𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖔𝖈𝖍𝖔: sentimientos.

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Katsuki lo miro en silencio, observando con detalle aquella sonrisa traviesa que surcaba deliberadamente el rostro del mayor, sin saber que responder a lo que Shouta le había preguntado -y bueno, como sus palabras no podían salir de su garganta por lo nervioso que se sentía, sus acciones hablarían por él entonces-.

Así, Katsuki se acercó tímidamente hasta el demonio para luego cerrar sus hermosos ojos carmesí quedando a su disposición absoluta, cosa que Shouta no entendió el por qué de aquella acción, hasta que en su mente conecto los puntos.

El ángel parecía estar esperando a ser besado por el demonio, justo como la noche anterior. Ese gesto inocente claramente terminó por robar completamente el corazón oscuro que cargaba, así que aceptando sus propios sentimientos Shouta no perdió la oportunidad de volver a fundirse en esos suaves labios color cereza del bonito ser de luz que tenía a su lado, rodeando sus brazos en el cuerpo más pequeño para acercarlo a él con delicadeza y fragilidad, temeroso de que este fuera de cristal y al más mínimo toque suyo fuera a quebrarse en mil pedazos y que junto con ello, rompieran aún más su insano corazón lleno de odio...

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Con aquel dulce gesto de amor, aquella pequeña prueba de pureza, y aquella promesa que sellaron inconscientemente es que dieron inicio a su bella historia de amor prohibido, que había nacido en la tierra de los humanos, y la cual estaba traspasando la imposible barrera de sus diferentes mundos.

Todas las noches regresaban a aquel lindo lugar seguro que ambos tenían -justo donde se conocieron y dieron rienda suelta a su relación-en el bosque para verse sin falta, fortaleciendo sus sentimientos, los cuales eran bien recibidos por el otro.

Shouta comprendió lo que era amar incondicionalmente, y lo que era apreciar la compañía de aquel que le había entregado su puro corazón sin medida ni temor; en tanto Katsuki también aprendió la lección de no dejarse guiar por las opiniones y afirmaciones de los demás hacía otros, supo que debía conocer por sí mismo las circunstancias de una situación -o un corazón en este caso- con sus propios ojos, antes de juzgar y dar por sentado el tema.

Este era el amor secreto de los dos. Nadie podía saber de su amor, porque sus mundos eran distintos, eran rivales, y simplemente algo prohibido...

Katsuki amaba aquella rebeldía y osadía con la que el demonio se desenvolvia, Shouta adoraba la dulzura y la alegría que el ángel exudaba; simplemente ambos se completaban de manera inigualable.

Ambos confiaban sus corazones al otro, entregándolos en las manos del otro sin una pizca de duda de por medio, porque sabían que tarde o temprano aquel bonito castillo que estaban construyendo para su amor, sería descubierto. Por lo tanto vivían cada momento como si no hubiera un mañana -porque probablemente así era su realidad-.

━Suki, ¿confías en mí? ━le dijo el demonio entre susurros a su bonito ángel, quién descansaba entre sus suaves brazos.

━Siempre. ━terminó por decirle Katsuki a aquel en el que confiaba ciegamente, no sólo con su alma sino ahora también su cuerpo y su corazón...

 ━terminó por decirle Katsuki a aquel en el que confiaba ciegamente, no sólo con su alma sino ahora también su cuerpo y su corazón

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Fecha de publicación : 20 12 2022

Mi nota: nuestros bonitos aizabaku están en su momento de amor más bonito, pero como a mi me esta llendo de la chingada en este ámbito en mi vida creo que tengo inspiración para el pequeño drama que sigue en la historia :3

bueno dejando este tema por la paz, espero les haya gustado el capitulo si es así no olviden de regalarme un voto y un comentario, ¡muchísimas gracias por leer! 💕

shelter ; 𝖆𝖎𝖟𝖆𝖇𝖆𝖐𝖚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora