5. Vodka Tonic

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Las luces brillantes, el alcohol, las risas y el bullicio general son el pan y vino de las salidas nocturnas con aquellos a los que vulgarmente llama amigos a sabiendas de que la mitad de ellos solo son sus socios o aliados en los negocios.

Como cada primer viernes del mes estos le han obligado a salir de su oficina y sus deberes para arrastrarlo a un casino en el que sabe que ellos acabaran perdiendo su dinero, bueno, todos menos Lolito que siempre se las arregla para remontar la jugada cuando parece que está por perderlo todo.

Luzu aún no sabe cómo es que siempre acaba accediendo a éstas salidas, supone que debe ser alguna brujería de Vegetta porque ese hombre ni muerto sale solo con la banda de idiotas que son sus amigos, por lo menos Luzu tiene algo de decente. Al menos.

Sin embargo, mientras los observa jugar al Poker por segunda vez en la noche, está más que ausente de su cuerpo y de todo aquello que le rodea en ese instante, un tren de pensamiento que se atraviesa a toda velocidad en su tránsito mental.

La mente de Luzu no siempre está en completo acuerdo con sus emociones, aveces resulta ser tan necia que actúa a expensas de lo que siente y eso le ha traído ciertos problemas a lo largo de su vida.

Sin embargo cuando sus emociones y su cabeza se ponen de acuerdo una claridad mental le abunda aunque no siempre sea para bien.

Su corazón y su cerebro solo se ponen de acuerdo cuando hay emociones negativas de por medio. Y eso es lo que le sucede desde que Quackity ha enviado aquel mensaje antes de desaparecer súbitamente de la faz de la tierra; sin contestar sus llamadas, sin aparecerse en el bar las últimas dos semanas, sin rastro alguno que seguir para hallarle. Como si nunca hubiese existido y simplemente hubiese sido su cabeza jugándole una amarga broma para recordarle que estaba destinado al frío abismo de la soledad.

Y le jode tanto que la rabia se acumula en su pecho, porque no solo pudo ver a su sol enfriarse y extinguirse repentinamente sino que también pudo verlo marcharse en manos de otro. Ese sujeto que se atrevió a entrar de la nada para robar su tesoro y salir bien librado, fugandose con su luz entre sus manos indignas.

ㅡ¡Eres un tramposo Doblas!ㅡ.

ㅡ¿Que? ¡Pero si yo no he hecho nada!ㅡ.

Las exclamaciones de sus amigos lo pusieron sobre la tierra, notando como Rubius había salido victorioso en ésta ronda, haciendo trampa; según Vegetta. Y cuando estos empiezan a discutir Luzu se da cuenta de que necesita un trago si desea sobrevivir la noche, y con sobrevivir se refiere a emborracharse hasta el desmayo.

En solitario se dirige a la barra, la chica que lo atiende le recibe con un rostro neutro y calmado, sirviéndole así un Vodka Tonic que no duda en beber. Se hunde ligeramente en su asiento observando el vistoso lugar en el que se encuentra, ya ha venido antes a éste casino sin embargo nunca se detuvo a mirar detenidamente el lugar, para él era solo otro establecimiento de apuestas, sin embargo ésta noche las cosas son diferentes.

Con su mano libre extrae de su bolsillo una tarjeta de cartulina en la cual yace impreso el nombre de dicho lugar: "Las Nevadas: Casino & Hotel".

No sabe porque aceptó la tarjeta en primer lugar, era bastante tonto de su parte. Pero estaba ese minúsculo fragmento de sí que quería aferrarse a la posibilidad de que Quackity anduviera cerca por más estúpido que pudiese parece.

ㅡHombre, Luzuㅡ. Le llaman y no se sorprende al descubrir que se trata de Willy, quien parece venir a por su tercer trago de la noche ㅡPensé que te habías ido a las mesas billarㅡ Inquirió curioso, acostumbrado a que el castaño se la pasará metido en dicho lugar, era algo raro verle rondar por la zona del bar.

BLIND | LuckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora