LA PROFECÍA

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Después de que Naruto despertara, se prepararon para comenzar con un largo viaje del que Naruto no estaba convencido. Esa misma mañana al despertar tuvo una charla con Sasuke, estaba preocupado por su estado y su decisión pero no queria entrometerse mientras no sea peligroso. De todos modos, se lo habia advertido.

Horas antes

- Aah que sueño tan reconfortante. - Soltó Naruto estirando los brazos hacia arriba mientras soltaba un ligero gemido.

- Naruto.. Ya se lo que hare. - Comentó Sasuke, sentado en su cama de espaldas a Naruto.

El rubio lo miró por unos segundos con curiosidad y luego puso en pena sus cejas.

- Y qué haras? - Preguntó algo preocupado.

- Ire a hablar con la Luna, ella me respondera. - Se levantó y comenzó a vestirse con su larga capa negra y armadura de cuello de toro modificado.

- Sasuke.. Diga lo que diga.. No cambiara lo que sucedera después. - Se acercó al azabache tocandole el hombro.

Sasuke lo miró de reojo para después, sonreír ligeramente.

- Tú estaras conmigo ¿no? - Ladeó la cabeza con una sonrisa burlona.

- Jeje bastardo, poco tiempo juntos y ya me conoces. - Soltó el rubio dandole unas palmadas en la espalda. - Bien, sí ire contigo. - Se alejó del azabache preparandose con un capa blanca y un kimono blanco. - Pero no digas que no te lo advertí. - Dijo Naruto con los ojos cerrados mientras preparaba unos bolsos llenos de comida.

- Como digas. - Respondió con ironía.

Actualidad

Dejando de lado el buen momento que tuvo después de la charla seguía preocupado por el azabache. No sabía a que extremos llegaría por saber la verdad, a lo mejor... Arriesgaría la vida.. Y no iba a permitir que la persona que amaba muriera por nada en el mundo.

No permitire tu muerte, querido.

Pensó Naruto, sonrojandose por como lo habia llamado en sus pensamientos, acercando sus manos a sus mejillas y repitiendo la palabra querido miles de veces en su cabeza.

- En que tanto piensas para que parezcas una de mi club de fans? - Preguntó Sasuke indiferente, montado en Estrella trotando junto a Naruto.

- A-ah?! Nada nada! - Respondió con rapidez después de salir de sus tortuosos pensamientos.

- Oh bueno, vale. - Adelantó la cabalguería estando dos metros de distancia con la yegua de Naruto.

Este suspiró intentando calmar a los lujuriosos demonios que tenia en sus adentros. Esos que hacian de sus sueños unas ilustraciones tan reales y a la vez tan viles.

- ¿Qué es lo que me enamora tanto de ti, Sasuke? - Se susurró a sí mismo observando la espalda de Sasuke.

- ¿Qué es lo que me enamora tanto de ti, Sasuke? - Se susurró a sí mismo observando la espalda de Sasuke

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