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Capítulo 37

Después del desayuno, Jiang Yao llevó a la anciana al granero.

El equipo de producción ha estado ocupado secando granos recientemente, la mayoría de ellos están trabajando en el granero y en el espacio abierto cercano, y Lu Dazhou también debe estar a cargo del trabajo aquí.

Como era de esperar, cuando llegaron, Lu Dazhou estaba gritando, pidiendo a todos que se movieran rápidamente.

"Capitán." Jiang Yao se acercó y lo llamó.

Lu Dazhou volvió la cabeza y la vio y dijo: "Jiang Yao, ¿por qué tu Lu Che no viene a trabajar hoy? Él es el más motivado en el trabajo. Si está aquí, ¿cómo puede ¿Lo uso? ¿Romperte la garganta?

Jiang Yao aún no había tenido tiempo de hablar, y Lu Qianyuan, que pasó por aquí en algún momento, dijo sarcásticamente: "Debe ser porque no tuve éxito en la evaluación, no tengo que ir a trabajar al taller de reparación, y estaba de mal humor y me escondí en casa. Esta persona, si realmente quieres medir tus habilidades, no creas que puedes ser un trabajador si sabes un poco de kung fu de gato de tres patas, ¿alguien puede serlo?”

Este Lu Qianyuan y Chen Shuanglian son realmente una pareja, y son igualmente molestos.

Jiang Yao escuchó esto, su expresión no cambió, dijo lentamente: "Nuestro Lu Che no se escondió en casa, se fue al condado. Además, no es un trabajo ir al taller de reparación. Lo que es ilegal, no es que algunas personas no se quedaron en casa y no se atrevieron a ver a la gente hace algún tiempo ".

Ella estaba insinuando, Lu Qianyuan no necesitaba mezclarlo si no podía escucharlo de nuevo, estaba tan avergonzado que estaba a punto de regañarlo cuando Lu Dazhou lo miró, "Date prisa y lleva el mijo, a tu velocidad, oscurecerá. Todavía no he esparcido el grano".

Debido a cruzar puentes y hacer líneas, el equipo de producción instaló una fábrica de papel. Lu Qianyuan tuvo que caminar de lado, pero cuando pasó a Lu Zhisen, los aldeanos comunes se atrevieron a mirarlo, y mucho menos a Lu Dazhou, ahora no sería cortés con él.

"Jiang Yao, si no tienes nada que hacer, regresa primero. Hay mucha gente aquí, y estás embarazada, así que tengo miedo de tropezar contigo", dijo Lu Dazhou.

"Volveré más tarde", Jiang Yao sonrió y dijo: "Estoy aquí para explicar la situación de nuestro Lu Che hoy".

"¿Cuál es la situación?" Lu Dazhou estaba un poco confundido.

Jiang Yao: "Es así, me temo que no podrá volver a trabajar en el futuro. Por favor, capitán, no le asigne tareas, para no retrasar el trabajo del equipo de producción".

"¿No va a trabajar?" Lu Dazhou estaba atónito, "¿Qué comerá su familia si él no trabaja? En realidad, no es nada si no puede ir a trabajar en el taller de reparación. ¿Él es así?"

"Así es, ¿cuándo se volvió tan delgado su rostro?", se burló alguien.

"Imposible, ¿no es Lu Che famoso y de piel dura en nuestro equipo? De lo contrario, solo por su experiencia, se atrevería a reparar cualquier tractor todos los días".

“…”

La voz de Jiang Yao no era lo suficientemente baja como para ser escuchada por las personas que la rodeaban. En este momento, tanto mujeres como hombres se agolpaban, ya sea cínicos o hipócritas, no es de extrañar que la anciana casi estuviera llorando.

La anciana estaba realmente enojada en este momento. La mano que sostenía a Jiang Yao estaba tan apretada que Jiang Yao le dio unas palmaditas en el dorso de la mano para decirle que no se enojara.

Jiang Yao tampoco estaba enojado, ni odiaba a estos aldeanos como lo hizo con Lu Qianyuan hace un momento, pero con paciencia les dejó decir lo que dijeron.