Draco a regañadientes había decidido quedarse a vivir con Harry. Después de todo, no era como si tuviera otro lugar a donde ir.
Los primeros dos días no se había levantado de la cama, durmió casi inconscientemente, ni siquiera se levanto para beber o comer algo, el tercer día cuando por fin reaccionó vio un desayuno preparado en su velador y una nota que decía: "Buenos días, espero que te guste", era una bandeja tapada con una burbuja, en su interior habían dos tostadas, mermelada, un café y un trozo de pastel. Draco al tomar la nota, la burbuja desapareció y el desayuno estaba como recién preparado, a pesar que el reloj en la pared indicaban casi las doce del día.
Draco se sentó en la cama y volvió a poner la nota en la bandeja, "no tengo hambre", pensó. Se levantó de la cama lentamente y se dirigió al baño, había un gran espejo en la pared, se desnudó lentamente y se miró de frente. Hacía muchos meses que no se contemplaba por completo. Su cuerpo pálido estaba marcado por la pérdida de peso, podía notar sus costillas debajo de sus pectorales, las cicatrices del sectusempra se habían intensificado ahora que tenía la piel pegada sus huesos, se pasó las manos por ellas y sintió un escalofrió recorrerle el cuerpo.
— Debí haber muerto ese día... — se lamentó.
Se acercó al espejo y vio su rostro después de mucho tiempo. Se veía demacrado, las cuencas de sus ojos eran notoriamente mas profundas, las marcas de expresión en sus mejillas se habían vuelto permanentes, su cabello estaba desordenado, opaco y le llegaba hasta la mitad de sus ojos.
— Esta apariencia es lo mínimo que te mereces — se dijo a si mismo mientras se alejaba del espejo.
Se apoyó contra la pared y dejó de mirar su reflejo. Se abrazó fuertemente tratando de consolarse a si mismo. Podría jurar que su madre moriría de tristeza de ver las condiciones en las que estaba.
Después de calmarse un poco, decidió tomar un baño. Se acercó a la bañera, la miró unos instantes analizando como poder llenarla con agua, vio la grifería y giró las manillas, sintió el agua de ambas y pudo saber cual era la de agua caliente, cerró la fría y esperó a que la tina se llenara por completo. Se puso de pie, pasó una de sus piernas por el borde sintiendo el agua en contacto con su piel, pasó la segunda pierna y se sumergió lentamente en ella, la sensación de calidez del agua y el perfume del jabón en ella, lo reconfortaron, sintió que se pondría a llorar en cualquier momento.
Ya casi había olvidado como se sentía estar en un bañera limpia, caliente, casi había olvidado lo que sentía estar limpio.
No sabe exactamente cuanto tiempo pasó, se había quedado dormido profundamente. De pronto, a lo lejos sintió una voz que lo llamaba, al principio no escuchaba bien, pero poco a poco el llamado se sentía mas fuerte y desesperado.
— Draco, Draco, por favor...
No podía abrir los ojos, se sentían extremadamente pesados, no podía y no quería abrirlos.
— Por favor...
Pero, ante el llamado angustiante, trató de hacer un esfuerzo y pudo abrir los ojos lentamente. Lo primero que vio fue el rostro angustiado de Harry, sus brazos al rededor de su cuerpo mojado y ambos sentados en el suelo del baño.
— Gracias a Dios despiertas... estaba muy preocupado... — Harry lo estrechó firmemente — ¿Qué intentabas hacer?
— Maldición, Potter... — dijo con voz agotada — por favor dime que no estoy desnudo en tus brazos... — dijo en tono sarcástico, tratando de incorporarse.
Harry sonrió.
— No estás desnudo en mis brazos — conjuró un hechizo y Draco estuvo vestido al instante.
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El dueño de la Noche
FanfictionDraco pasa sus días tranquilamente. Hermione lo visita cada semana para saber una verdad que no ha sido revelada. Cada vez que la ve, su presencia hace viajar su mente a tiempos lejanos, donde alguna vez fue feliz... o tal vez no tanto. Inicio 20- D...