Capítulo VI

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—¿Es en serio?

—¿Qué?

—Sasuke me trajiste a un puto parque de diversiones — dije como si no fuera algo sumamente obvio, frunzo el ceño sin entender a que está jugando mi mejor amigo trayéndome a este lugar.

Habían pasado dos semanas desde la última vez que nos habíamos visto en mi casa porque Sasuke no ha tenido tiempo libre con el bufete, dos semanas en las que no me había querido decir que debía hacer para que él pudiera asistir a la dichosa cena con mi casi novio Lee y digo "casi" porque ninguno de los dos ha formulado la pregunta oficialmente. Hemos salido durante estas dos semanas y es un hombre maravilloso, atento, cariñoso y muy caballeroso, sin duda el hombre que querría para el resto de mi vida. No había visto a Sasuke y por eso no sabe todas mis nuevas citas con Lee, más sin embargo debe suponerlo ya que acepte venir con él a un parque de diversiones sin ningún motivo o eso creo yo.

—Sakura, yo sé que es un parque.

—Quiero decir... ¿Qué mierda hacemos aquí? — chillo molesta.

—Ya lo veras...

—No me moveré de este punto hasta que me digas que vamos hacer aquí, y más te vale que me digas porque no respondo de mis putos actos.

No es normal que yo le hable así a mi mejor amigo, pero él sabe lo mucho que odio los parques de diversiones, en realidad me dan miedo la mayoría de las atracciones mecánicas que se puedan encontrar.

—Cálmate, mujer — rueda los ojos con exasperación, posa sus manos en mis hombros y me gira sobre mis talones para que pueda ver como sus tres sobrinos diabólicos se bajan del carro de su apuesto hermano —. estamos aquí por ellos.

—¡Tíooooooooooo!

—¡Tíaaaa, Sakuraaaaa!

Los gritos emocionados de sus sobrinos llenan el lugar, los tres corren sin mirar por donde van llevándose a varias personas por el medio, se lanzan abrazar a su querido tío y después a mí con el mismo amor, Itachi al ver que varias personas nos miran mal y se quejan de que los niños los hayan empujado se baja del carro con su esposa a regañarlos por ser tan salvajes e imprudentes mientras ellos ni se inmutan en pedirles disculpas a nadie, dignos sobrinos de Sasuke.

—Primera y última que hacen eso — vuelve a repetir Itachi con voz cansada, se nota que ser padre de tres niños no es nada fácil —. Si su tío Sasuke o Sakura me llegan a decir que ustedes hicieron algo malo, así sea pequeño se los juro que se van al internado.

—No es necesario amenazarlos, cariño — susurra Izumi cerca de su oído.

—¿Entendido? — Itachi no es caracterizado por tener mucho carácter con los niños, desde que lo conozco siempre ha sido un pan de Dios con todos, incluso es el mejor papa que he visto en toda mi vida. Los educa correctamente, los premia siempre que se lo mereces y les da más amor que nadie y parte de todo eso les enseña lo que es el calor de una familia, para que les hable así ellos tuvieron que haberlo sacado de quicio antes de venir aquí.

—¡Si, papá! — responden Inichi, el mayor de los niños solo tiene 9 años y ya lo quieren transferir al sexto grado de primaria por sus excelentes notas, es sumamente inteligente, aunque sea un diablillo travieso y es la viva copia de su padre.

—¿Sasumi, Hitomi? — pregunta a los dos más pequeños, Sasumi con 7 años, es idéntica a su madre, pero con la mirada de su padre y el pequeño Hitomi de 5 años que es una combinación homogénea de sus progenitores.

—¡Si, papáá!

—Sakura, no sé cómo aceptaste hacerte cargo de ellos — suelta Izumi mientras me da un beso en la mejilla para saludarme y honestamente yo no sabía ni siquiera a que veníamos —. Lo peor es que Sasuke es igual que ellos, son una plaga cuando se juntan.

Antojos de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora