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Arlington, pueblo ubicado en el extremo norte de la ciudad de Waltham, en Massachusetts, un lugar ideal para vivir o al menos eso se decía algunos años atrás antes de que la gente comenzará a mudarse a los apartamentos al centro de la ciudad volvi...

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Arlington, pueblo ubicado en el extremo norte de la ciudad de Waltham, en Massachusetts, un lugar ideal para vivir o al menos eso se decía algunos años atrás antes de que la gente comenzará a mudarse a los apartamentos al centro de la ciudad volviendolo un pueblo casi abandonado, aunque actualmente su tranquilidad y escasos habitantes son lo que lo han hecho ideal para otras personas además del frondoso bosque que los rodea, manteniéndolos distanciados de los demás pueblos y la ciudad.

La mayoría de los residentes son jóvenes recién casados y ancianos que disfrutan de su jubilación. Debido a eso Arlington es más conocido por su tranquilidad e ideal para quienes buscan un despeje del ajetreo de la ciudad, además de estar al extremo del estado (a aproximadamente hora y media de la ciudad en auto).

Así es el pueblo donde Isaac Collins, un joven soltero (veinteañero) ha vivido desde que ha tenido memoria. 

Domingo por la mañana, un día de descanso y había preferido ir a la ciudad. Después de manejar por un tiempo entre el bosque, llegar a la ciudad y conducir por las amplias calles entre grandes edificios por fin llegó a su destino, el hospital general. 

El sentir las miradas sobre él cada vez que cruzaba las grandes puertas de cristal que se abrían de par en par engrandecia una parte de su ser. Siempre con una expresión neutra y una sonrisa amigable a quienes saludaba en su camino. Conocido como un joven brillante, responsable, carismático y simpático, dejando de lado su atractivo físico. 

—Buenos días doctor Collins. Ha pasado un tiempo. 

Uno de los veteranos del hospital se había acercado a Isaac reposando su mano sobre el hombro del joven que igualaba su estatura que pasaba del metro 80, haciendo notar sus orgullosas canas con un peinado hacia atrás y una sonrisa serena. 

—Dr. Smith, no lo veía desde el mes pasado.— argumento algo expectante. 

—Me tomé unas vacaciones en el extranjero, mis primeras vacaciones después de un largo tiempo en esta profesión— carcajeo carismático guardando las manos en los bolsillos de su bata. 

—Debo admitir que eso me desalienta en cierto sentido.— sonrió carismático.

Palabras que causaron gracia en el médico profesional a su lado, el cuál había acogido emocionalmente a Isaac desde que él había ingresado a la universidad y había mostrado suficiente interés por la medicina. 

—Doctor Smith, lo necesitamos en cuidados intensivos.— informó una enfermera que mostraba una clara expresión de preocupación con un portapapeles pegado a su pecho. 

—El deber llama— sonrió asintiendo con la cabeza a la joven enfermera a su lado —nos vemos pronto Zack— sonrió palmeando nuevamente el hombro del chico y con un suspiro satisfecho siguió a la joven al fondo del pasillo. 

Isaac en cambio tomó otra dirección a uno de los lugares menos famosos del hospital, el depósito de cadáveres donde suelen realizarse las autopsias y algunas conservaciones de ellos, debido a eso no solía ser un lugar bastante visitado por el personal. 

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⏰ Última actualización: Dec 19, 2023 ⏰

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