Sasuke Uchiha, principe de la oscuridad, recibe un encargo por la luna; Su diosa. En ese encargo tendrá que cabalgar terrenos casi inexplorados para ir a asesinar al principe de la luz. Naruto Uzumaki, pero este, desobedeciendo a sus padres, ira hac...
Sentía una ligera calidez en su rostro y sobre su cuerpo, pero no podía abrir los ojos ¿por qué? Se percató que era por el cansancio, no dormía ya que se la pasaba observando a la Diosa Luna en su mayor explendor y se suponia que las estrellas (es así como se llamaria a la gente que vive en el Reino Oscuro) podían aguantar sin dormir, cada uno era un insomnio andante ya que ese era el poder característico de las estrellas.
Volvió a intentar abrir los ojos y vió un techo de piedra ligeramente iluminado en color naranja, miró hacia un lado y veía a Naruto brillas. De inmediato, se sentó y se alejó, buscando su katana.
- Buscas esto? - Preguntó Naruto enseñandole la katana en su rostro en forma de burla.
- Damela. - Estiró la mano para agarrarla pero Naruto la desvió. - Es mi katana!
- Si te la doi me mataras asi que no, no te la dare. - Se levantó y escondió la katana en su funda para luego dejarla en una de las bolsas que llevaba con él. - Y no deberias gritar, mientras caias se te metió una pequeña piedra en la boca asi que cada vez que grites esta arañara tu garganta. - Dijo, dejando a Sasuke realmente callado. - Muy bien.. - Agarró un bol con sopa y se lo acercó al azabache. - Abre la boca. - Este la abrió y se permitió dejarse alimentar por el rubio.
Realmente no entendia nada, el porque lo ayudaba si estaba al borde de matarlo y el porque seguia vivo ya que Naruto podía matarlo con su katana. Con su mirada, miró a su alrededor, parecía una cueva y la luz anaranjada de antes venia del cuerpo de Naruto.. Eso lo dejaba anoladado, pero suponía que era obvio ya que era el príncipe de la luz.
- Ya está. - Dejó el bol al lado suyo y se levantó. - Te voy a cambiar las vendas, ahora vuelvo. - Se acercó a sus bolsas y buscó los vendajes.
Sasuke se sentó con sigilo para luego agarrar la cuchara del bol y levantarse, mala idea ya que sus heridas aún no sanaban y no pudo mantenerse en pie, se cayó sobre su trasero y soltó una maldición junto a un pequeño grito. Naruto lo miró de inmediato y se echó a reir mientras se acercaba con los vendajes.
- Intentabas matarme? - Preguntó, sin obtener ninguna respuesta. - Ya veo, eres muy listo, que pena que estes herido.. Deberias dejar eso hasta que te cures. - Le quitó la cuchara de las manos en un movimiento rápido y la dejó dentro del bol. - Ahora centrate en no hablar. - Lo destapó algo ruborizado, no podía evitarlo ya que estaba completamente desnudo pero en parte era por su bien, no podía curarlo con la ropa puesta.
Comenzó cambiando la herida de la pierna más cercana, miró a Sasuke de reojo ya que no pareció afectarle el hecho de que esté desnudo, y en efecto, solo lo miraba con odio y ansias de matar, no le importaba estar desnudo.
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Subió al azabache con cuidado a Algodón; el nombre del caballo blanco. Para luego este subirse a Estrella que no parecía agradarle ser la mula de Naruto pero su dueño estaba herido asi que no iba a hacer nada contra el rubio.
- Arre! - Gritó Naruto comenzando a cabalgar mientras echaba una miradita hacia Sasuke quien yacía tumbado sobre Algodón. - Te duele algo? - Preguntó, sabiendo que al llevar la ropa le iba a doler partes del cuerpo pero se sorprendió al ver a este negar. - Bueno.. Eso es bueno.. - Dijo para luego mirar al frente. - Buscaremos algún pueblo o ciudad en el que podamos llevarte al hospital y sacarte esa piedra de la garganta.
- C-cómo.. Supiste que tenia una piedra en la garganta? - Preguntó, escupiendo sangre por el camino.
- Deja de hablar.. Estaba tocando tu garganta y noté la piedra, es pequeña pero está incrustada en tu vértebra y arañará su piel cada vez que hables o toses o estornudes o.. Bueno, ya me entendiste. - Rió ligeramente.
Sasuke lo miró fijamente unos segundos, pensando que es una persona muy rara pero luego desvió la mirada a la nuca del caballo y apoyó la cabeza en ella.
- Como se llama? - Sasuke lo miró con una ceja alzada. - Tu caballo, como se llama? - Sonrió mirando el oscuro pelaje de este.
Sasuke lo miró con enfado ya que hace unos segundos le habia dicho que no hablara asi que optó por ignorarlo a él y a su estúpida pregunta.
- Puedes decirmelo con señales bobo, seguramente a ti también te obligaron a aprendertelo, eres un príncipe después de todo. - Sonrió ligeramente y miró de reojo al azabache que con dos signos que hizo con sus manos averiguó de inmediato su nombre. - Estrella? Es precioso, es hembra? - Sasuke negó su sospecha con la cabeza. - Vaya nombre más curioso para un macho. - Rió para luego sonreírle al azabache quien señalaba a Algodón. - Se llama algodón, una hembra muy peculiar ya que no puede quedar embarazada, lo intentó varias veces pero nunca lo consiguió.. Cuando la encontré estaba en depresión ya que sus primeros hijos nacieron muertos y yo la ayudé a salir de aquello. Es increíble que los animales tengan sentimientos como la depresión.. Nunca me lo habia imaginado.
Sasuke miró hacia otro lado justo cuando Naruto terminó su charla, no queria que mirara su ligera sonrísa. Conocía a pocas personas que ayudarian a una yegua en depresión que no puede embarazarse. Su reino ama a los animales y los tratan como a un igual, por esa razón odiaba a los demás reinos pero nunca creyó que hubiera gente del Reino Iluminado que tratara así a esas criaturas magnificas.
- Algodón, es una yegua muy fuerte. - Miró a Estrella detenidamente dandose cuenta que tenia una mancha blanca en su mejilla, tras tanta oscuridad eso era lo único blanco y ni si quiera sabia como no se dio cuenta de algo tan obvio. - Cómo se hizo esto? - Desvió la mirada hacia el azabache y este con algunos signos le contó la historia.
- "Escapaba de los guardianes solares hasta que uno de ellos disparó a Estrella con una de sus flechas y rozó su mejilla, creí que lo sabrias, es la marca que dejais cuando tocais algo oscuro.." - Repitió la historia de Sasuke esta voz con su voz. - Bueno pues.. Soy el único que no puede transformar nada con sus manos. Tengo un defecto.
Sasuke lo miró de reojo, se veía nostálgico y triste. No podía hacer nada para ayudarlo, bueno, en realidad no iba a hacer nada. No puede ayudar al enemigo...
