🔥 II 🔥

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Bakugou se encontraba cocinando dentro de su departamento que compartía con el bicolor cuando de repente escuchaba un fuerte estruendo proveniente de su habitación, por lo que rápidamente avanzó hacia dicha habitación para saber que sucedía.

La puerta no estaba del todo cerrada, por lo que al abrirla lentamente pudo ir notando como toda la habitación se encontraba hecha un desastre; la cama hecha un lío, ropa por todas partes, cada cajón y puerta del armario abierta, un espejo roto así como el cuadro donde se encontraban él y su amante el verano pasado.

Katsuki tomó de entre los vidrios aquella dulce foto en donde ambos sonreían como si nada más pasara en el mundo. Este había sido un regalo por parte del heterocromático, y aunque Bakugou no se había mostrado muy eufórico por ello, realmente le encantaba y no por nada se encontraba en su habitación.

Entonces el cenizo pasó a mirar el armario, comenzando a notar como ya ni había más ropa de Shoto. Asustado, corrió hacia la entrada del departamento dispuesto a salir, pero antes de poder abrir la puerta, esta se abrió sola, dejando ver a aquel chico del cual se había enamorado.

Sin embargo, en lugar de aliviarse, se sintió como una pequeña presa amenazada. No podía dejar de ver los ojos bicolores del más alto, unos ojos sin vida y llenos de odio.

- Aléjate de mi. - decía el medio albino para después darse la vuelta. Y por más que Bakugou intentará, no podía ni moverse ni gritar. Las lágrimas comenzaban a recorrer su rostro por la impotencia, intentaba extender su mano para alcanzar al chico mientras continuaba con las ganas de gritar, pero tan sólo le salió apenas un hilo de voz.

- Shoto... - susurró el ojirubí para después abrir sus ojos de golpe e incorporarse, respirando agitado.

Tras unos segundos para poder calmar su respiración, comenzó a recorrer con la mirada la habitación en donde se encontraba; era su habitación de hospital. Nuevamente había soñado con el bicolor, o más bien, había tenido otra pesadilla. La noche anterior también había tenido una pesadilla parecida.

Lamentablemente la realidad no era mejor que una pesadilla. Aún quería reusarse en aceptar estos hechos, no podía aceptar esta nueva realidad donde Shoto se había ido con los villanos... no quería aceptarlo. ¿En serio no podía dormir y despertar en su hogar siendo recibido por su novio mitad mitad con calidez y tranquilidad?

El cenizo volvió a recortarse en la cama, mirando hacia el techo, temiendo cerrar los ojos y tener que volver a ver a su amado así. Ahora paso a ver el reloj que tenía a un lado, eran las 5:19. Se suponía que dentro de unas 3 horas ya sería dado de alta y podría irse.

Al parecer las heridas que habían hecho que se desmayara no eran nada más que algún tipo de sedante agresivo, por lo que tras unos pocos cuidados, ya se encontraba totalmente bien. O al menos físicamente, porque en realidad la mente de Katsuki estaba hecha un lío.

¿Qué sucedería ahora? ¿En serio Shoto lo despreciaba? Si así era, ¿todo su tiempo juntos que había sido? ¿Todo esto había sido una estúpida coartada? ¿Había sido así desde un inicio? Esas preguntas lo atormentaban. No le había dicho nada a nadie, pero realmente tenía miedo de que el mitad mitad en realidad nunca lo hubiera amado.

Miró el reloj nuevamente con la esperanza de que el tiempo pasara rápido, pero no era así, el tiempo pasaba de forma demasiado lenta y dolorosa para él.

Te rescataré *TodoBaku*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora