Capitulo Uno

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Si vas hacer las cosas, debes hacerlas bien.


Se secaba el cabello, mientras miraba su figura en el espejo, no podía negar que su físico era envidiable, es alto, tiene la piel bronceada, además de que sin mucho ejercicio puede tener un abdomen envidiable, sin mencionar su miembro bastante grueso y grande, podía satisfacer a quien fuera, era vigoroso y joven.

¿Quién se resiste a un moreno musculoso de veintidós años?

Nadie.

Se colocó la ropa deportiva, ya solo le faltaba la camisa y la chamarra, en eso escucha las puerta de la habitación abrirse, una mujer castaña de ojos color azul intenso con un porte de temer lo observo por un segundo, para después posar su mirada a la mujer que aun dormía en la cama.

—¡Jane! petite prostituée —destapo el cuerpo de la mujer — teníamos un almuerzo, me dejaste plantada.

El moreno no le tomo poca importancia continúo arreglándose.

— Pourquoi ne te réveilles-tu pas ?

—Il s'est endormi il y a deux heures, je ne pense pas qu'il se réveillera de sitôt.

—¿Hablas francés?

—Con fluidez.

—Interesante, ¿Tu nombre?

Namjoon se acercó, hasta quedar enfrente de la mujer, esta era algo pequeña, aunque puede también que el moreno sea muy alto, le tomo la mano para besarle el torso de esta.

—Un plaisir, je m'appelle Kim Namjoon.

—Encantada, ,Soy Jennette Dubois.

La mujer quedo fascinada, mas cuando una sonrisa de hoyuelos apareció, siempre pensó en que los extranjeros eran interesantes, pero ahora se había dado cuenta que necesitaba probar el lado asiático.

—Bien, me retiro, deje un par de analgésicos en la mesita de noche, si planea despertarla ahora los va a necesitar.

—Dime, ¿Tienes numero de teléfono dulzura?

—Claro, si le interesa puede pedírselo a su amiga, con permiso.

Hizo una pequeña reverencia y salió de la habitación, la mujer miro a su alrededor y parecía que el cuarto fue arrasado por un huracán, en el bote de basura alcanzaba a contar al menos dos cajas de preservativos, la botella de lubricante estaba aun lado de la cama, así como la espalda de su amiga llena de marcas y mordidas.

—¡Despierta Jane! Solo dame un número que necesito y te vuelves a dormir.

Empujo el cuerpo adolorido de la cama, la chica de cabellos negros se quejo, empezando a moverse con lentitud, giro su cabeza para mirar a quien la había molestado.

—Sucia perra, despierta, me dejaste plantada.

—¿Qué horas son? —miro el reloj en la mesita de noche intento sentarse pero se quejo —¡Le merde! Mi espalda, no siento mi cadera, por dios me voy a morir, ya es tardísimo, perdóname Jennette, no pensé que estaría toda la noche despierta.

—No me interesa del todo, solo dame el numero del Kim Namjoon y olvidare todo, necesito que asista a la cena de esta noche.

—No —hace un berrinche —déjame a este, además pague muy caro por sus servicios, aun me quedan dos noches con él, no te lo puedes llevar.

—Te dare el doble de lo que diste, por el dinero sabes muy bien que no es problema, solo dame el maldito numero.

Namjoon estaba haciendo una rutina sencilla de ejercicios en el gimnasio del hotel, tenia mas de cuatro meses viviendo de las mujeres que se conseguia, no se consideraba abusador, ni mucho menos un ser despreciable, pues ellas solo lo querían por su cuerpo, nunca lo veian mas alla de lo que él era, puede decirse que su elocuencia atrae a las féminas pero al poco rato se sentían mas intrigado por lo abultado de su entrepierna que por el cerebro del moreno.

El sudor recorría su espalda mientras levantaba las pesas con las sentadillas que el entrenador le había puesto, los muslos se le marcaban en los pantaloncillos cortos, y su pecho se notaba con la camisa mojada, teniendo la mirada de muchos en el gimnasio, incluso algunos hombres notaban el cuerpo trabajado del moreno.

Su rutina fue interrumpida por el sonido de su teléfono en la banca donde tenia la mochila, termino su rutina y fue a mirar, la llamada del numero desconocido estaba en la pantalla, así como un mensaje de WhatsApp, que cuando lo abrió era el mismo remitente que la llamada perdida.

"Soy Jennette Dubois, me interesa hablar con usted, si gusta, lo espero en el bar del hotel esta noche a las ocho en punto, compre su tiempo con Jane"

Generalmente las mujeres que se habían dedicado a comprarlo para tenerlo en su cama, eran mas tímidas, no les gustaba ser tan abiertas respecto a lo que deseaban de él, esta era la primera que le hablaba sin rodeo alguno.

Mientras veía el mensaje se hidrataba, si la mujer tenia el dinero para comprar lo que la pelinegra había pagado, no sería problema las tarifas que el llegara a sugerirle. No contesto el mensaje solo guardo su teléfono y se fue para su habitación.

Había pedido una habitación aparte pues le gustaba su privacidad, además el estar demasiado tiempo con las mujeres podría crear algún vínculo, y es algo que no se podía permitir.

Preparo el atuendo de la noche, una camisa de satín gris, pantalón de vestir color caqui, mocasines negros, la noche era cálida así que no necesitaría de un saco, se fue a dar una ducha, haciendo que el jabón resbalara lentamente por cada uno de sus músculos, la piel morena contrastaba con la espuma del jabón y el agua tocaba esa espalda ancha que hacía delirar a más de una femenina.

Loción corporal, un poco de gomina para el cabello, solo un poco, una colonia embriagadora y su atrapante personalidad.

Solo eso bastaba para que Kim Namjoon recibiera todas las miradas del bar, su estilo al caminar era hipnótico, tanto que la mujer lo había citado lo había captado en cuanto entro al bar.

—Buenas noches señorita —se sentó a un lado de ella —me parece que necesitaba verme.

—Si llevo admirándolo desde que entro al bar.

—Lo dice, pero quien capta las miradas es usted, ese vestido escotado la hace lucir espectacular.

—¿Le gusta? —se le acerca hasta llegar al oído —lo elegí pensando en usted, sin mencionar que dejé al olvido la ropa interior.

Namjoon sonrió, había tenido mujeres que se le insinuaran, pero de una manera tan descarada nunca, la manera en que Jennette se alejó para beber de su copa mientras no le quitaba la vista de encima, mostraba que ella era mucho más experimentada en el juego del coqueteo, y al moreno le parecía sumamente intrigante.

—¿Desea hacerlo aquí mismo? —Namjoon sonrió con un tono de picardía —no creí que fuera tan sucia madeimoselle, generalmente les gusta más privado.

—Por la privacidad no se preocupe —la mujer trono los dedos y el lugar de comenzó a vaciar —simples detalles.

Se levantó del banco, para sentarse en la barra al frente de Namjoon, abriendo las piernas.

—El hotel es mío señor Kim, complázcame y que mi entrepierna sea lo primero que beba esta noche.

Definitivamente la mujer frente a él, no es algo que él hubiera tenido nunca, así que sería muy interesante el conocerla.


¿Quién es esta mujer?

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¿Quién es esta mujer?

¿Solo desea el cuerpo de nuestro Nam?

QUIERO UNO DE ESOS!!!


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