Antojos de Amor

Capítulo IX

Una semana, es era el tiempo que había transcurrido desde que había tenido el fatídico encuentro con Karin y Sasuke en su casa y de haberme visto con Hinata para el día de chicas.

Una semana donde tuve que ponerme al corriente con todo en mi trabajo, ya que los 15 días que estuve con mi abuela fueron un atraso laboral para mí, pero ni modo, no puedo quejarme, esa vieja cascarrabias es todo lo que tengo en la vida y sin ella pues estaría más sola que Adán en el día de las madres. Correos, firmas, consultas y demás cosas tuve que hacer, mi profesión no era la gran cosa, sin embargo, es lo que me gusta hacer.

He asimilado bastante bien lo del embarazo, bueno, no también, he llorado, gritado, pateado mis cosas y después tener que ponerlas en su lugar porque no tengo una sirvienta como en las películas que recogen todo el desastre que hacen las putas protagonistas.

¡Me cago en la puta!

Yo quiero ser madre, obviamente será cuando dios quiera ya que cuando yo quise él se empeñó en decirme que no, ya no tengo la regla, y que más pruebas iba hacerme si fueron los negativos más perfectos de la vida, las pruebas dijeron que no estaba embarazada y peor me vino la regla ese mismo día. Pobre Sasuke que tuvo que estar conmigo en ese momento tan difícil.

Es el mejor amigo de la vida.

Es viernes, el cuerpo sabe que tengo todas las ganas del mundo de verme con mis amigos y con Lee, aunque no se cuáles serán los planes de ellos todavía.

—¿Sakura?

Levanto la vista de mi computadora y clavo mis ojos en mi compañera de trabajo, Shion es una rubia hermosa más sin embargo tiene una personalidad de mierda. No nos llevamos bien, solo intercambiamos palabras cuando se trata de trabajo del resto ni nos miramos.

—¿Necesitas algo?

—Shizune, de recursos humanas quieres que vayas a su oficina con urgencia, creo que te enviaran a Los Ángeles por mí.

—Vale, dame unos minutos y voy a su oficina. Gracias — Asiste un poco pensativa, hace Adén en irse, pero vuelve a clavar sus ojos en mi — ¿Pasa algo, Shion?

—Solo quisiera que me representaras bien en ese viaje, es muy importante.

—No soy idiota y hago muy bien mi trabajo no tienes de que preocuparte, Shion, Lo hare mejor que tú.

Ser relacionista pública significa que en varias ocasiones debes ir a otras empresas, eventos y representar a tu empresa de la mejor manera posible. A ella siempre es la que la eligen para viajar y salir del país por su amplio vocabulario, es trilingüe o algo así, es una mujer aplicada en su trabajo aunque sea una mierda de persona y si no puede ir a este evento será por algo muy grave.

—Chistosa...

Sale molesta de mi oficina mientras yo soy feliz porque por primea vez desde que estoy trabajando con ellos me llevan a un viaje de negocios. Me levanto sonriente de mi escritorio y me dirijo a donde me indico la rubia oxigenada de Shion.

—¡Sakura, que alegría verte!

—Shizune, igualmente. — le miento en su cara y ni cuenta se da porque ni la conozco como para alegrarme — Shion me aviso que necesitabas verme con suma urgencia, ¿paso algo?

—Shion no puede viajar ahorita, un tema con su embarazo, ya sabes... — La mandíbula me llega al suelo, debo hacer un gran esfuerzo para que no se me note demasiado mi asombro — Su médico le prohibió viajar, estos embarazos de hoy en día son más delicados de lo eran en los tiempos de mi madre... Bueno, me desvié de tema. Necesito que representes a la empresa en la convención tecnología de Los Ángeles, sabes inglés y es lo único que necesito en estos momentos y eres muy hermosa seguramente llamaremos mucho la atención en ese evento tan top.