"𝐬𝐢𝐠𝐨 𝐚𝐜á 𝐬𝐢𝐧𝐭𝐢é𝐧𝐝𝐨𝐦𝐞 𝐦𝐚𝐥, 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚 𝐦𝐚𝐥𝐚 𝐬𝐨𝐬 𝐯𝐨𝐬."
¿y si las cosas no son como creíste?, tal vez todo se de vuelta y la verdadera villana seas vos.
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me ahorro todo derecho de esta "historia" llena de pelo...
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hoy cumplo años, pero más que en una celebración estoy en una pesadilla. ¿que carajo hago en un avión con un nene al lado mío sacándome los caramelos que compré? "disculpe, señora" -susurre por lo bajo- pero fue inútil, me ignoro completamente, prefirió que su hijo me siga robando, y yo preferí sacarle todo de la mano y esconder mis cosas.
después de ocho horas de viaje, lo último que quería es aguantar a alguien molestando cuando lo único que quiero es estar tranquila, por lo que puse mis auriculares en mis oídos y le subí el volumen lo más que pude, porque después de sacarle mis cosas al bebé, se puso a llorar, y gritaba como un loquito. "ya falta poco, hay que soportar esto un ratito más" me dije a mi misma, había que tener un poco de autocontrol en esta situación porque revolear a un nene por el pasillo de un avión no es lo más lindo y legal que digamos, así que cerre los ojos y espere hasta llegar a destino, hasta llegar al aeropuerto de Ezeiza y de ahí, cobrarle sentido a todo lo que me prometí durante estos años, venganza.
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Aunque llevaba tres años afuera del país, averigüe todo sobre quienes me arruinaron la vida, Rosa Fernandez, Carlos Fernandez y el asqueroso de su hijo, Enzo. no fue difícil ubicarlos y mucho menos saber que era de ellos. Después de arruinarme la vida, salieron de vacaciones, se compraron otra casa, su hijo se caso (lo cuál no puedo creer, ¿cómo te vas a arruinar la vida casandote a los 20 años?), y ahora el buen señor Carlos se postulo para ser intendente de la ciudad dónde vivía cuando era chica, impresionante.
el avión estaba aterrizando y lo único que me pasaba por la cabeza es el como llegar hasta el departamento que alquilé, hace mucho no caminaba por las calles de Buenos Aires, hace mucho no sé cómo está la gente la cual deje atrás, como Juli, hace mucho que no piso mi tierra, pero eso terminó y finalmente estoy en donde tendría que haber estado hace mucho, volví mi quería Argentina, volví para que rueden cabezas y que me paguen lo que me robaron. bastaron unos minutos para que la gente empiece a levantarse de sus lugares, yo espere a que se vacíe un poco para bajar, no había apuro por salir, mientras tanto guarde algunas cosas que deje afuera de mi mochila, asegurándome de que nada se quede en el avión, así no perdía nada.
