Capítulo 4:
Una fresca y un poco húmeda mañana con olor a pasto recién cortado nos daba la bienvenida a la cancha. Una muy buena manera de empezar este largo día. Una deliciosa Cocoa caía más que bien en estos momentos que se sentía un poco de frío, el clima era cálido a pesar de los vientos, el clima perfecto para la rutina perfecta. Al entrar a la cancha sentí un nervio activarse dentro de mí, es como un aviso a algo nuevo, sentí como algo iba a cambiar en toda esta presentación, muchas personas reunidas en una mesa, algo extraño. Y no me equivocaba...
-Selena por fin apareces- me decía Louise.
-¿Quiénes son todas estas personas?
-Son un consejo, necesitan hablar contigo.
-¿Conmigo? ¿Consejo de qué?- confundida.
-Eres la capitana principal, son un consejo del estatus de la ciudad, no entendí muy bien.
Me acerqué a los chicos de traje y corbata muy elegantes, pero ya eran universitarios por lo que podía ver, se notaba por su formar de dialogar, sus rostros y porque tenían su certificado de universitarios justo frente a ellos, presumiendo sus enormes logros a los que nos quedaríamos de retrasados, al parecer eran ejecutivos, algo más...
-Tú debes ser la capitana del equipo, ¿No?- un chico rubio se presentaba ante mí.
-Si, si soy yo- me dio su mano para estrecharla.
-¿Y tú eres...?
-Selena, la capitana desde hace 6 años.
-Mucho gusto, espero te sientas cómoda.
-Eso creo, ¿Qué se supone que hacen ustedes aquí?- preguntando lo suficientemente descortés como para que se largaran y me dejarán en paz.
-Necesitamos que nos ayudes con esta presentación.
-¿A qué te refieres?- creí haber sido clara de que no quería hablar.
-Esta tiene que ser grandiosa, porque habrá una oportunidad en la competencia estatal, sólo es por diversión, no son las reales, pero también les abrirá puertas a las reales.
-¿Y qué se supone que tengo que hacer?
-Haz que tus chicas hagan una increíble presentación, así como de las que todo el mundo habla- ¿Y este quién se cree? A mi no me dice que hacer.
Recuerdo haberle lanzado una sonrisa fingida. Escuché como Louise me llamaba. Disculpándome, tome mi orgullo y me retiré de la mesa de junta de esos raros, no entendía que era lo que querían, sólo era por diversión, no son las reales, pero abrirán puertas a las reales, ¿Qué diablos es lo que quieren? Ya tengo a estas chicas más que preparadas, ellos no me van a decir que hacer, menos siendo como son, ¿Quiénes se creen? Ni siquiera son los gerentes de olimpiadas ni nada por el estilo.
-No entiendo lo que esos inútiles quieren.
-¿Cómo?
-Debí suponerlo desde un principio, son unos totales presumidos dejándonos ver lo que no lograremos.
-¿Qué es lo que quieren?
-Dicen que esta tiene que ser una grandiosa presentación- lo hice con un tono muy burlón.
-Demosle lo que quieren.
El silbato sonó, avisaba la entrada de las porristas de ambos equipos, los Bollcats contra los Troncats. Cada capitana dirigiendo como podía a su equipo, para empezar el partido animando a cada representante. La semi-final, algo duro de superar. Se necesitaba el mayor esfuerzo para llegar tan lejos, pero como ya era costumbre, esto era fácil para estos chicos.
Después de terminar nuestra rutina, empezaba la siguiente que era durante el partido. Poco más para que empezara, todos se miraban muy nerviosos. Sonó el silbato avisando el inicio del juego que decidiría todo y todos miraban con cara de asombro nuestra rutina, cambiamos la estrategia y funcionó muy bien, a la perfección. Todos los ojos se concentraban en nosotras, sólo animamos para que pudieran ver el partido.
Fue un poco de distracción ante tal gesto de parte de los jugadores hacia nosotras. Siempre se encontraban los más guapos y fuertes en el campo, pero los más presumidos y zorros de toda la escuela. Los chicos extraños siempre estaban en la banca y nunca terminaban jugando, siempre se quedaban sentados a la espera de que alguien les dijera: "Ve y corre, da todo de ti en esa cancha para triunfar y ganarlo todo" pero siempre se quedarían esperando y esperando, eso no iba a pasar, estos chicos sólo estaban para llamar la atención del resto de las chicas, eso nunca lo lograrían, a menos que hubiera un milagro de recuperar su lado lindo y sexy, y eso no va a pasar.
El partido estaba por terminar, un aplastante y humillante 7-1 era suficiente para derrotar y no volver a ver a estos ingenuos. La victoria era prácticamente nuestra para llevarla y dejarla en casa, una fuerte y dominante final nos esperaba...
-Grandioso Selena, ¡ESTAMOS EN LA FINAL!
-Eso demuestra el poder de los Troncats- éramos invensibles, sin presumir.
-Mi amor, poco y terminamos esta tortura aquí, después de tantos años...
-Lo sé, sólo nos falta aprobar y nos largamos de aquí, ¿Te imaginas nuestra nueva vida? Será lo máximo.
Aún no puedo hablar de nuestros planes, estábamos por ir a la universidad, eso es lo único que puedo decir. Recordare estos viejos lugares de la escuela siempre, sobre todo, detención, donde pasaba la mayor parte de mi estudio, un poco malísimo para mi.
Podía oír la gloriosa final llevada a nuestra escuela. No había nada mejor. Pero no siempre todo nos sale como esperamos...
