Mirada Peligrosa |Selena Gomez| ~Editando~

Louise...

Capítulo 1:

-Din Don- sonaba el maldito timbre.

Escuche al timbre, con lo poco que abrí mis ojos alcancé a ver la hora en mi móvil, 6 am, tenía que ser una broma. Abrí los ojos como plato, nadie se levantaría abrir por lo que me di cuenta ¿A quién se le ocurría llegar a esta hora? Con esas pocas fuerzas y ganas que tenía, me levanté de mi amada cama, baje las escaleras y me dirigí a la puerta principal, sabía que era a la única que se le ocurría aparecer a estas horas, mi alma gemela ¿Su nombre? Louise, no es ningún chico, es únicamente ella.

-¡Hola!- grito en frente de mi cara.

-Sabía que eras tu- con pocas fuerzas para hablar, mis ojos más cerrados que abiertos, era una zombie allí, me congelaba de frío.

Ya no necesitaba invitación para pasar, era como su segundo hogar, mis padres ya la conocían bastante bien como si fuera de la familia, los padres de Louise me conocían a mi como si fuera de su familia, teníamos una grandiosa comunicación y estrechos lazos de ambos lados, todo esto nos facilita las salidas y la vida por completo.

-Creo que será mejor dormir una hora más... o dos mejor- me dijo Louise notando mi sueño.

-No, lo siento, es que me quede dormida a la 1am- no quería que pensara que era su culpa el estar adormitada.

-Necesitaba tu apoyo, porque mis padres se separaron y necesitaba hablar con mi alma gemela.

-¿Qué? ¿Por qué no me enviaste un mensaje? Hubiera ido hasta tu casa.

-No quise molestarte, mejor decidí venir a tu casa.

-Cuanto lo siento, no te preocupes, tu sabes que no me molestas- le di un abrazo, lo necesitaba.

-Eres lo máximo, eres tan tú.

-Si linda, sabes que siempre estaré para ti.

-Sabes, ambas seguimos con sueño, será mejor dormir, luego hablamos...

Narra Louise:

La verdad no tengo sueño, sólo lo dije para que Selena se durmiera en paz, no quería seguir molestándola, no podía evitar ese enojo de la separación, y soy la única que tiene que soportar eso, mi hermano mayor John, de 21 años ya no tenía porque preocuparse de eso, él ya tenía su propio empleo, no me llevaba muy bien que digamos con él, jamás me quiso como su hermana, ya me daba igual lo que hiciera y lo que no.

Me quede en mi iPhone revisando mis mensajes y mis notas, los padres de Selena estaban por bajar, y ella no despertaba, no quería recibirlos yo sola, pero ya estaba acostumbrada, así que no había ningún problema

-¡Buenos días Linda!- Me saludó la madre de Selena, Margaret, ella si que era una mujer encantadora.

-Buenos días señor y señora Gómez.

-¿Qué te trae por aquí tan temprano?

-Pues problemas familiares...

-¿Y ahora qué pasó? Puedes decirnos, sabes que puedes confiar en nosotros- dijo Margot, así le decimos de cariño.

-Mis padres se separaron y necesitaba hablar con Selena.

-¡Ay linda! ¿Por que no lo mencionaste antes? Y Selena dormida y no te apoya.

-No te preocupes, ella quería seguir durmiendo.

-Bueno ya sabes, cualquier cosa... Cuentas con nosotros.

-Okay, gracias- salieron a su trabajo, los padres de Selena me impresionaban completamente, nosotras no éramos de ese tipo.

Sólo podía escuchar a Selena retorcerse cuando trataba de levantarla, era muy graciosa. No se que me causaba más risa, si sus extraños movimientos o que hablará mientras dormía, hasta durmiendo se miraba una ternura muy mala, esta chica radiaba todo en su cara. Me empezaba a dar hambre, era momento de comer, Selena no se dignaba en darme de desayunar.

-Vamos a desayunar- tratando de levantar a mi floja Gómez.

-Sírvete lo que quieras, aún sigo con sueño, lo siento.

-¡Vamos mujer!, ¡Despierta!

-¡Necesito dormir otro poco más!

-Mi floja, el hambre llama.

-Espera otro momento, sírvete tu hermosa.

-Bien, te haré el desayuno.

-Gracias preciosa- guiñándole el ojo.

Recordé que Selena tiene hermanos gemelos, ambos tenían 9 años ¿Me pregunto dónde estarían? Ellos son muy encantadores, de seguro seguían durmiendo como su hermosa y floja hermana. Recordé que tenía que hacer el desayuno para dos hambrientos estómagos, no encontraba nada que hacer, no me complique más, serví leche y saqué el cereal, coloqué los dos platos, no era el gran desayuno pero era más que suficiente.

Lleve los platos a la sala donde me encontré a los hermanos de Selena tocando el piano, se veían adorables juntos, una melancólica y dulce entonación la que hacían estos niños, Selena se dio cuenta que los observaba y sólo me sonrió.

-Dame mi desayuno dulce teñida.

-Espera preciosa morocha, ten- le di su plato de cereal, siempre nos tratamos de cualquier manera, siempre teníamos esa hermosa costumbre, ninguna necesitaba un novio para ser tratada como merecía, estando las dos juntas.

-Son unas ternuras tocando el piano.

-Mike, Rose, ¡Me impresionan!

-Gracias- dijeron halagados, los hermanos de Sel, parecían novios, moría de completa ternura ¿Por que no podía tener hermanos así?

Narra Selena:

Hoy teníamos el día libre, fuera escuela, fuera entrenadores amargados, fuera molestias, teníamos el día para nosotras, saqué mis pensamientos para hablar de el equipo "Troncats" nuestro equipo de porristas, Louise y yo somos las capitanas, todo se hace a nuestra manera.

-Me iré a cambiar para salir al centro comercial, ¿Qué te parece?

-Muy mala idea, vamos a patinar.

-¿Cómo crees? Por un momento me sentí la miss universo queriendo ir al centro comercial, allí sólo van esas "zorras" que van a comprar sus accesorios.

-Me encanta como nos burlamos siempre de eso, bromeamos y sabemos a lo que nos referimos.

-Si, nadie entendería nuestro lenguaje, jamás.

-Apresúrate y vamos por nuestras patinetas.

-Bien, bajo enseguida.

Tome mi ducha rápida de 10 minutos, busqué mi mejor conjunto, mi camiseta del equipo de fútbol con el número 23, mis shorts, mis vans, mis lentes estilo Hipster, sin duda, lo que me definía, acomode mi cabello rizado y largo, deje que cayera por detrás de mi, pase el labial en mis labios y salí de mi habitación.

Un reojo al espejo de enfrente, sabía que me miraba súper bien, muy segura de mi misma, esto me encanta. Odio ser de esas otras chicas, todas las chicas son iguales, por eso que Louise es mi mejor amiga, ella es la única que me entiende, no necesito a ninguna otra amiga o amigo.

-Bien, estoy lista, sólo hay que esperar el...

El timbre sonó y me interrumpió, mis hermanos se irían a su clase de piano, que oportuna era la maestra de estos chicos. Ellos regresarían al mediodía, mis padres ya estarían aquí, así que no tenía que preocuparme por mis hermanos, se despidieron de nosotras abrazandonos y se fueron, ellos estaban en la London Academy, esta academia Londinense en Los Ángeles era algo extraña, pero era la perfecta para estos chicos.

Sabíamos que podíamos hacer lo que queríamos, como lo queríamos, cuando lo queríamos y cuanto tiempo queríamos, una libertad incondicional. Esta era nuestra ventaja de estar juntas, no teníamos que preocuparnos por ninguna responsabilidad, el día era prácticamente nuestro...