¿Qué Le Pasa A Will?

5.1

- Vaya, entonces ¿porqué te coqueteó? Y ¿porqué parece que te hubiera pedido un beso? - Lamentablemente, Leo no era ningún tonto - ¿en serio no hubo nada más? Dijo mirándo fíjamente al otro y este apartó la mirada.

- No - dijo sin darse cuenta de que estaba sonrojado.

- No te creo.

- ¿Porqué no?

- Estás tan rojo como un tomate y cuando me mientes tratas de no verme. Leo se puso frente a Nico.

- No es cierto - se resistió pero al final apartó la mirada.

- ¡Ahí está otra vez!

- Tal vez le gustaba - susurró y se apresuró a llegar a la cocina mientras Leo se quedó pensando un poco en lo que pudo haber dicho.

-¿Qué?

-No lo repetiré.

Al llegar a la entrada de la cocina se detuvieron.

- No creo que sea muy buena idea que yo cocine.

- Tranquilo, tu cocinero te respalda, te pondré cosas fáciles, cortar cosas, amasar, cerrar el horno, nada peligroso.

- ¿Estás seguro?

- Tu confía - Nico nunca lo diría en voz alta pero le aterraba cocinar y el estar ahí con Leo, uno de sus mejores amigos lo tranquilizaba un poco.

Entraron y el moreno le explicó al italiano lo que necesitaba saber para no caer en la estufa, después le indicó unos ingredientes que ocupaba para el pan de muerto: azucar, levadura  entre otras cosas. Se veía tranquilo cocinando, como si eso lo calmara un poco del TDAH pero cuando sacó un huevo jaló accidentalmente otro que le cayo a Nico justo en la chaqueta, esa que nunca se quitaba, Leo lo miró con miedo visualizándose entre esqueletos y esperó todo menos lo que le hizo. Nico le rompió un huevo en la cabeza a Leo, el pelinegro sonrió con maldad alejándose pero no pudo evitar el ataque de harina que le lanzó Leo, se lo regresó y se cubrió con un sartén.

- JÁ - dijo y bajó el sartén, una bola de harina se estampó en su cara y Nico salió corriendo - Me lo pagarás Di Angelo - le lanzó más cosas pero se escondía detrás de la barra.

Pasaron un largo tiempo así cuando un grito los distrajo.

- ¡¿Qué pasó aquí?! - La sonrisa en sus rostros se congeló mientras veían a Annabeth en la puerta desconcertada, se pararon derechitos y con cara seria, sabían lo que venía.

°•°•°•°

-¿Vieron la cocina? ¿Qué estaban haciendo? ¿en qué estaban pensando?

- Estabamos cocinando.

- ¿Y por eso toda la cocina está llena de huevos y harina? ¡Mírenla!

- Lo sentimos - dijeron al unísono con la cabeza agachada, Annabeth suavizó su expresión, ese par siempre se salía con la suya, nadie sabía como calmaban a Annabeth, ni siquiera Percy podía hacerlo.

- Está bien, solo no lo vuelvan a hacer ¿sí?.

- Sí Annnabeth.

- Vayan a terminar lo que estaban haciendo, SIN hacer desastre - salieron de la cabaña 6 .

- ¿Anabeth no se acordó de lo de tu autómata? - Leo ya ni lo recordaba.

- Mejor corramos - dijo y salieron disparados hacia la cocina de nuevo - oye.

- Mm.

- ¿Porqué no pedimos la comida en la cena? - Se detuvieron.

- ¿Porqué tu cerebro no funciona cuando lo necesitamos? - Leo se hizo el ofendido - Hay que limpiarnos.

- Sí, la escencia de huevo crudo y harina no te queda bien, nos vemos en la cena. Dijo Leo y cada quien tomó su camino a su cabaña.

Nico iba a su cabañs cuando vió a alguien en los escalones, era Will, se confundió pero aún así siguió caminando, cuando estuvo más cerca carraspeó para llamar su atención, el rubio se levantó e hizo una débil sonrisa.

- Hey.

- ¿Hey?

- Vine a ha...cer mi rol de doctor, ¿ya co... porqué estás lleno de "eso"?

- Es...una larga historia, entra - Nico abrió la puerta y después de que entrara Will, la cerró de nuevo - Me iré a duchar - Will asintió, Nico corrió a encerrarse en su baño, Will rió un poco, tomó una toalla y algo de ropa de sus cajones, se recargó en la pared y tocó la puerta - ¿Sí?

- Solo son ideas mías pero creo que si te vas a duchar necesitarás una toalla y ropa limpia, Nico vió a su alrededor mirando que no se llevó nada, abrió un poco la puesta y recibió las cosas que su novio le ofrecía.

- Gracias - cerró la puerta.

Suspiró - Hay cosas que nunca cambian.

Will había ido a la cabaña de su novio porque Connor lo obligó a hablar con Nico ~Nico, vine a hablarte sobre algo que no puedo olvidar, algo que seguramente te sonará tonto~ pero no se atrevió y acabó disfrazándolo de su sobreprotección, suspiró.

- ¿Ya comiste?

- Sí.

- ¿Y dormiste bien?

- Sí.

- ¿Cenaste?

- Aún no es hora de la cena.

- Buen punto. Supongo que estás bien, yo... ya me voy, nos vemos en la cena - dijo con un notorio falso ánimo y salió de la cabaña.