Capítulo 2:
Salimos de casa, nuestro lugar nos estaba esperando, nuestras patinetas habían quedado en casa de Louise, así que pasamos por ellas. Amamos el skate, lo compartimos casi todo, amaba tanto a esta mujer, para cualquier locura ella estaba sin importar qué, sabía que podía contar completamente con ella. Al salir de casa de Louise llamamos la atención del vecindario por nuestras patinetas, Louise estaba lista para practicar un poco de skate hoy que teníamos todo el tiempo.
-¿Lista para lo extremo?
-Completamente- le sonreí.
Pasar junto a Louise era lo mejor, sabía que no necesitaba ningún chico para ser feliz, lo demostraba completamente. Era momento de darle mi soporte y apoyo a Louise, lo había olvidado, se sintió mal por un momento por la separación de sus padres, su único hermano se llamaba Josh, este chico había perdido el control, era insoportable y mal humorado, su hermana menor, está con Rose y Mike, Scarlett era una dulce niña, era amiga de mis hermanos gemelos, ella era su única ternurita.
Ya habíamos patinado lo suficiente como para terminar casi en el suelo, hice una mala maniobra, lo bueno es que Louise me detuvo y nos reímos a carcajadas, muchos chicos nos observaban, éramos las únicas chicas allí, se quedaron completamente sorprendidos con nosotras.
-Hey Bom Bom, habrá que hacer unos cambios con las porristas, esas inútiles están sólo para llamar la atención de los chicos del equipo.
-Lo sé Louise, habrá que entrenar mejor y elegir a las candidatas mejor.
-Llamamos la atención de muchos, la mayoría de las chicas están aprovechando el descuento de las tiendas para suripantas- reímos.
No se que haría sin esta mujer, sólo la escuchaba reír y reír y reír, ya había superado un poco lo de sus padres y eso me hacia mucho más feliz a mí. Bien pudimos hacer muchos amigos allí en la rampa cerca del parque, deberían de hacer una exclusiva para los skaters, sería lo máximo.
El hambre llamaba, Louise ofreció almorzar en su casa, acepté, era obvio que iríamos con nuestras patinetas. Venía tan distraída que no me percate que íbamos muy rápido, estaba hablando con Louise cuando... ¡BUM! Un chico me pasó golpeando, perdí la intensidad y me tuve que detener en un árbol.
-Lo siento, no me di cuenta que venías, creo que ibas muy rápido, al igual que tu amiga- dijo el chico de ojos azules y cabello castaño.
-Gracias, me hiciste perder la intensidad, iba a un muy buen ritmo.
-No te preocupes...
-Sigue caminando mejor- le respondió Louise.
-Soy Ethan, ¿Y ustedes son...?- extendiendo su mano.
-No creo que te interese.
-Tranquila, no soy ningún secuestrador ni nada por el estilo si es lo que piensas.
-Soy Louise y ella es Selena, ¿Cómo quieres que te responda después de que casi la tiras al suelo?
-Gusto en conocerlas, ¿Son nuevas?
-Claro que no, siempre venimos a patinar acá.
-Es que necesitaba ayuda, soy nuevo en la ciudad, ¿Dónde esta la calle Gold 120?
El estaba hablando de la residencia cercana a Louise, es la que esta a la par, el chico estaba muy desorientado y no había nadie mas allí, así que me toco ser amable y decirle que nos siguiera, que sabíamos donde estaba.
-Acompáñanos, te mostraremos dónde está.
-¿Cómo crees? ¿Qué tal si tu eres una secuestradora? ¿O tu amiga?
-Muy gracioso- se estaba burlando de nosotras.
-Gracias por tu ayuda, no te preocupes, confío en tí.
-Eres raro...- olvide su nombre, o le hice creer eso.
-Ethan...
-¡Ethan! Si eso...- burlándome de él.
-Lo hiciste a propósito.
-Sí, sí, sí, como sea...
Tuvimos que caminar, ya que él no podía ir corriendo detrás de nosotras, aunque pensándolo bien hubiera sido grandioso, pero no lo hicimos. Casi no intercambiamos palabras. Le mostramos la entrada de la residencial, él se despidió y nosotras regresamos a casa de Louise, creí que estaba más cerca, pero quedaba más lejos, no nos molestaría si era un secuestrador.
-El chico era lindo, ¿No lo crees?
-Si, un poco, muy sarcástico, por cierto.
-Fue su culpa, no se fijó por donde caminaba.
-Cierto, y luego me trata como la culpable.
-Vamos, démonos prisa, muero de hambre- decía Louise con cara de cachorro.
Ya eran casi la 1, es por eso que el hambre nos mataba. Llegamos a la hermosa casa de Louise. Como no somos nada sofisticadas, un poco de pizza con peperonni y queso motzarella era nuestro "gran almuerzo" era suficiente para nosotras.
Después de comer, nos quedamos en la terraza, Louise llevó su guitarra y empezamos a cantar como todas unas locas nuestras canciones favoritas, sobre todo: "My Immortal" de Evanescence, nos encantaba esa canción, sabíamos que era piano, pero prefiramos hacerla en acústica, llevamos consigo el querer escribir una canción, claro, eso no es nada fácil como poner la pizza en el microondas, era más difícil que eso.
Acordes y acordes seguían sonando y nosotras sin seguir sabiendo lo que hacíamos, sólo tratando de crear la melodía, pero era mejor hacer la letra, no teníamos lo que es nada, así que dejamos eso tirado mejor, era mejor tocar las canciones.
-Esto es difícil, sólo llevamos tres acordes y de letra solo llevamos la frase: "Todo en mí".
-No nos sirve de mucho, habrá que hacerlo después- Louise tenía razón.
-Si, habrá que dejarlo para luego, tal vez en nuestro Spring-Break.
Se nos pasó todo el día, después de tantas risas, haber conocido a ese chico muy lindo, o que eso aparentaba ser. De seguro era de los mismos típicos chicos de por acá, sólo llaman la atención por estar ya sea en el equipo de fútbol o porque son músicos, pero él dijo que era nuevo, quien sabe como sea. Lo bueno de nosotras es que los días libres siempre los disfrutamos como si fueran los últimos, todas las ocurrencias... Era hora de regresar a casa, quedaba a unos 15 minutos de acá, sí, tenía que caminar, bueno patinar otro poco más, sino mis padres se molestarían porque no ordené mi habitación.
Después de patinar y seguir patinando y llegar a casa, escuche a mis hermanos tocar el piano, ellos siempre me hacían sonreír al escucharlos tocar. Mañana sabía que volvería a la locura de siempre, el colegio, último año, tenía que resistir otro poco más, ya último año, sabía que podía hacerlo, sino es que moría antes del intento, no tengo que exagerar, pero es lo común.