Un hogar en las gotas

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Tan solo minutos bastaron para que Naruto pudiera salir de la aldea, se oía a metros de distancia las despedidas de la gente común, minutos después el recorrido las removió por completo de los tímpanos de Naruto, sus pasos acelerados era la única compañía que tuvo, horas después llegó a dónde quiso, Takigakure.

Sin perder tiempo se metió a la torre del Takikage, hasta la oficina principal siendo recibido por Ibito.

Ibito: Buenas noches señor Naruto, espero que su plan funcionara con éxito.

Naruto: No fué fácil, pero los resultados fueron más...beneficiosos de lo que esperaba.

Ibito: Tengo lista la casa que compró aquí señor Naruto, permitame acompañarlo hasta allá para que pueda descansar y mañana mismo empiece con su trabajo nuevo como lo prometí.

Naruto: Gracias ibito, siempre cuento contigo, gracias por mantener esto en secreto.

Ibito: No es mucho señor Naruto, desde que supe de su situación no pude evitar ofrecerle ayuda.

Ambos adultos salieron del lugar, y mientras caminaban por las calles, la gente que pasaba saludó con caridad a Ibito y alabaron cuál deidad a Naruto.

Naruto: Sí que son amables aquí.

Ibito: Bueno, yo casi siempre me tomo algo de tiempo para saludar a las personas que viven en nuestra aldea, pero con usted es otro caso, los adultos y ancianos me paraban a menudo y preguntaban sobre la vez que nos visitó, los niños me preguntaban cada día si usted volvería.

Naruto: Fueron 10 días muy reconfortantes para mí, ya hacía tiempo que no me sentía tan alabado, digo en cualquier lado de Konoha me saludaban y me regalaban cosas....incluso jovencitas me buscaban y me seguían, era divertido correr para escapar de ellas.

Naruto: Lo siento, debo oírme muy viejo y raro diciendo eso.

Ibito: No para nada, señor Naruto. Es muy juvenil de su parte, no tenemos tantos jóvenes adolescentes así, pero viniendo de usted es....nuevo.

Naruto: Pero ya voy para los 50 años, afortunadamente antes de irme de konoha preparé unas pocas cosas...y me traje otras más.

Naruto sacó una carpeta de su mochila, incluso tenía su capa puesta, pero sin los símbolos de " Séptimo Hokage", Ibito observó el contenido de la misma, era una hoja de papel con una escritura en ella, parecían instrucciones, además de un par de anotaciones de letra diferente, la firma de la parte posterior de la hoja decía "TS"

Naruto: Este es un jutsu especial que una mujer famosa de mi aldea diseñó en secreto, el secreto de su apariencia tan reluciente a pesar de su edad.

Naruto: Ella fué por años la única figura de madre que tuve, lástima que como siempre....una pelea la hizo alejarse de mí....supongo que ahora debe estar gozando de su retiro junto a su alumna.

Ibito: Y que hay de sus figuras paternas?.......si tuvo, verdad?

Naruto: Sí, claro que sí....solo 3 personas llegué a considerar así, la primera fué un chico que me acompañó cuando era muy pequeño, me regañaba por mis travesuras, pero me felicitaba como nadie por mis logros, era un chunin por deseo propio....pero sin duda pudo ser un ninja de élite, falleció de una enfermedad extraña en tiempos de guerra, pero me ayudó a ganarla.

Naruto: El segundo fué alguien experimentado...tenía gustos por lo erótico, lo llamaba sabio pervertido de cariño...pero ese hombre me hizo quién soy, incluso entrenó a mí padre. Falleció para que mi aldea pudiera vivir en paz, aún lo extraño.

El Silencio Y El Dolor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora