Antojos de Amor

Capítulo X

Manejar un Audi es un nivel de placer superior, estoy en las nubes todavía con la maravillosa sensación de manejar semejante carro, aunque todavía me faltan manejar los otros carros que posee Sasuke para ser más feliz aun, es un coleccionista empedernido.

Apenas llegue a la casa subí a mi cuarto corriendo, opte por cambiarme la ropa sino iba a tener otra confrontación extrañamente excitante con mi mejor amigo y eso no es nada bueno para nosotros. Un vestido sencillo color blanco con pequeñas margaritas de estampado, unas converse blanca y estoy decente para estar en la misma sala que mi mejor amigo sin pensar cosas raras.

El sonido de mi teléfono me saco de mis cavilaciones, bajo las escaleras casi corriendo y me reprendo por eso, no debo hacerlo, puedo caerme y eso puede ser muy malo para el bebé, encuentro mi teléfono tirado en el sofá, es Lee. Mi supuesto novio que no sabe que estoy embarazada de otro hombre, un hombre que ni yo misma se quién es en realidad. ¿Cómo se tomará toda esta situación?

—Hola...

—¿Cómo está la chica más guapa de todas?

—La verdad no lo sé, no la conozco — me hago la loca y me carcajeo feliz porque se refiere a mí al hablar —. Estoy bien, ¿y tú?

—Mejor ahora que te escucho.

—¿Pasa algo malo?

—No. No exactamente. ¿Nos podemos ver más tarde en el bar de mi padre?

—Claro, ¿a las 6 te parece bien?

—Sí, y si puedes venir antes mejor. Te extraño, guapa.

—Yo igual, nos vemos en la tarde.

—Te quiero.

Soltó antes de colgar y me quede frita, estoy tiesa. No es tiempo para decir esas palabras todavía, si Sasuke se entera que ya él me dice que me quiere entrara en colare y dirá miles de cosas que, aunque me enojen son muy ciertas y como si la vida quisiera confirmarme lo que estoy diciendo suena el timbre.

Suspiro pesadamente antes de abrir la puerta y encontrarme cara a cara con mi mejor amigo. Sigue impecable en su traje.

—¿Vas a salir? — inquiere al verme, y ahora entro en cuenta que solo vamos a desayunar en mi casa y tal vez me arregle más de la cuenta.

«¿Sakura, no te cansas de cagarla?»

Definitivamente mi amigo pensara que quiero conquistarlo y ese no era plan, el plan es: no... cuales fueron sus palabras, provocarlo... exacto, seria no provocarlo con mi vestimenta.

—Sí, saldré más tarde tranquilo. Solo quería estar lista de una vez.

—Excelente...

Entra a la casa con unas bolsas, va directo a la cocina y coloca toda en la incinera sin decirme nada más. Se quita el saco con toda la elegancia posible y lo coloca en el respaldo de la silla de mi comedor de 6 puestos.

—¿Cómo te fue con los Akimichi?

—Qué bueno que preguntas...

—¿Paso algo? — su mirada es difícil de descifrar, tiene un toque de diversión y molestia en ellos. Toma asiento mientras yo procedo a sacar toda la comida de las bolsas.

—Gracias a tu increíble revelación en la oficina, ellos decidieron no divorciarse y obviamente no hubo caso.

—¿A qué te refieres, Sasuke? — quise reírme imaginándome la cara de Sasuke al ver que sus clientes cancelan sus servicios por mi culpa. Puse toda la comida en platos y lo posicione en la mesa para que podamos empezar a comer, la verdad es que muero de hambre y no lo recordaba hasta ahora y todo por estar pensando en cosas que no debo sobre mi ardiente mejor amigo.