Estaba en una cabina con dolor de cabeza. Me di la vuelta y me encontré con una señora en una gran pantalla.-Hola, Rosalie.-dijo con seriedad.
-¿En dónde estoy?-pregunté llevándome una mano a la cabeza, ya que me dolía mucho.
-Suspira.-Estas aquí porque harás varias misiones que conllevan a encontrar el amor verdadero. Cada vez que el sentimiento no sea correspondido.... Perderás oxígeno poco a poco hasta quedar muerta.-finalizó.
-¿¡Qué?! Eso no puede ser...-me interrumpió.
-Y así mismo te podemos sacar de ésta cápsula.-dijo aún sería. En su hombro izquierdo pude notar unas siglas; UJA, 1983. Unidad Juvenil Amorosa.-Pero tendrás que encontrar tu amor verdadero, y, después de eso, ser una persona un tanto....normal.-dijo con voz autoritaria.
-¿Un tanto normal? ¿A qué se refiere?-pregunté nerviosa.
-Sí-dijo con seriedad.-Desgraciadamente, tendrás problemas al respirar a lo que completas las misiones que te daremos. En un determinado tiempo dejarás de respirar pero minutos después volverás a la normalidad.
-¿No respirar, qué ha dicho?-refuté enojada.
-Mira-dijo más tranquila.-Podrás respirar con normalidad cuando ya encuentres a tu verdadero amor. Pero siempre con algunos problemas respiratorios. Por lo tanto, mientras no lo encuentres, tu oxígeno casi siempre va a faltar.
-¿porque? ¿Por qué me eligieron a mi? Solo tengo 17 años. Solo 17. Hay millones de chicas en el mundo rogando por un simple chico. Pero yo no. No no quiero sufrir.-Dije y pude notar mis lágrima caer. Me las limpie bruscamente, y seguí- Y todo esto solo para que me rompan el corazón. No soy la única chica en el mundo,¿por qué? Porque a mi. Siempre he estado apartado en ese del amor. ¿Sabe porque?, porque cuando yo me enamoro, no es un juego, me enamoro fuertemente. Me gusta estar con los chicos, si, pero aún no comprendo porque tuve que ser yo.
Ella solo se quedo callada. Sin decir nada.
-Esta bien. No me digas nada. Estoy acostumbrada a que me ignoren.-dije-¿Qué tengo que hacer?-dije propuesta a todo.
-¿Miras esos botones que eso a tu lado derecho?
Pues claro, no estoy ciega-Pensé
-Claro.-dije con seriedad.
-Pulsa el primer botón, y elige tu vestimenta.- Dijo ella.-Ah, por cierto, me llamo Bethsabe. Bethsabe Giddens.-dijo con una media sonrisa.
-¿Pueden no mandarme ahorita?-Pregunte.-Solo unos minutos. Quiero pensar un poco sobre todo esto.-dije. Ella asintió, y desapareció.
Madre. Querida madre. Como pudiste aceptar esto.
¿Y si pronto muero? ¿Si nadie me recuerda? Mis amigos, mi familia, ¿que pasará con ellos? Aún sigo pensando, ¿porque tuve que ser yo? Vuelvo y repito; no soy la única chica que existe en el mundo. No quiero desaparecer así de la nada. Morirme solamente por dolor, morirme por un dolor amoroso. Por qué me rompan el corazón, algo muy estúpido para morir,¿no? ¿Mi futuro? ¿Qué nadie piensa en mi? ¿En mi futuro?
Salí de mis pensamientos y me dirijo al primer botón. Tal como lo dijo Bethsabe. Al parecer tenia que describir como quería mi vestimenta. Pensando un poco, termine eligiendo: Una camisa negra (tipo camiseta), con letras blancas la palabra WARRIOR en el centro, ya que eso soy yo, una guerrera. Una falda color rojo como la sangre que apuesto que me llega hasta las rodillas, y unos zapatos tipo botas.
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8 Minutos Antes De Enamorarse
Genç Kurgu-Rosalie.-Me llamo aquella dama.-¿Tienes miedo de volver a intentar?-Pregunto. -No es miedo de volver a intentar, es miedo a obtener el mismo resultado.-Conteste.