las 12 de la noche.
—Te gusta él.
—Vos no escuchaste nada—dijo con total rapidez.
Cuándo terminó el receso pudimos volver a clases y cuando pude notar que uno de los chicos que estaba con Andrew me miraba muy fijamente mientras que acomodaba sus útiles escolares.
— ¿Quién es ese?— pude susurrarle a Evangeline.
—Él es Hunter, y si te interesa nadie sabe nada de él, es un misterio de todo el colegio— decía mientras acomodaba sus cosas— y por una extraña razón es el perfecto que tiene todas las notas bien y es el mejor jugador del rugby.
— Creo que está mirando mucho hacia acá—dije nerviosa y algo roja.
—Es obvio al principio vas a hacer la nueva y la que todos van a querer conocer, así que si te preguntan si eres nueva o de dónde, vos vas a tener que responder.
Cuándo por fin terminaron las tres clases porque estuvimos 6 horas dentro de ese colegio se volvió un infierno, pude salir y Hunter iba algo delante de mí, se le cayó un cuaderno de la mochila y tuve que agarrarlo porque cayó a mis pies.
—Oye tú— salieron esas dos palabras de mi boca algo temblorosas. Él pudo darse vuelta, pero yo me había adelantado lo suficiente como para tenerlo demasiado cerca.
— ¿Me estás hablando a mí? - preguntó con la voz ronca.
Pudimos quedar frente a frente, aunque no tan en frente a frente porque él mide aproximadamente 1,90. Sentí qué en sus ojos pasaban algo porque estaban algo lagrimosos.
— Sí, es que se te cayó este libro de tu mochila
Él solo tomó el libro, bajo su mochila de la espalda metió el libro, la cerró y se marchó. ¿Acaso le costaba tener algo más de conversación?
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Lo Que Daría.. Por Haberte Conocido Antes. (no corregido)
RomanceMuchos adolescentes pasan por muchas cosas, muy pocas son contadas. Maybe una chica de poca edad para experimentar una aventura con Hunter. Dos adolescentes con vidas algo trágicas, podrán desahogarse entre ellos y descubrir que el amor les puede m...