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Estos días estuve algo celosa por Sara pero Hunter no le hacía mucho caso aunque sabía que ella hacía estupideces para llamar la atención de él. Sé que él y yo no somos nada pero no puedo negar que hay algo de sentimiento de ambas partes, yo no sabía cómo ser directa, nunca estuve con un chico ni menos tanto contacto físico y no sabía cómo actuar en varios momentos.

(...)

—Quiero que conozcas mi casa— dijo Hunter mirándome.

Sara me clavo mi mirada y pude sentir cómo quemaba mi nuca por el ardor de su vista.

Esta Evangeline y Andrew abrazados en el sofá del colegio, Sara con su teléfono en otro sofá y Hunter en una silla al lado mío con un libro en sus manos ya que él me estaba leyendo uno de sus fragmentos favoritos de su lectura.

Nunca me había enterado que le gustaba leer y ahora compartimos otra pasión, simplemente era perfecto.

— ¿Cuándo?—pregunté tratando de contener los nervios.

Su mano se posó en mi pierna dándome un apretón en mi rodilla derecha. Su contacto era muy suave y tranquilo.

—Cuando vos te sientas cómoda— dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Se acercó a mi oído como para poder susurrar algo que no quería que se escuchara en general.

—Quiero estar a solas contigo— fue lo que pude escuchar antes de que la piel se me eriza por completo—solo si tú quieres.

Eso era bastante rápido para como soy yo pero si quería estar con él, de una manera más romántica aunque eran bonitos sus abrazos, nunca nos habíamos besado y deseaba probar sus labios pero eso valía un costo.

Después de su comentario nos fuimos a nuestra clase, ya que nos habíamos quedado una hora libre en la biblioteca. Hunter se quedó dormido en la clase y yo solo quería verlo dormir porque era muy bonito, sus ojos achinados del sueño, sus pelos disparejos del dormir. Ya había dicho que era muy lindo, no es lindo, es perfecto.

Admito que tenía miedo de lo que podría llegar a pasar cuando vaya a su casa pero quería ir, saber cómo era su familia ya que pocos la conocían y me daba mucha incertidumbre todo.

(...)

Llegué a casa y me encontré con mamá y mi tía sentadas frente a frente en la mesa de la cocina. Mamá estaba muy seria mientras que la tía estaba tapándose la cara en sus manos, sentí una tensión en el aire y me di cuenta que mamá había hecho algo como siempre. Mi madre se dio vuelta al escuchar la puerta cerrarse conmigo delante.

— ¿Qué sucede?— preguntó alterada.

Mama no me dirige la mirada y eso me enoja aún más, siempre se arrepiente de las mierdas que hace.

—Nos tenemos que ir—dijo con la voz arrugada por la pena- prepara tus maletas.

Mi vista fue directo a los ojos de Beatriz, mi tía, no podía creer lo que había escuchado.

—Nos vamos mañana por la tarde, no preguntes a donde—dijo para luego marcharse y dejar un largo silencio vergonzoso entre mi tía y yo. 

No podía creer qué mamá arruinara otra oportunidad en un lugar excelente, yo no quería irme, además que hace pocos meses que venimos acá y por primera vez me sentí cómoda en un lugar. Ya está formando una vida, bueno, una etapa de mi vida en dónde estaba conociendo gente nueva y tenía nuevas amistades y hasta podemos llegar a decir que un romance, y eso me hacía sentir cómoda pero al parecer la persona que va a arruinar mi vida siempre hacer mi madre y aunque la amé la apoye siento que ya no me está volviendo lo que doy.

Ahora no sabía lo que quería hacer, no sabía si contarle a Hunter o irme de la nada, tal vez sí quería vivir esa vida de Netflix esas aventuras, creo que lo mejor sería contarle que me voy qué en total llevamos unos si no nos 5 meses conociéndonos. Cómo le iba a contar a Evangeline.

Sin pensarlo fui a la dirección me había dicho Evangeline, porque ella sabía dónde vivía Hunter y necesitaba hablarle de esto. Tomé mi bolso y un taxi, me dirigí a su casa. Cuando llegué me encontré con una enorme casa parecida a una mansión con unas rejas y un enorme portón qué me prohibía el paso, toque timbre un par de veces pero nadie sabía hasta que de repente llegó un auto oscuro detrás de mí y apagó las luces.

— ¿Qué haces acá? — preguntó una voz curiosa detrás de mí, en el instante me di cuenta que era él.

Primero me di vuelta, aclaré mi voz y pude decir.

—Tengo que contarte algo pero es muy urgente y no pude esperar para ir al colegio mañana.

Por su cara note que no estaba muy contento con mi llegada inesperada, solo me tomó del brazo y me hizo entrar a su casa, la casa estaba por dentro página de muebles pero no pude notar ningún rastro humano que no sean las mucamas.

—Por favor avisa si vas a venir o no, no tenías que venir hoy— refregó sus manos en su cara— mi vida familiar es muy complicada.

En ese momento me di cuenta que no importaba si era o no importante que me valla, él tenía sus problemas y eran más complicados que una adolecente en apuros.

—Me voy de la ciudad— fueron esas pocas palabras las que dije y traté de tomar mi mochila pero él no me dejó.

—La razón por la que te dije de venir es porque el hombre que conozco como padre no es el mi verdadero padre de sangre—dejó caer un par de lágrimas.

Mi respiración se cortó y corrí a abrazarlo. Le limpie las lágrimas y deje que siguiera.

—Cuando te conocí, supe que eras la indicada para mí. Nadie te conocía, y yo por más popular que sea nadie sabe mis problemas. No quiero decir esas cosas de que estoy enamorado de ti porque es muy cursi. Y si te vas. No tengo con quien descubrir quién es mi verdadero padre.

Corto entre lágrimas, mis manos sujetaban su cara mientras limpiaba las lágrimas saladas de su rostro, me tentaban sus labios y sé que un beso tranquiliza todo pero no quería apurar las cosas.

— ¿Qué es lo que quieres hacer?—digo acariciando su espalda.

Él se queda en silencio, rascando su barbilla tratando de pensar en una idea.

— ¿Qué harías hoy?

—Huir de mi madre.

Hunter comenzó a armar una mochila.

—Nos vamos

Fruncí el ceño tratando de entender.

—A dónde.

—Me ayudarás a encontrar a mi papá y no te irás con tu madre—dejo unos segundos de silencio— ¿Estás de acuerdo?

—No lo sé, irme así ¿Sin más?

Él me abrazó dejando que sintiera el calor de su torso y su respiración en mi cuello.

—Maybe...Quiero tenerte conmigo siempre—murmuro y me acerco más a su cuerpo— quieras o no nunca dejaré que se vallas.

Mis labios se despegaron dejando salir un cálido aliento.

—Si te suena posesivo pido disculpas pero te necesito para seguir. 

Lo Que Daría.. Por Haberte Conocido Antes. (no corregido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora