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Chifuyu—— Te esperare a las siete en el edificio, ¿Esta bien?
—Si, seguro ya habremos terminado a esa hora— Nos detuvimos junto a la entrada de la escuela.
— ¿Segura que no me quieres allí? Después de todo, no conoces a Ryusei, no creo que se enoje por mi presencia.
— Chifuyu.— Observe sus ojos color avellana, tenía una mirada afilada y fuerte.— No necesito que me protejas, solo voy a ayudarlo con sus clases. Además parece que no se soportan.
— No es eso...— De verdad quería decirle mis razones, pero seria muy complicado hacerlo ahora— Solo es que no confío en el.
— ¿Por qué?— Antes de poder responderle lo vi a él llegar y pararse atras de Tori.
— Estoy listo.— Me miro con notable enfado.
— Andando, nos vemos más tarde Chifuyu.
Se fueron juntos antes de poder decir otra cosa, esta situación no era de mi agrado en lo más mínimo. En realidad odiaba esto.
Trate de olvidar a Ryusei, al menos por un rato. Baji-San me ayudó a buscar algo que hacer para entretenerme con Tori, cuando la invite a salir no se me ocurrió a donde ir.
— Llamaré a Draken, el quizás tenga alguna idea.— En su teléfono busco el contacto.— Hey, ¿Si salieras con una chica hoy exactamente a donde la llevarías?... Sí, imaginamos eso... ¿En serio? ¡Genial! Sí, perfecto, ellos estarán allí.
— ¿Que dijo?— Me senté en el suelo esperando su respuesta.
— Justamente hoy Draken tiene una cita con Emma y Mitsuya con otra chica, dijeron que te esperarían en la estación de Shibuya.
— ¿Que haremos?
— Mencionó algo de ir en metro para confirmar una teoría, no le entendí muy bien. Vamos, te ayudare a escoger tu ropa.
Baji-San insistió en que usará una camiseta púrpura que me regalo Tara en navidad, según el, combinaba con mis ojos. Tori se retraso un poco y termino llegando casi a las ocho.
— Lo lamento muchísimo.— Llegó corriendo agitada.— A Ryusei y a mi se nos pasó la hora por completo.
— Tranquila, vamos antes de que nos dejen.— Comenzamos a caminar juntos.— Nos están esperando en la estación de Shibuya.
— ¿Quienes?
— Draken, Mitsuya y dos chicas más.— Solo asintió.— ¿Como te fue?
— Muy bien— Parecía bastante animada.— En realidad Ryusei es bastante agradable y muy amable. ¿Puedes creer que tiene tomos autografiados por el autor? Me mostró uno y dijo que podría llevarme a donde los compra.
— Suena increíble —ironicé, pero claro que ella no lo notó.
— Lo es, de verdad es muy gracioso, además de ser listo.— Aprete un poco mis puños dentro de los bolsillos de la chaqueta.— Aún no comprendo porque no se llevan bien.
— Es una larga historia.
— Pero el es muy divertido, también es fuerte como tu y Baji.— Me detuve abruptamente al escuchar eso.
— El no es como nosotros.— Mire el suelo con rabia, saque las manos de los bolsillos, dejándolas a mis costados— No es como yo.
— ¿Chifuyu?
— ¡Chicos!— Levante la vista encontrando a Mitsuya.— Los estábamos esperando, pensé que ya no vendrían.
— Que bueno verlos de nuevo.