Capítulo IV.

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Mi corazón aletea feliz y me preparo para tener un maratón de Vikingos Valhalla con mi mejor amigo. Lo que más amo de Sasuke es que sabe reconocer sus errores, arreglo mi cuarto para que podamos acostarnos sin problema a ver la serie. 10 minutos después Sasuke llegó a mi casa con muchas chucherías dispuesto a tener un maratón conmigo de una de nuestras series favoritas.

-¿Cuándo saldrá la segunda temporada?

Le pregunto a Sasuke mientras gateo por el colchón para buscar mi teléfono que se encontraba en la mesita de noche del lado contrario a donde yo estaba acostada viendo la serie.

-No lo sé, búscalo en internet. 8 episodios no son suficientes...

-¡Quede picada! - exclamo mientras tecleo cosas en mi teléfono para buscar la información de la segunda temporada de la serie - ¡Nojadas! Sale el 12 de enero de 2023... ¡Falta demasiado!

-Faltan 7 meses para su estreno, solo nos queda esperar y buscar otra serie para ver mientras sale la segunda temporada.

-¡Odio esperar!

-Sé lo mucho que odias esperar, pero no queda de otra, enana. Debería irme a mi casa para que tu logres descansar así sea un poco.

-Sasuke, son las 8:30 de la mañana y no hemos dormido nada por andar viendo la serie completa en una noche. No quiero que conduzcas hasta tu casa sin haber dormido ni un poco.

-Estoy bien, puedo manejar sin problemas...

-No me importa, no te vas - me levanto de la cama, apago todas luces y cierro las cortinas de la ventana para que todo mi cuarto solo quede iluminado por la luz del televisor. Me vuelvo a subir a la cama y pongo mi dedo anular en su pecho para señalarlo -. Duerme y descansa, más tarde te irás.

-¡Eres más molesta que un grano en el culo! - me carcajeo, apago el televisor y me meto bajo las sábanas dándole la espalda a Sasuke para dormir - Descansa, enana.

Susurra cuando siento como pega su pecho a mi espalda y besa mi cabeza con amor. La verdad no es la primera vez qué dormimos juntos, somos mejores amigos y en ocasiones hemos tenido pijamadas o simplemente nos quedamos a dormir en casa del otro por alguna razón. La cama se mueve un poco y puedo suponer que se está quitando la camisa, odia dormir con camisa, él dice que se siente prisionero. Me giro y observo como tira la camisa al piso, se pone de lado para dormir y quedamos frente a frente, ninguno de los dos emite palabra alguna, no me siento incomoda ni nada, es normal para mí. Pongo las manos en su pecho y lo tumbo para que quede boca arriba, me arrastro por la cama hasta poner mi cabeza en su amplio pecho.

-Si tu Shmutsi Boo nos viera así seguramente pegaría el grito al cielo...

-No creo que ninguna novia le guste que su pareja este acostado con su mejor amiga de esta manera, ¿no te parece?

Asisto, los latidos de su corazón me relajan. Su brazo me rodea la cintura y me pega a su cuerpo con suavidad, a pesar de lo fría que esta el cuarto él está calientito, me hace recordar cuando Bella tuvo que dormir con Jacob para entrar en calor. Su respiración calmada se une a la mía cayendo los dos en los brazos de Morfeo.

Al abrir los ojos me encuentro sola en la cama, Sasuke no está junto a mí y entro en pánico. Me levanto de la cama a gran velocidad, atravieso el pasillo hasta las escaleras y bajo a la cocina con la esperanza de verlo ahí, pero se ha ido y no sé por qué. Preocupada porque haya pasado algo busco mi teléfono en mi cuarto rápidamente, deslizo la pantalla y lo llamo sin pensarlo dos veces...

Un timbrazo.

Dos timbrazos.

Tres, cuatro...

El numero al que está llamando no se encuentra disponible en estos momentos, intente de nuevo más tarde.

Antojos de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora