Los negocios no se mezclan con la vida privada, tampoco con la pública si eres alguien como Luzu.
El cómo las personas te miran y observan lo que haces es importante dentro del mundo ejecutivo, la presentación y la apariencia resulta crucial a la hora de firmar un contrato u acuerdo. Tu reputación debe mostrarse intachable, no puedes parecer menos ante la competencia o buscarán aprovecharse de ello si es que no te lo echan en cara primero.
Y eso es lo que ha hecho Luzu durante los últimos años. Un lobo en los negocios cuya vida privada de fuera se ve tan sencilla, en la que su único defecto parece ser el echo de que es un conquistador. Esconde bajo la alfombra toda la podredumbre de su trabajo, tan bien camuflado que nadie sospecha nada.
Pero tampoco es el único que se maneja entre las aguas arrastrando suciedad en su camino; aquellos socios a los que llama amigos, aquellos que lo rodean en un ámbito social y laboral, son lobos de su misma calaña, líderes de negocio con temple de hierro y seguridad inquebrantables.
Apuestas, drogas, armas, sexo. Un círculo de vida sin variaciones. Una industria a la que todos pertenecen, quizás unos más hundidos que otros, pero a la final es el mismo pozo de agua negra.
Para Quackity ha sido todo una maravilla, observar como los negocios de Luzu se manejan en las sombras es simplemente fascinante.
El mexicano es ambicioso, y lo que tiene frente a él es una oportunidad de expandir sus horizontes a niveles inimaginables. Ya no tendría que dedicarse únicamente a los estupefacientes, apuestas y el lavado de dinero, con Luzu a su lado su imperio se extendería hasta las armas, los diamantes, el contrabando de arte y la industria del placer.
De tan solo pensar en lo que haría con todo ese poder una ola de calor se expande por su cuerpo. No sabe si es a causa de los tragos que lleva encima o la vista tan espectacular del atractivo hombre que está de pie a su lado, sea lo que sea, lo enciende como mechero.
Tanto lujo, tanto ostento, tanto poder.
ㅡ¿Y bien?ㅡ Masculla el castaño, sus dedos tamborileando sobre la gran caja de madera en la que se halla recargado. Observando desde lejos como un cargamento es envuelto y empacado dentro de contenedores que se suponen deberían llevar vino.
Los ojos del mexicano se cierran lentamente y una sonrisa engreída se forma en sus labios.
ㅡEmpiezo a cuestionar que tanto has estado escondiendo, Vlogsㅡ Susurró, algo de gracia adherida a su voz melodiosa.
ㅡEstoy a tu disposiciónㅡ Señaló Luzu, buscando la mirada oscura del más bajo, y al encontrarla se aseguró de que se mantuviera, levantando su rostro ligeramente con la punta de sus dedos ㅡQuiero darte todo aquello que anhelasㅡ.
ㅡ¿A cambio de que?ㅡ Inquirió, vaciando el aire de sus pulmones lentamente. Nada en éste mundo es gratis y la sonrisa que Luzu esboza le da a entender que definitivamente desea algo de él.
ㅡQue seas mío, ¿Es eso mucho pedir?ㅡ Murmuró contra sus labios sin embargo no se animó a más, podía sentir algunas miradas indiscretas sobre su espalda.
No puede soportar la idea de que el hombre frente a él no le pertenezca, lo necesita, así deba entregar todo en bandeja de plata lo hará. Lo único que desea es él, desde hace mucho que la necesidad de tener algo no rasguñaba su interior, pero ahora es tan fuerte que no planea permitir que las manos indignas de otros mancillen la piel de su brillante sol, de su cálido infierno.
No por amor, si no por caprichos y codicia.
Y eso a Quackity le queda claro, porque para él cosas banales como el amor no existen. Es solo una mentira, no puedes amar a quien te daña, no puedes amar a quien te posee, así funciona y está bien con ello. Existe el deseo, el placer y los caprichos, todos ellos son motivados por la misma ilusión que los invita a buscar afecto, buscarlo donde no es seguro que lo encontraran y aferrarse a aquellos que se los dan.
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BLIND | Luckity
FanfictionDurante una noche de copas Luzu se encuentra fascinado por la fuerza de atracción que un misterioso pelinegro lanzó sobre él. Cautivado por su esencia hará hasta lo imposible por obtenerlo, incluso si éste hombre no es lo que dice ser al final del n...