Cap 19

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No lo entendía, los dolores en su vientre eran cada vez más frecuentes, y ella simplemente no comprendía que sucedía.

En ese mismo momento se encontraba preparando un té de manzanilla, para relajarse, pensaba que se encontraba sola pero no era así.

Evelyn: Isa, ¿te encuentras bien?

Le pregunto la mujer acercándose lentamente hasta donde ella se encontraba.

Isabela: Estoy bien, solo unos dolores , creo que se deben a que muy pronto tendré mi celo

Le contesto, pues a pesar de conocerla durante tan poco tiempo le había tomado confianza.

Se sentía tan mal por haberle deseado el mal en primer lugar.

Evelyn: Oh, si deseas puedo ayudarte con eso

La mujer le brindó una sonrisa pero ella solo negó de forma suave.

Isabela: Me encuentro bien, además ya tengo mi té listo
Evelyn: Bueno, pero si necesitas algo no dudes en decírmelo, tal vez pueda ayudar en algo
Isabela: Jaja estoy segura de que eres buena ayudando

La joven Madrigal tomó una taza con su té y se retiro a su habitación.
Dejando a la contraria algo preocupada.

Evelyn: Me pregunto que es lo que sucede...

La mujer tenía una mirada llena de tristeza pues le afectaba el no poder ayudar a Isabela, se preocupaba por la joven Madrigal pues era conciente de que muchas veces se levantaba por las noches para vomitar, ¿Cómo lo sabía? Eso era fácil de contestar, pues debido a su embarazo ella también se levantaba a esas horas, ya sea por las náuseas o las ganas de orinar.

Evelyn: Solo espero que las cosas no se salgan de control

Le susurro a la nada, sintiendo a su cachorro moverse en su vientre.

Evelyn: Oh mi bebé
bienvenue mon ange oh père, merci de m'avoir donné la grâce d'être mère. Dans mon ventre tu grandis saine et forte, ma petite lumière de salut. Je t'attends avec impatience, je suis ta mère, et quand je t'aurai enfin, je n'hésiterai pas à te serrer dans mes bras.

Canto una parte de la canción que le había compuesto a su cachorro, sintiendo como este dejaba de moverse bruscamente para luego dar patadas tranquilas.

Evelyn: Mi bebé

Sonrió al acariciar su vientre, ansiaba ver a su hijo nacer.
Unos ojos verdes la observan a la lejanía, sintiendo una precisión en su pecho, las cosas nunca fueron planeadas de esa manera, pero aquello era el resultado de sus acciones, y aún así, sentia que no se merecía nada.
Le había tocado una omega amable, la cual nunca se enojo ni lo desprecio por haberla marcado sin su permiso o haberla dejado embarazada, pues, Evelyn nunca lo invito a pesar su celo junto a ella, si no la hermana de esta, la cual se había aprovechado de la debilidad del Madrigal y de la de su hermana en aquel estado para unirlos y así quitar a su hermana del camino a su herencia, pues Evelyn al ser la mayor era quien heredaría las tierras de su padre para cuidar de su familia, solo había una condición para aquello, nunca emparejarse, regla que fue rota cuando Evelyn paso su celo con Bruno, sin ser conciente de aquello.

Bruno le arrebató su oportunidad de ser la líder de su familia sin saberlo, le arrebató aquello para lo que fue preparada desde su nacimiento y no se sentía contento de saber que la omega aún así le sonreía y lo aceptaba, no se sentía merecedor de aquella bondad.

En silencio y entre sombras se alejo del lugar, escuchando de fondo la canción que la omega compuso para su primogénit@.

Aquello no debería de ser así.



Bobo miraba con preocupación a su amiga, la cual lloricaba y se agarraba el vientre con fuerza al sentir un dolor agudo en aquella zona.

Bobo: Isabela, necesitas ir con tu madre

Le dijo en un intento de hacer que la omega reaccione, pues está se negaba a preocupar a su madre, la cual pasaba más tiempo con Mirabel y sus nietos.

Isabela: Estoy bien

Contesto entre sollozos pues no soportaba el dolor.

Bobo: Olvídalo, voy por tu madre

Dicto con preocupación, y sin escuchar las quejas de la Madrigal se alejo en busca de la mujer mayor, más aquello sería un gran error.

Isabela se retorcía en su cama con claro dolor, gritaba con fuerza pero sabía que no podría ser escuchada por el bloqueo de sonido de su habitación.

Se retorcía con pesar pero de repente su cuerpo se quedó quieto y sus ojos se abrieron con sorpresa.

Isabela: ¿Qué pasa? ¿Qué pasa?

Exclamó angustiada al sentir algo derramar por sus piernas, sus manos temblorosas bajaron hasta su parte baja, donde tocó con miedo aquel líquido, solo para luego gritar asustada al ver el color carmín pintar sus manos.

Isabela: ¿Qué sucede?!!! Ayuda!! Por favor ayuda!!!

Por más que grito y lloro nadie la escucho, o eso creyó pues cuando su vista se nublo y sus sentidos se perdían en la oscuridad alguien a su habitación llegó.

Evelyn: Oh mi señor, Isabela!!

La omega se acercó rápidamente al cuerpo quieto de su -ahora- sobrina, sintiendo su corazón golpear su pecho con fuerza al ver la gran cantidad de sangre, oh gran madre naturaleza que todo lo observas, oh destino que todos los caminos albergas, oh tiempo que todo lo llevas, ¿Por qué las cosas son tan crueles para quien se enamoro sin saber que eso le causaría dolor?

Evelyn rápidamente tomo el rostro de Isabela entre sus manos, no le importaba sentir sus propias lágrimas caer por sus mejillas ni mucho menor el que su voz no saliera, solo quería saber que ella estuviera bien, porque el ser que ahora en el suelo yacía no lo estaba, ni siquiera su respiración se podía ver, pues había marchado con su bis abuelo. Oh mundo cruel, ¿Por qué lastimas de aquella manera a quien no lo merece?

Evelyn solo podia llorar en silencio, rogando por la vida de su sobrina y gritando pidiendo ayuda, pues no podía dejar a la joven en aquel estado sola.

Mi OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora